L.M.A.
Fotos: Luis Magán
20.12.2024.- Madrid.- El Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes muestra de manera integral y por primera vez en España los telones originales, diseñados y pintados por Salvador Dalí para el ballet Bacchanale. Salvador Dalí calificó Bacchanale como el primer ballet paranoico. Él mismo escribió el libreto y diseñó los decorados y el vestuario. La obra, desarrollada con la compañía del Ballet Russe de Montecarlo, se estrenó el 9 de noviembre de 1939 en el Metropolitan Opera House de Nueva York. El éxito de Bacchanale fue rotundo y permaneció en el repertorio desde 1939 hasta 1941, siendo representado de nuevo en 1945 y posteriormente en 1967, esta vez en Mónaco, última vez que se tuvo la oportunidad de ver.En este ballet, Dalí colaboró con Léonide Massine, coreógrafo y director de la compañía. La producción contó con otras figuras de renombre como Coco Chanel, que trabajó en la realización de parte del vestuario y de los accesorios, así como Barbara Karinska, que fue quien finalmente los confeccionó. En cuanto al decorado lo realizaron en estrecha colaboración Salvador Dalí y el príncipe Alexandre Schervachidze, quien trabajó con gran fidelidad a partir de la maqueta realizada por el artista. La música del ballet consistió en una adaptación de la ópera Tannhäuser de Wagner.
Dalí pensó el espectáculo como una trilogía que incluía también los ballets Laberinto y Sacrificio, de los cuales solo el primero se llevó a cabo. En Laberinto se escenificaba el “resurgir de la tradición”; Bacchanale se planteaba como la representación de un “caos romántico” y Sacrificio concluía con el “triunfo de la religión y de los valores espirituales”.Bacchanale relataba la llegada de Luis II de Baviera, protagonista de la obra y personaje histórico, al Monte de Venus. A lo largo del ballet, Luis II, en su locura, se identificaba con Tannhäuser, protagonista de la leyenda medieval en la que se inspiró Wagner y que Dalí interpretó a través de su método paranoico-crítico y del psicoanálisis de Sigmund Freud. En este sentido, el solapamiento de personajes e imágenes no solo se hace patente en la narración sino también en el propio decorado, enmarcado en la pintura que Dalí estaba realizando desde los años treinta donde la iconografía adquiere una gran potencia simbólica con numerosas posibilidades de lectura.
El decorado de Dalí incluye un telón y cuatro lienzos que refuerzan la perspectiva, con el Monte de Venus como elemento central, vinculado al mito de Leda y el pecado femenino. La composición integra referencias renacentistas, como Los Desposorios de la Virgen de Rafael, y contrastes entre amor y muerte, acompañados por detalles característicos como calaveras inquietantes, cajones alusivos al inconsciente y figuras fantasmagóricas. Dalí emplea recursos de la pintura flamenca del siglo XV y del Renacimiento para explorar los límites de la visión, solapando imágenes que combinan lo sensual con lo espectral. El decorado teatral refleja su interés por la mirada como un juego de ambigüedades y superposicioneTras el cierre del Ballet Russe de Montecarlo en 1968, los decorados fueron donados a la Universidad Butler, aunque el cisne de madera que formaba parte de la escenografía fue destruido para reducir espacio de almacenaje.
Esta exposición podrá visitarse en horario de 11 a 14h.
No hay comentarios:
Publicar un comentario