lunes, 25 de enero de 2021

"RELACIONES ENTRE EL ARTE INDÍGENA PUERTORRIQUEÑO Y LOS PROBLEMAS DE LAS VANGUARDIAS ESCULTÓRICAS", tesis doctoral de María Antonia Román Prado


L.M.A.

PREFACIO Y ANTECEDENTES

Este texto es un compendio de la TESIS DOCTORAL (inédita) "RELACIONES ENTRE EL ARTE INDÍGENA PUERTORRIQUEÑO Y LOS PROBLEMAS DE LAS VANGUARDIAS ESCULTÓRICAS", elaborada por la Licenciada en Bellas Artes, especialidad Escultura, Dña María Antonia ROMÁN PRADO (San Juan (PUERTO RICO) 1947-Madrid (ESPAÑA) 2017).

El Arte Indígena Puertorriqueño es poco conocido por lo que es necesario recurrir a otras fuentes, que permitan acceder a su comprensión para esclarecer su evolución.

Se expone cómo, mediante investigaciones arqueológicas, antropológicas y etnográficas, es posible llegar a determinar las características del ARTE TAÍNO, sin disponer un lenguaje escrito, que narre los acontecimientos durante la trayectoria de los indígenas puertorriqueños o de los TAÍNOS, los habitantes precolombinos en Las Antillas Mayores (Puerto Rico (Borinquén, llamada así por los indígenas), La Española o Santo Domingo, Cuba –parte-, Jamaica –parte-), en una amplia zona del Mar Caribe, desde hace 7.000 a 3.000 A.D. Se trata de un pueblo que llegó procedente de América del Sur, específicamente de la desembocadura del río Orinoco, Venezuela, pasando de isla en isla. 

Grupos taínos a la llegada de los europeos, al final del siglo XV. En verde, ubicación de los caribes, pueblos belicosos de origen arahuaco como los taínos.

En el momento de la llegada de Cristóbal Colón en 1492, había cacicazgos taínos, cada uno dirigido por un cacique principal (jefe), a quien se le rendía homenaje. Puerto Rico también fue dividida en cacicazgos, viviendo en bohíos rectangulares en lugar de ovalados que los pobladores habitaban. Los taínos competían tradicionalmente contra sus vecinos: las tribus caribes, otro grupo originario de América del Sur, que vivían principalmente en las Antillas Menores, pueblos belicosos de origen arawaks (arahuaco) como los taínos.

En el siglo XVIII, la sociedad taína había sido devastada por enfermedades introducidas tales como la viruela, así como otros factores como los matrimonios mixtos o interraciales, que favoreció el mestizaje y la asimilación forzada a la economía de plantación que los conquistadores impusieron en sus colonias del Caribe.

Algunos historiadores piensan, erróneamente, que los habitantes de la ETNIA TAÍNA del Caribe fueron completamente aniquilados tras la llegada de los españoles, pero los estudios resientes de ADN mitocondrial (ADNmt) en Puerto Rico señalan que hay un 31.1% de personas con ADNmt de origen amerindio, 5.4% de origen africano subsahariano y 64.5% con ADNmt de ORIGEN europeo, podrían ayudar a esclarecer las migraciones precolombinas. En definitiva, cerca de un 10 a 15% del ADN total de los puertorriqueños es de origen taíno según un estudio realizado por la revista NATURE. Según ANASTACIA GUBIN, los portorriqueños mantienen en su ADN un 15% del GENOMA de los TAÍNOS. (LaGranÉpoca.com. 19 de octubre de 2011) 

RECONSTRUCCIÓN DE UN POBLADO TAÍNO

La estructura socio-política se organizaban en cuatro clases sociales: las NABORIAS, los NITAÍNOS, los BOHÍQUES y el CACIQUE. El de carácter teocrático-guerrero, era asumido por el cacique y el bohique representan los poderes sobrenaturales del día y la noche. El cacique era el jefe, cuyo poder era limitado a un yucayeque, caserío. Los taínos estaban divididos en gran número de cacicazgos de desigual extensión, a veces unos tributarios de otros. Los caciques taínos recibieron pacíficamente a los conquistadores, al supuestamente considerarles, como dioses llegados del cielo.

Sin embargo, ante el mal trato que recibieron por parte de los recién llegados, los caciques organizaron a sus hombres y repelieron las agresiones que tenían el propósito de someterlos y esclavizarlos. Las modernas armas de los conquistadores (arcabuces, ballestas, cañones), sus petos y armaduras, fueron las claves de una lucha desigual que llevó a la derrota de los caciques taínos.

 Los invasores españoles hallaron a los hombres cubiertos con un simple taparrabos, y a las mujeres casadas con un delantal llamado naguas. Las mujeres solteras andaban desnudas. Ambos sexos se aplicaban pintura corporal negra, blanca, roja y amarilla. Decoraban sus cuerpos con tatuajes religiosos para protegerse de los malos espíritus, y horadaban orejas y labios con oro, plata, piedra, hueso y concha.

La principal actividad económica de los taínos era la agricultura; para lo cual construían sembrados que llamaban CONUCOS. Cultivaban mandioca o yuca en sus variedades dulce y amarga, para lo cual empleaban abonos y sistemas de riego; otros cultivos importantes eran: maíz, cacahuate (o maní), pimienta, piña, cacao, algodón, patata y tabaco. Cazaban pequeños roedores como las jutías, iguanas, algunas variedades de pájaros como la higuaca, y serpientes; pescaban con varias técnicas empleando anzuelos, redes, veneno, etc.

 En cuanto a la religión, los taínos creían en el politeísmo, en la montaña actualmente llamada El Yunque, hacían las ceremonias principales para su Dios, el nombre actual se deriva del nombre "YUKÉ", que era el nombre que los taínos le daban. El rasgo más característico de la mitología taína fue considerar a los espíritus respecto a los hombres y animales, plantas y seres inanimados.

Su diversión era el baile, la música y el juego de pelota (BATU) que practicaban en sitios llamado BATEY; llamó la atención que la pelota era de goma y rebotaba, algo desconocido en Europa.

ARTE TAÍNO 

Al complejo de instituciones políticas, con su sociedad jerarquizada y las creencias mágico-religiosas que regían su vida, se debió el surgimiento de una rica expresión artística cuya principal manifestación fue el arte escultórico. El arte en las Antillas no se inicia, sin embargo, con los taínos. INDIOS ARCAICOS, recolectores y cazadores que poblaron algunas de las islas hace más de siete mil años ya tallaban objetos ceremoniales de piedra y madera y hacían pinturas rupestres en las que se manifestaban sus aptitudes artísticas. Poco antes de la Era Cristiana ya las Antillas Menores y Puerto Rico habían sido pobladas por indios SALADOIDES o INGERÍA, provenientes de la América del Sur. Los SALADOIDES produjeron la más bella cerámica de las Antillas, en ocasiones policromada, así como delicados adornos corporales tallados en piedra y en otros materiales. 

El ARTE de los INDIOS TAÍNOS como el de todos los pueblos aborígenes refleja su particular concepción del mundo. Los TAÍNOS creían en espíritus superiores que controlaban, a veces caprichosamente, la naturaleza humana y el mundo. A estos espíritus el hombre debía halagar, apaciguar o neutralizar por medio de ritos y ceremonias sagradas. El ARTE TAÍNO, encarnación de dichas creencias, se expresaba, con relativo o absoluto dominio técnico en agradables formas convencionales, elaboradas con los más diversos materiales.

    Pocos objetos de valor artístico se salvaron de la destrucción sistemática, llevada a cabo por los misioneros y colonizadores, de todo lo que, para ellos, tenía significación mágico-religiosa, es decir los ídolos y otros objetos de uso ceremonial. De la destrucción, que obedecía a las ideas religiosas de la época, sólo se salvaron aquellas que se enviaron, como objetos exóticos y que serían, siglos más tarde, re-descubiertos por arqueólogos y campesinos, y aquellos que, a tiempo, lograron esconder los indios en cuevas y otros lugares inaccesibles para los conquistadores, Las investigaciones arqueológicas también han redescubierto otros objetos que ya habían sido desechados por los taínos siglos antes de la conquista.

    Lo que hoy podemos denominar ARTE TAÍNO no es otra cosa que la expresión simbólica y estética de su sociedad, de sus necesidades, y, sobre todo, de sus creencias y prácticas mágico-religiosas. Es dentro de esta realidad que podemos apreciar e interpretar sus diversas expresiones, es necesario desechar muchas de las ideas preconcebidas sustentadas por la tradicional evaluación del arte occidental.

    Las creencias taínas en la magia simpática, así como en seres espirituales capaces de controlar la naturaleza, permeaban y moldeaban su cultura. Para el indio la naturaleza estaba animada de poderes sobrenaturales con los que los BOHIQUES o CHAMANES, y los CACIQUES podían comunicarse a través de estrictas y elaboradas prácticas y ritos ceremoniales, Fray Romón Pané (1974, Cap. XIX).

    Este sentimiento de hermandad con la naturaleza, típico de los pueblos aborígenes, produce en el artista taíno un profundo respeto por los materiales con los que plasma sus obras. La piedra, la madera, el hueso, la concha de caracol, no sólo representan el medio sobre el cual ha de trabajar sino la identidad existente entre esa materia y el espíritu mismo de la deidad que en la obra ha de plasmarse. Sólo diestros artífices eran capaces de elaborar los ídolos y demás objetos del culto mágico-religioso. 

    La celebración de los ritos y ceremonias taínas, tales como los AREYTOS y la COJOBA (inhalación de los polvos alucinógenos), conllevaban toda una serie de expresiones artísticas, manifestadas a través de un rico y vistoso despliegue de cantos, danzas, música, indumentarias, objetos sagrados y adornos personales. En esta forma rendía homenaje la sociedad indígena a los dioses y espíritus tutelares; requería, mediando ruegos y ayunos, su protección y ayuda y así lograba conocer sus mandatos y decisiones.

    El AREYTO, ceremonia celebrada por diversos motivos y con actividades desde festivas hasta luctuosas, ejemplifica la unión de las distintas expresiones artísticas al servicio del grupo.

    El ARTE DE LOS TAÍNOS, conceptual y a la vez, utilitario, refleja, antes de nada, su visión mágico-religiosa, del mundo. Sus obras de arte están representadas por una vasta gama de objetos de uso personal y doméstico, y, en particular, por un rico repertorio ceremonial. La variedad y cantidad de estos objetos, constituyen la más fehaciente de su innata inclinación artística.

    Las formas abstractas, naturalistas o estilizadas de estos objetos eran tradicionales y estereotipadas, por lo cual podemos distinguir verdaderas series de objetos similares en las diversas islas habitadas por los taínos o en aquellas a las que llegaba su comercio. Esta producción representa un arte conceptual al servicio de la sociedad taína a la vez que refleja una fuerte voluntad artística y una decidida intención mágico-religiosa. En algunas ocasiones los taínos se veían obligados a alterar las formas convencionales para adaptarlas al material o campo decorativo disponible, lo que hacían verdadera habilidad y sentido estético.

 DUJO DE PIEDRA, BIEN PULIMENTADA, FIGURA ZOOMORFA El ARTE TAÍNO logra sus más bellas expresiones plásticas en el medio escultórico. Con el propósito de lograr su objetivo artístico.

Los taínos utilizaron las duras piedras como el granito, la diorita, el basalto y otras más fáciles de tallar como el mármol y la serpentina. En muchos casos el color de la piedra, las vetas de la misma y el pulimento que lograba darle facilitaban y enriquecía la obra artística.

 DUJO DE MADERA También se hacía uso de las bellas y duras maderas de los bosques tropicales como el guayacán, el moralón y el capá. El hueso del manatí, el mamífero de mayor tamaño en la fauna antillana, le proveyó de material para algunos de los más bellos artefactos de uso ceremonial, así como para tallar idolillos.

El hueso humano, en particular el fémur y el cráneo también le ofrecían la oportunidad de grabar representaciones antropomorfas de carácter mágico-religioso y adornos ceremoniales.

    Otra importante materia prima de que disponían, los artistas taínos era la concha de caracol, elaborados por los más diestro artífices para usos ceremoniales y como adorno corporal. Entre ellos descuellan las pequeñas guaizas o máscaras. Imágenes de animales vinculados a su mitología como la rana, el perro, los peces y distintas clases de aves, eran cuidadosamente tallados en concha de caracol, medio que también se utilizaba para la talla de los pequeños trigonolitos o ídolos de tres puntas.

CEMÍ. IMPORTANTE ESCULTURA ABORIGEN ANTILLANA, TALLADA EN GUAYACÁN NEGRO, 92 CENTÍMETROS DE ALTO. TRIGONOLITO O ÍDOLO DE TRES PUNTAS.

    Hilaban el ALGODÓN NATIVO, que tejían con gran destreza y les proveía la materia prima para hacer las telas, los taínos también hacían uso de plantas textiles como el MAGUEY y de diferentes clases de BEJUCOS para tener hamacas, canastas, adornos y otros objetos de uso diario, pero de gran belleza. De los causes acuosos (ríos y arroyos) les proveían de pepitas o granos de oro, que luego con pesados martillos de piedra transformaban en láminas que usaban cómo adorno en sus objetos. Utilizaban las plumas de múltiples colores que les proporcionaba la rica fauna avícola, con ello confeccionaban bellas capas y adornos de cabeza hechos de plumas de colores.

    La rápida desintegración de la sociedad aborigen, el clima tropical tan devastador para muchos de los materiales utilizados por los taínos para expresarse artísticamente; la falta de interés de los colonizadores para conservar estas manifestaciones de la cultura aborigen, ha sido responsable de que hasta nosotros sólo haya llegado una fracción de los objetos representativos del ARTE TAÍNO.

    El inventario y la descripción de estos objetos obtenidos por Colón e incautados al cacique CANOABO, nos ofrece de la CULTURA TAÍNA, una nueva y amplia visión que ni la arqueología ni las crónicas pudieron establecer. Muchos de esos objetos, enriquecidos con adornos de oro, revelan la riqueza ceremonial de la sociedad indígena. Es posible que los inhaladores descritos en el Inventario de Colón fueran de madera.

    En las colecciones arqueológicas abundan los majadores o trituradores, tallados en piedra con representaciones antropomorfas o zoomorfas. Constituyen una de las expresiones más interesantes del ARTE ESCULTÓRICO TAÍNO. Otra importante expresión artística de los tainos, que iconoglifos, o grabados en las piedras. En las Antillas Mayores, especialmente en Puerto Rico, los taínos dejaron sus petroglifos en los monolitos que delimitan las plazas o bateyes para el juego de pelota, en las grandes piedras en el cauce de los ríos y arroyos, en las paredes de las cavernas.

    Las mejores manifestaciones de la escultura taina son los ídolos de la COJOBA. Estos representan figuras antropomorfas masculinas, generalmente acuclilladas, en lo que parece ser una posición ceremonial. Sobre la cabeza, directamente o sostenido por una pieza de madera que salía del dorso del ídolo, figura un plato circular, ligeramente cóncavo, en el que colocaba el polvo alucinógeno que aspiraba el oficiante de la ceremonia.

MÁSCARA - CULTURA TAÍNA

 YOCAHÚ, DIOS DE LA YUCA  

ESPÁTULA VOMITIVA DE HUESO DE MANATÍ  

CEMÍ, CON INHALADOR DE COHOBA

    Lo que hoy podemos denominar ARTE TAÍNO no es otra cosa que la expresión simbólica y estética de su sociedad, de sus necesidades, y sobre todo, de sus creencias y prácticas mágico-religiosas. Es dentro de esta realidad que podemos apreciar e interpretar sus diversas expresiones.

     CEMÍ TAÍNo ARTE TAÍNO.ÍDOLO

 DUJO EN PIEDRA

    Los ídolos en el que aparecen dos figuras humanas acuclilladas sobre un dujo, con el platón ceremonial sostenido sobre sus cabezas por una pieza vertical. Incrustaciones de oro o algún otro material debieron haber enriquecido los ojos y la boca de las figuras.

    Otra importante expresión escultórica de los TAÍNOS son las llamadas MÁSCARAS antropomorfas de piedra, con tradicionales rasgos de grandes y expresivos ojos y boca abierta en rictus ceremonial. Estas MÁSCARAS talladas en un nódulo de piedras son de forma ovoide y con la parte posterior ligeramente convexa y sin pulimento. En su estado original aparentemente debieron mostrar incrustaciones en los ojos y la boca.

    Fuentes etno-históricas también hablan de otros objetos de interés escultórico, que desafortunadamente han desaparecido. Entre ellos figuran los propulsores de dardos tallados en madera y enriquecidos con incrustaciones de oro; elaborados bastones de mando tallados en las duras maderas tropicales; máscaras ceremoniales de madera con incrustaciones de otros materiales; ídolos, posiblemente de madera, recubiertos con lámina de oro; trompetas primorosamente talladas con diseños simbólicos y, por último, las canoas de los caciques, cuya rica y elaborada decoración llamaba la atención de los conquistadores españoles.

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