L.M.A.
08.03.2021.- Madrid.- No a todas las mujeres que escriben poesía les gusta que las denominen poetisas, porque consideran esta palabra algo despectiva. Prefieren la de poeta. No así el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. A muchas nos da igual. A otras escritoras nos da igual; lo importante son los versos.
Hoy, 8 de marzo, Día de la Mujer, feminizamos el lenguaje y las llamamos poetisas, máxime cuando son nombres de primera en el panorama literario. No hemos buscado que sean versos alusivos específicamente a la condición de mujer, aunque algunos han salido así.
Teresa Marcilla
PERDIDA
Difuminado el reflejo del espejo
No encuentro los límites de mí misma
y me pregunto quién es esa que se mira
con un rostro lleno de extrañeza.
Ayer fui amiga de mis instintos
Hoy flagelo alegre mis verdades
Mañana diré que no existo
Y seguiré buscando entre arrabales.
Pensé que la edad da un sitio
Donde descansar de batallas rotas
Pero sólo encuentro humo
Cuando procuro atrapar las sombras.
Teresa Marcilla
Licenciada en Filosofía y Letras, y en Psicología
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M. Antonia García de León
TODAS ERAN VALIENTES
De Bizancio a Corfú, navego el Mediterráneo,
atravieso sus noches.
Vienen a mi cita, al territorio del sueño:
Aspasia desde Atenas, Teodorica de Ravenna,
Egeria de Hispania, más Hypatia, la astrónoma.
Son los escasos nombres
de las mujeres calladas de la Tierra.
Tejieron su eternidad
en las aguas del Mare Nostrum.
Me enamoro de ellas,
ensueño sus penas.
Todas eran valientes.
Sostienen templos-vida.
Son cariátides, metáforas-verdad en piedra.
Nunca encallasteis.
Sigo vuestro rumbo.
Madrugada a Corfú.
Tormenta y lluvia, la nave cabecea.
Avanzamos entre aullidos del mundo.
María Antonia García de León
Profesora de Sociología UCM. Escritora
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Julia Sáez-Angulo con mascarilla (Foto Alonso de Sousa)ELLAS
Nadie les pidió perdón en los foros
por haber legislado contra ellas,
convencidos de para el bien de ellas,
a pesar de su vivo ingenio.
Todo ser humano ha bien nacido
de mujer, incluido el hábil Macduff
de Shakespeare, anunciado a Macbeth
por las brujas profetisas del fin.
Ellas siguen alumbrando con dolor
y gozo, a todos los seres humanos
del planeta, los nutren, los fajan,
alejan sus temores con ternura.
Ellas son ahora sabias, maestras,
profesoras; saben Informática
y Latín. Conocen bien los derechos
y, orgullosas, los invocan con su voz.
Mas, ¡ay!, el arúspice sociólogo
lo proclama con datos y números
a los cuatro vientos del presente
duro, engreído, embaucador:
¡Persiste la pobreza femenina!
¡Prosigue la misoginia global!
Todo hombre dará cuenta un día
de cada lágrima amarga de mujer.
Julia Sáez-Angulo
Licenciada en Derecho y en Periodismo
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DULCINEA, PRINCESA DEL LABERINTO
No me llames ingrata, ni amada enemiga,
nunca supe que yo, la labriega
arrabalera, era Dulcinea, princesa
del laberinto de tus pensamientos.
De haber conocido ese amor platónico
tal vez…
Hubiera, en tu vida, operado el cambio,
pero mírame, yo soy la Dulcinea
madurada al sol de tiempos nuevos.
Luzco escote, visto leggins,
falda corta y mini short, fumo rubio, viajo
de La Mancha a Londres,
Roma, París y Berlín.
Tengo sexo en Nueva York.
Dirijo mi propia empresa
y, por mí, decido yo.
¡Ay, mi caballero andante,
gracias por tu eterno amor,
el que por mí sentiste,
ese amor, tan novelesco, tan callado,
tan verdad,
porque tu amor fue real, ¿o no?
Juana María Herce
Escritora
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Beatriz Villacañas (Foto O. Lumen)
SONETO AL MIRLO QUE SE COME MIS PERAS
Vienes todas las tardes, tan temprano,
aprovechas la ausencia de mi siesta,
llegas a tiempo, con la mesa puesta,
y te comes la fruta del verano.
Después desapareces, mini-hermano,
y tu canto visible es la respuesta
al coro de los árboles en fiesta
y al sol que te calienta tan cercano.
Mi frutal heredero, ladrón tierno,
con tu pico amarillo y tu impaciencia
pones a prueba al árbol cada día.
Quizá te eche de menos en invierno,
tu forma de llegar y tu insistencia.
Si no vinieras más te llamaría.
Beatriz Villacañas
Profesora de la Universidad Complutense.
3 comentarios:
Gracias y felicidades Poetisas por vuestros lúcidos versos,
Gracias a vosotras por ser muchas, quizá todas, o casi.
Me han emocionado las voces de estas grandes poetas,porque tienen la sabiduría de los siglos y la llamada de una mujer escribiendo a la luz de una vela, me gusta llamarlas poetas porque es una hermosa palabra que golpea fuerte con sus sílabas,cuando oigo poetisa algo me recuerda a "sisa" y a "camisa" , como si las mujeres continuasen escribiendo entre las labores de costura. Mujeres POETAS, así, grande para estar en paralelo con ellos, los poetas.Gracias por vuestras voces, amigas, en este día.
Son unos hermosos poemas, reflejo de tanto buen hacer en las letras españolas. Mis felicitaciones a todas.
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