"Y Dios creó a la mujer", con imágeges de Miguel Ángel, Aduanero Rousseau y Trini Romero
Julia Sáez-Angulo y Carmen Valero
Fotos: J.S.A.
8/12/25.- Alcalá de Henares.- La pintora sevillana, residente en Alcalá de Henares, Trinidad Romero, está contenta, porque envió un poema al azar a un concurso en Buenos Aires, y su poema “J. H. B” ha merecido un Mención Especial del jurado. Ella se considera pintora por encima de todo, esa ha sido su trayectoria continuada, desde que terminó Bellas Artes en la ciudad hispalense, pero la literatura le tentó también desde hace unos quince años, desde que la animara a escribir la poeta Carmen Silva, cuando leyó algunos de sus poemas y cuentos. En Alcalá, es el escritor Paco Peña, buen amigo, quien le asesora y anima.
“Con Argentina tengo deuda de un viaje a Buenos Aires, para conocer el Museo de Borges, donde hay un dibujo mío, que fue boceto del cuadro que tengo en casa con mucho aprecio. Se titula “El Aleph”, el célebre relato del escritor argentino. Lo fui pintando poco a poco con toda su simbología, sosteniendo el libro de Borges en la falda, que acabó con pintura entre sus páginas. Es un dibujo y un cuadro muy queridos para mí”.
Actualmente, por asuntos familiares, Trini está más contenida en el campo de la pintura, aunque el estudio/taller no está lejos de su casa. “La familia es lo primero -insiste- y por ello se dedica más a escribir. “La pintura requiere una continuidad y una constancia, de la que ahora no dispongo”, explica, al tiempo que muestra algunos retratos pendientes de los últimos retoques, en la visita que hicimos a su estudio.
Trinidad Romero Blanco es sevillana hasta las cejas, no lo puede ocultar ni remediar. Ella lo sabe y lo asume con gusto y humor. “Se dice que los sevillanos son clasistas y no creo que sea cierto, pero yo soy sevillana y no me pierdo una Semana Santa de allí, con todas sus cofradías y procesiones. Me coloco la mantilla desde el primer día que llego, y a recorrer la ciudad y una celebración única cada año.
Trini tiene un gran cuadro (110 x 190 cm) titulado “Santa Justa y Sevilla”, que pintó, por encargo del arzobispo hispalense monseñor Juan José Asenjo, pintura que hoy figura en la Archidiócesis. Disfrutó mucho haciéndolo, pintando a una de las patronas de Sevilla -la otra es santa Rufina-, porque junto a la santa, se explayó en la morfología de la ciudad: “catedral, Giralda, el arco de la Macarena, junto al que me casé, la iglesia de San Pedro, donde fui bautizada, al igual que el pintor Diego Velázquez y Silva; la del Nervión, donde fueron bautizados mis hijos, puentes, río Guadalquivir…”
Trini practicó durante un tiempo la abstracción en la pintura, hasta que se rindió, convencida, de que lo suyo era realmente la figuración libre, imaginaria, y ésta, ensoñada por la realidad y su mundo de símbolos, que la enriquecen. Por todo ello quiso hacer una serie titulada “Homenaje a Grandes Pintores”, en la que conjunta el lenguaje excelente de los maestros de la Historia del Arte, con alguna de sus pinturas, para dejar claro que la armonía se logra con una buena composición y cromatismo unificador.
Por esta serie de cuadros, con sus previos bocetos, supera la veintena y, por ellos, desfilan imágenes de Miguel Ángel, Rafael, Melozzo, Ricci, Kandinsky, Velázquez, Marc Chagall, El Greco, Munch, Modigliani, Degas, Matisse, el Aduanero Rousseau, Goya, Ibáñez para los comics… “Me falta Rembrandt- explica- algún día lo haré”. Los estilos y los siglos se mezclar por el arte prodigioso de la pintura de Trini. “Todas son composiciones soñadas. Mi obsesión era la armonía del cuadro, con todas sus presencia y guiños. El simbolismo me encanta. La serie me llevó cuatro años”.
El círculo, como figuración que se cierra, como la vida, aparece en la composición de muchos de sus cuadros. Las manos, siempre difíciles y complicadas para muchos pintores, son un logro muy aplaudido en la obra de Trinidad Romero.
“Es el aprecio por la belleza, que tanto nos enseñó el profesor Eduardo Peña en su academia de Madrid”, cuenta Trini. “A él le debo mucho, porque era exigente, creía en mi pintura y me concedió la beca de Pintura Figurativa. Fui de las pocas, si no la única, a la que permitió hacerle un retrato. Cuando fue mayor y estuvo enfermo en su casa, ya retirado, le llamé por teléfono para interesarme por él y su asistenta me dijo: “Como no la voy a conocer a ud, si tengo en la casa el retrato que le hizo a don Eduardo con su propia firma”. Aquel comentario me llenó de satisfacción”.
Trinidad Romero es comunicativa, verbosa, gran narradora… agradecida sus profesores y también a sus alumnos, que le han ayudado en la reciente mudanza de casa y a clavar la colección de benditeras que tienen en un paño de la pared. “He dado muchas clases y me gusta la docencia, pero ahora no puedo, porque requiere una sujeción de horarios, de la que actualmente no dispongo”, comenta, al tiempo que nos muestra el lugar del estudio donde impartía las clases y cuelgan algunos modelos de escayola”.
Trini, pese a sevillana, se manifiesta contenta en Alcalá de Henares. "Aquí tengo buenos amigos y vida cultural interesante. Además, Madrid está muy cerca. También he pintado el perfil de Alcalá de Henares.", declara.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Trinidad+Romero
Imagen del Greco
Con la imagen de "El grito" de Munch, por Trini Romero
Con Velázquez y Sevilla
Carmen Valero con un grabado de Trinidad Romero
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