1/2/21.- Madrid.-
En la novela La carne, de Rosa Montero, hay escondida una pequeña joya. Se trata de la historia imaginaria de Josefina Aznárez, personaje mayúsculo, apasionante, mágico, de esos que aparecen muy de vez en cuando pero se te quedan clavados para siempre.
Josefina es un personaje maldito, una invención desgarrada y dolorosa de la condición de ser mujer. Esa mujer bien podría ser Hildegarda de Bingen, María Lejárraga o George Sand. Su destino se cruza un 3 de noviembre de 1893 con la explosión y posterior tragedia del vapor “Cabo Machichaco”... A partir de aquí, es Laila Ripoll quien escribe este monólogo. Josefina entra en las sombras y desaparece para convertirse en fantasma, en mito, en carne de escenario. Para no desaparecer nunca.
Este caballero incierto es un homenaje a esas mujeres valientes, silenciadas y olvidadas. El caballero incierto trata de nosotras y de nuestro lugar en el mundo
COMENTARIO CRÍTICO
Por Julia Sáez-Angulo
El sufrimiento y la contrariedad de muchas mujeres por no nacer hombres y actuar con más libertad y posibilidades de actuación social ha sido una constante hasta tiempos recientes. El personaje femenino de “El caballero incierto” se desdobla en dos, hombre y mujer, para dar rienda suelta a su creatividad como escritora. Pero la situación y las circunstancias acaban por alterar esa esquizofrenia difícil de sostener, en una batalla mental y verbal, donde la dialéctica da lugar a esta obra de teatro singular.
Los casos de firma masculina para obras realizadas por mujeres ha sido una constante y esa realidad resultaba amarga cuando no dolorosa.
Silvia de Pé sabe encarnar y dar juego con distinta voz por diferente acento a los personajes femenino y masculino que ha de interpretar, fruto de una sola y angustiosa existencia, digna de estudio por los científicos que escuchan la historia a base de un monólogo de alternancias. Papel no precisamente fácil, que la actriz borda en un desdoblamiento con frecuencia desgarrador.
Obra dramática sacada de una novela. La narrativa alimenta al teatro -no solo al cine- cada vez con más frecuencia.
El argumento de “El caballero incierto” da juego escénico en una buena actriz como Silvia de Pé. El texto está bien construido por Laura Ripoll para dar lugar a los matices de interpretación. La dirección bien llevada en este doble papel.
FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
DIRECCIÓN: ALBERTO CASTRILLO-FERRER Y JOSÉ RECUENCO
TEXTO DE: LAILA RIPOLL, BASADO EN UN PERSONAJE DE LA NOVELA LA CARNE DE ROSA MONTERO
IDEA ORIGINAL: SILVIA DE PÉ
REPARTO: SILVIA DE PÉ
DISEÑO DE ESPACIO ESCÉNICO: ANNA TUSELL
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: JUAN GÓMEZ-CORNEJO
ESPACIO SONORO Y MÚSICA ORIGINAL: DAVID ANGULO
DISEÑO DE VESTUARIO: ARANTXA EZQUERRO
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