miércoles, 20 de septiembre de 2023

RUBÉN HECHAVARRÍA, SALVIA: “El universo como caladero de iconos”. Visita de artistas

Rubén Hechavarría, en el centro, entrevistado en Radio Intereconomía

Artistas y críticos en la exposición de Salvia

L.M.A

Fotos Luis Magán

20/9/23.- Madrid.- Un grupo de artistas y críticos de artistas visitaron ayer la exposición de Rubén Hechavarría, Salvia, en el espacio Plusartis de Madrid (c/ San Lorenzo, 3). Entre ellos, Alfonso Sebastián, Patricia Larrea, Guía Boix, Cesar Casanova, Julia Sáez-Angulo, Mariano Cobo, Lola Rodríguez, Tom Cawsert…

La crítica de arte Julia Sáez-Angulo, comisaria de la exposición, ha escrito en el catálogo de la exposición:

“El artista cubano/suizo sabe que el mundo está lleno de imágenes listas y disponibles para apresarlas en el arte. Su espíritu y retinas se enriquecen gozosas del color y de formas. El mundo es un caladero de iconos, donde el autor selecciona, con automatismo psíquico, lo que le impacta, le gusta, le emociona o interesa. Un alfabeto de imágenes que encierran un vocabulario de conceptos propio. El autor, seguidamente escribe y compone su lenguaje para una obra artística con aquel material, que se amalgama y funde con la creatividad e imaginación de su mente. Una manera personal de hacer y decir en el cuadro pintado. Singular, única. Es el panóptico de Rubén Hechavarría, Salvia como pseudónimo y firma.

En el trabajo plástico del autor encontramos, como en el arca de Noé, diversas presencias y uniones, desde la naturaleza con su flora y su fauna, a parejas convergentes o divergentes, biología, fotogramas de publicidad, mantras, números, fechas, letras, palabras en español o en inglés -lengua franca-, objetos cotidianos, homenajes puntuales a maestros del pop como Roy Lichtenstein, juegos de imagen y palabra, grafitis, frases afectivas, geometrías, toques ornamentales, ecos cubano-africanos, recuerdos, fantasías… Un totum revolutum cromático gozoso, armónico… Artístico. Una verbena de imágenes sin límite, que se transmutan en arte, por la mano prodigiosa del artista. 

Un apropiacionismo gozoso, con nombre y apellidos de autor. Un diario puntual donde se registran las distintas jornadas vividas. Un dietario personal y visual, escrito con un lenguaje propio, que le confiere señas de identidad artísticas e inmediatas. Reconocibles. Un políptico asombroso, a modo de caleidoscopio lumínico, jovial y risueño en apariencia, pero que también esconde juegos, guiños, cargas de profundidad sonrientes, irónicas o críticas. Un Panóptico de la visión, la memoria selectiva, la maestría de dibujo y el trazo, que lleva la firma de Rubén Hechavarría.

    El apropiacionismo es una práctica, que consiste en realizar una obra de arte a partir de otra que ya existe (y cuya autoría es de otro). El artista se “apropia” de la obra de otro creador de manera evidente, no como plagio, sino para “convertirla en otra cosa”. Picasso, Bracque, Picabia, Bretón y otros vanguardistas históricos lo practicaron con el “d´après”, el “después de…”.

    Pero no es este el caso de Salvia. Su apropiacionismo es visual, vital, presente, cotidiano… solo algún guiño al arte de vez en cuando. Su vivero es el mundo, la naturaleza. Su caladero, el universo. Él está más bien en la órbita de un Joseph Cornell, si bien éste jugaba con los objetos táctiles, mientras que Salvia lo hace con imágenes pintadas y, ya sabemos, que la pintura es siempre más ilusionística que la escultura o el relieve. Hechavarría es hijo de Marcel Duchamp a su manera, en cuanto a la “imagen encontrada”. Su obra se incardina con toda fuerza en el largo y profundo cordón umbilical de la Historia del Arte, que nos lleva hasta Altamira y Lascaux.

    Rubén Hechavarría, Salvia, trabaja casi siempre sobre lienzo, con pigmento acrílico y/o collage. Su presentación en Madrid la hace, a base de una veintena de obras, en las que se pone de manifiesto su dominio del dibujo, con su valor estético y narrativo, así como la maestría al aplicar el color con toda la paleta, sin excluir el negro. Además, da cuenta de su poética artística, que conecta con la sensibilidad de nuestros días: una cierta alegría cromática y pop, al tiempo que, testimonio de un presente variopinto, donde la fragmentación existe y la variedad nos diferencia y enriquece cuando se aúna.

    Decía el escritor Josep Pla, que “lo difícil es saber mirar”. Hechavarría , Salvia, lo sabe, lo hace, lo procesa y lo transmite con precisión en su obra artística. La síntesis es la sabiduría de su pensamiento hecho arte”.

    Más información

www.salviarte.ch

Rubén Salvia, pintor

Tom Cawsert, pintor y Luis Magán, fotógrafo
Luis Magán, Patricia Larrea, Julia Sáez-Angulo y Alfonso Sebastián

Foto de grupo en torno a Salvia
Christian Prevost y la modelo norteamericana
Dos profesores de Bellas Artes: Rubén Hechevarría Salvia y Francisco López-Soldado


1 comentario:

Raúl dijo...

¡Qué bello estar en Madrid disfrutando de las muestras de arte! Son pequeños grandes placeres de la vida. Saludos,
Raúl