martes, 28 de diciembre de 2021

CRÓNICAS ARGENTINAS XIV. Cristina Santander, la Gran Dama de Recoleta, una artista total

Cristina Santander, artista visual



Julia Sáez-Angulo y Cristina Santander


Julia Sáez-Angulo

Fotos: Adriana Zapisek

27/12/21.- Buenos Aires.- Es una artista visual bien reconocida en Argentina y en España. Sus grandes y coloristas grabados, recreación sui generis de la pintura española del Siglo de Oro han cautivado de tal manera a los espectadores y coleccionistas, que en una Feria de Estampa llegó a vender casi 300 ejemplares, ante el asombro de muchos y envidia de algunos. Su iconografía resulta tan española y particular, que el Ministerio de Asuntos Exteriores de España e Iberia, Líneas Aéreas Españolas, le compraron series enteras para decorar sus espacios. Meninas, príncipes y perros de Velázquez, alusiones goyescas o de El Greco… Toda una recreación que es un guiño a la Historia del Arte Español, a la gran Pintura Española.

Es Cristina Santander, una mujer bella, que ha sido bellísima, con más de 40 años de trayectoria artística internacional, en la que ha triunfado, al tiempo que ha conocido y tratado a muchos de sus colegas, principalmente argentinos y españoles, como Julio Le Parc, con quien sostuvo una relación personal siendo muy joven, o Antonio Seguí. Con ambos mantiene siempre una buena amistad y muestra con afecto dos dibujos respectivos de ellos, cuando eran jóvenes.

María Cristina Santander Sánchez (Buenos Aires), -Cristina Santander para el arte-, mujer cosmopolita, reside en una hermosa casa de cinco pisos, en el cotizado barrio de Recoleta en Buenos Aires, barrio donde ella es la gran Dama del Arte. Allí tiene, además de su preciosa vivienda, su estudio/taller, sala de exposiciones y espacio de docencia una vez a la semana. A ella la reclaman de numerosas Escuelas de Bellas Artes para dar cursos, sobre todo de su dominada especialidad: el grabado. Actualmente la pintora -llamémosla así- está trabajando con el metacrilato, al encastrar algunas de sus pinturas, dibujos o grabados en metacrilato transparente, logrando unos efectos visuales de gran atractivo. A la entrada de la casa, una buena pieza de este material, con alas y espejo, viene a ser un photo-call singular para los que llegamos invitados por su generosidad, en esta ocasión, Adriana Zapisek y yo.

En el recorrido por la casa vemos pinturas al óleo o acrílico, collage, textiles, cobre… No se le resiste un pigmento o un material. 

La pintora, descendiente de españoles, concretamente de gallegos y andaluces, tiene a gala el hecho de que su padre y su abuelo gallegos fueran también artistas, en este caso músicos, si bien al principio su abuelo Manuel Santandré Castro se ganó la vida como sastre, con la suerte de que, al trabajar con buen paño y buen corte, el ejército argentino lo contrató para hacer sus uniformes. 

    Mi abuelo Santandre era músico y compositor. Tenía un conjunto de gaiteros, en el que mi padre tocaba el tambor desde los tres años.

    El éxito mayor le llegó a su papá, Rogelio Santandré -Roger Santander como nombre artístico-, que en 1945 debutó con su propia orquesta. Tocaba la trompeta. Al ser el primer autor argentino que compuso un rock-and-roll -O´clock- y ella logró descubrir uno de sus viejos discos en un coleccionista foráneo. Otra tía materna de la rama andaluza, Minerva Sánchez, transmutada artísticamente en Helen Jackson, era cantante de jazz. Las nanas o la música de cuna de Cristina Santander fue el jazz.

“Si Borges es quien es, lo es porque nació en una familia adecuada para ello. Si yo soy artista plástica es porque nací entre artistas músicos. A mí no me dijeron aquello de que, si estudias Bellas Artes te vas a morir de hambre, porque en mi familia se vivía del arte de la música”, cuenta Cristina Santander, que se lanza a narrar como conoció a la familia paterna gallega:

“En uno de mis viajes a España, me decidí a visitar el pueblo de Bascuas (Pontevedra), de donde procedían mi padre, al que mi abuelo hizo emigrar, pese a no ser el mayor de los hermanos. Desde Madrid tomé un vuelo hacia Santiago de Compostela y, desde allí, un taxi hasta Bascuas, un pueblo donde no había nadie en la calle cuando llegué provista de una carta de mi tía María, hermana de mi abuelo, con la dirección. Al fin vimos una mujer y le preguntamos. Ella era casualmente mi pariente en Bascuas”.

Cristina, mujer creyente en la divina providencia, cuenta detalladamente el encuentro. Ellos acabaron por mostrarle los documentos de propiedad compartida, que ella llevó al mismo abogado que sus parientes le recomendaron -abogado con el que todavía mantiene una amistosa correspondencia- y entre todos llegaron a un saludable acuerdo de reparto de predios de patatas y otros cultivos.

Lo peor fue su paseo solitario por el bosque cercano, en el que se perdió. ¿Sería una cuestión de meigas'. Afortunadamente la pintora pudo llamar con el celular al establecimiento donde se alojaba, Casa Goris. La Guardia Civil la encontró en una ladera de musgo, por la que la pintora había rodado y estaba hecha una lástima. La llegada a Bascuas no pudo ser menos discreta y más sonora; todo el pueblo estaba al corriente de la argentina que llegó y se perdió en el bosque y la rescató la Guardia Civil. Una agente femenina le puso en contacto con otras primas y todo se fue resituando en el conocimiento, respeto y afecto con toda la familia. Conocer el punto de origen parece acomodarlo todo.

“Toda esta historia es como una novela. Galicia es una tierra mágica. Argentina, también a su manera”, sostiene Cristina Santander, quien explica que su apellido en realidad es Santandré, pero ella aceptó con su sentido práctico y fenicio, para seguir el apellido artístico de su papá. Lo de “soy un poco fenicia”, lo dijo ella. Lo cierto es que la pintora sabe defender bien su arte y defenderse ella, cuando ha sufrido robos en su estudio o falsificaciones de su obra.

Ahora, la pintora está aprendiendo a bailar flamenco. “Era una asignatura pendiente y nunca es tarde para aprender”.

Más información

https://cristinasantander.com.ar/

https://cristinasantander.com.ar/biografia

https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Cristina+Santander

Adriana Zapisek fotografía una pieza de metacrilato de Cristina Santander

Junto a políptico de tondos en el comedor de la casa

Julia Sáez-Angulo ante la pieza de metacrilato de Cristina Santander

Obra de Cristina Santander en marcha

Julia Sáez-Angulo ante el café La Biela

1 comentario:

Maria Sampelayo dijo...

Enhorabuena por este impresionante historia y el reportaje artistico sobre Cristina Santander.
Es una preciosidad, querida Julia lo que has escrito.

Recuerdos a esas terras de Argentina....Ojala pronto vaya por alli que lo estoy deseando desde hace tiempo...y pueda conocer personalmente aCristina

FELIZ 2022 para todos los argentinos y españoles que estamos muy hermanados

Maria Hernandez-Sampelayo
Historiadora y profesora universitaria
Madrid, ESPAÑA