Julia Sáez-Angulo
Fotos: Mercedes Marcos
5/9/22.- El Escorial.- El profesor Javier Campos y Fernández de Sevilla impartió la conferencia de clausura sobre “El IV Centenario de la canonización de San Isidro” en el simposio del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas:
“El 12 de marzo del año 1622 Gregorio XV inscribió a Isidro Labrador de Madrid en la lista de los santos, junto a San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús y San Felipe Neri, siendo la primera canonización que se incluía a varios beatos. Los reyes Felipe III y Margarita de Austria mostraron especial interés en apoyar el proceso para que el patrono de la Villa y Corte fuese santo.
Acertadamente comentado por Lope de Vega con estas palabras: “Un labrador para humildes; un humilde para sabios; un sabio para gentiles; y una mujer fuerte para la flaqueza de las que en tantas provincias aflige el miedo”.
Como había sucedido dos años antes cuando la beatificación -14 de junio de 1619, por el papa Paulo V-, el Ayuntamiento organizó unas importantes fiestas siguiendo el esquema conocido como “fiestas barrocas” en el que durante ocho días el centro de la ciudad se adornaba profusamente con las calles llenas de gente viendo y disfrutando de los fuegos artificiales y otros actos festivos como representaciones teatrales, juegos de cañas y mascaradas; también fueron frecuentes las corridas de toros a primeras horas de la tarde.
El domingo 19 de junio tuvo lugar la gran procesión general partiendo desde la iglesia de San Andrés donde se conservaba el cuerpo incorrupto de San Isidro que desfiló en una rica urna regalo del gremio de plateros.
Un tema muy atractivo fueron las representaciones de dos comedias de Lope de Vega escritas para esta ocasión: “La infancia de San Isidro” y “La juventud de San Isidro”. Fueron representadas frente a palacio para que el rey y la familia real pudiese verlas desde los balcones; otros días lo fueron en la Plaza Mayor.
Las celebraciones finalizaron con el fallo del concurso de poesías que también organizó el Ayuntamiento, confiando a Lope de Vega la organización de la velada, participando 132 poetas. El cronista y coordinador general de estas fiestas, Lope Félix de Vega, puso capacidad, conocimientos y saber hacer para que los actos resultasen un éxito; todo ello unido a la especial devoción que tenía a su paisano San Isidro. Supo unir el ideal barroco del teatro y la oratoria sagrada, tratando que los asistentes siguiesen los tres pasos de la preceptiva que todos buscaban: “enseñar, deleitar y mover”. Detrás de la fiesta vivida quedaba la sugerencia de aprender e imitar la vida de Isidro, labrador de Madrid y santo.”
1 comentario:
Queridos amigos
San Isidro ha dado nombre a un barrio muy bello en las afueras de Buenos Aires, con casonas y calles anchas.
Por otra parte, siempre que puedo me alegro de mis visitas a la co-catedral de San Isidro, en la bella Madrid.
Nuevos saludos,
Raúl
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