Prólogo de Lynsey Hanley
Presentación de Simon Hoggart
Traducción de Inga Pellisa
Editorial Capitán Swing
L.M.A.
4/4/22.- Madrid.- Cuando una sociedad se vuelve más próspera, ¿pierde otros valores? ¿Se desperdician las habilidades que la educación y la alfabetización dieron a millones de personas en consumir cultura pop? ¿Los medios de comunicación nos obligan a entrar en un mundo de lo superficial y lo material, o pueden ser beneficiosos? En 1957, cuando Richard Hoggart hizo estas preguntas en su libro Los usos del alfabetismo, Gran Bretaña estaba experimentando un gran cambio social. Sin embargo, su obra no ha perdido relevancia en la actualidad. Hoggart ofrece una visión fascinante de los valores estrechamente unidos que conforman las comunidades de clase trabajadora del norte de Inglaterra y que están desapareciendo, y expone sus puntos de vista sobre la llegada de una cultura de masas nueva y homogénea de influencia estadounidense.
Mezclando experiencias personales con historia social y crítica cultural, este trabajo pionero examina los cambios en la vida y los valores de la clase trabajadora inglesa en respuesta a los medios de comunicación. Hoggart trazó una nueva metodología en los estudios culturales basada en la interdisciplinariedad y una preocupación por cómo los textos de las publicaciones masivas están entretejidos en los patrones de la experiencia vivida.
Richard Hoggart es un sociólogo británico, su extensa obra aborda los campos de la sociología, la literatura inglesa y los estudios culturales, en especial la cultura popular del Reino Unido. También es conocido por ser el fundador del Centre for Contemporary Cultural Studies en la Universidad de Birmingham. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Real Artillería y regresó con el rango de capitán. En la Universidad de Hull trabajó como tutor entre 1946 y 1959, y de profesor titular en la Universidad de Leicester entre 1959 y 1962.
Los usos del alfabetismo (1957), su obra más citada, ha sido interpretada como un lamento por la pérdida de estructuras comunitarias que hacían posible una cultura popular entre la clase obrera y una crítica de la cultura de masas impuesta por la industria cultural. Como académico de filología inglesa, fue uno de los testigos del famoso juicio por la publicación de El amante de Lady Chatterley en 1960. Su defensa se basó en demostrar que en realidad se trata de una obra profundamente moral y puritana, y se dice que su alegato influyó mucho en el resultado del juicio.
Siendo profesor de inglés en la Universidad de Birmingham (1962-1973) fundó el Centre for Contemporary Cultural Studies (CCCS) y lo dirigió entre 1964 y 1968. De 1971 a 1975, trabajó para la Unesco y fue rector del Goldsmiths College de la Universidad de Londres (1976-1984), antes de retirarse de la vida académica institucional.
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