“La subversión de la imágenes”
-surrealismo, fotografía y cine-
Fundación Mapfre. Madrid
Paseo de recoletos, 239
Del 16 de junio al 12 de septiembre de 2010
Julia Sáez-Angulo
La Fundación Mapfre presenta la exposición “La subversión de las imágenes -Surrealismo, fotografía y cine”, que podrá verse en la sala Recoletos. La exposición, realizada en colaboración con el Centre Pompidou y el Fotomuseum Winterthur, presenta más de 400 obras que muestran el encuentro del movimiento surrealista con la fotografía como lenguaje y como obra de arte. La muestra invita a sumergirse en el proceso de investigación y descubrimiento que vivieron los miembros de esta corriente, cámara en mano, mientras forzaban los límites de estos medios para lograr sus fines.
En la presentación a los medios informativos han participado el Presidente del Instituto de Cultura de Fundación Mapfre, Alberto Manzano Martos, su Director General, Pablo Jiménez Burillo, y los comisarios de la exposición Quentin Bajac, Conservador Jefe del Departamento de Fotografía del Centre Pompidou, y Clément Cheroux, Conservador del Departamento de Fotografía del mismo centro.
La exposición se articula en nueve secciones en las que se entremezcla la obra fotográfica con diferentes cortometrajes y otro tipo de documentos, para poder reflejar de manera simultánea cómo determinados motivos u obsesiones se repetían en todos los ámbitos de actuación en que trabajaban.
Con objeto de ampliar y hacer accesible al público general los contenidos de la exposición, se presenta una página web monográfica sobre la misma. Desde la dirección www.exposicionesmapfrearte.com/subversion los internautas podrán realizar un recorrido por la muestra y sus obras más destacadas. Asimismo, se podrán descargar un extracto del catálogo y acceder a la información sobre los talleres y visitas.
El surrealismo nació después de la primera guerra mundial, en 1925 la sitúan algunos historiadores, sin pretender hacer arte sino mirar la realidad de modo distinto, subvertido. Movimiento de subversión y revolución. El movimiento, liderado por André Bretón, se deshizo tras la segunda guerra mundial cuando unos se sintieron troskistas, otros estalinistas y otros se desmarcaron de la revolución soviética del 17.
Hay que cambiar la mirada
El Surrealismo, nacido en París, tuvo una expansión internacional muy rápida lo que le llevó a manifestarse en diferentes países como Bélgica, Checoslovaquia y otros. “Ha que cambiar la vida”, decía Rimbaud, a lo que los surrealistas añadieron: “Hay que cambiar la mirada”.
La fotografía y el cine fueron campos donde mejor se aprecia aquel movimiento de subversión a base de acentos lúdicos, irreverentes, azarosos o trascendentes, mucho mejor que en la pintura según declaró el comisario Cheroux. El primer fotomatón apareció en parís en 1921 y con él. Con los ojos cerrados, los surrealistas hicieron collages y quisieron demostrar que había que mirar de otra manera. La relación de la foto y la vida se hace porosa para ellos y de esto da cuenta la exposición dividida en nueve apartados. “Ver es un acto” señaló Paul Nougé.
“La belleza será convulsiva” escribió Bretón y así se aprecia en buena parte de las piezas expuestas. Louis Aragón señaló que “el vicio llamado Surrealismo consiste en el uso desordenado y pasional del estupefaciente imagen”.
Fotografías, imágenes y documentos a tres alturas dan cuenta al espectador de la manifestación plástica del Surrealismo una teoría revolucionaria y subversiva en Manifiesto, que se fue diluyendo paulatinamente hasta quedar en simple referente de la moda y la publicidad en nuestros días. Picasso apenas si se interesó por este movimiento.
-surrealismo, fotografía y cine-
Fundación Mapfre. Madrid
Paseo de recoletos, 239
Del 16 de junio al 12 de septiembre de 2010
Julia Sáez-Angulo
La Fundación Mapfre presenta la exposición “La subversión de las imágenes -Surrealismo, fotografía y cine”, que podrá verse en la sala Recoletos. La exposición, realizada en colaboración con el Centre Pompidou y el Fotomuseum Winterthur, presenta más de 400 obras que muestran el encuentro del movimiento surrealista con la fotografía como lenguaje y como obra de arte. La muestra invita a sumergirse en el proceso de investigación y descubrimiento que vivieron los miembros de esta corriente, cámara en mano, mientras forzaban los límites de estos medios para lograr sus fines.
En la presentación a los medios informativos han participado el Presidente del Instituto de Cultura de Fundación Mapfre, Alberto Manzano Martos, su Director General, Pablo Jiménez Burillo, y los comisarios de la exposición Quentin Bajac, Conservador Jefe del Departamento de Fotografía del Centre Pompidou, y Clément Cheroux, Conservador del Departamento de Fotografía del mismo centro.
La exposición se articula en nueve secciones en las que se entremezcla la obra fotográfica con diferentes cortometrajes y otro tipo de documentos, para poder reflejar de manera simultánea cómo determinados motivos u obsesiones se repetían en todos los ámbitos de actuación en que trabajaban.
Con objeto de ampliar y hacer accesible al público general los contenidos de la exposición, se presenta una página web monográfica sobre la misma. Desde la dirección www.exposicionesmapfrearte.com/subversion los internautas podrán realizar un recorrido por la muestra y sus obras más destacadas. Asimismo, se podrán descargar un extracto del catálogo y acceder a la información sobre los talleres y visitas.
El surrealismo nació después de la primera guerra mundial, en 1925 la sitúan algunos historiadores, sin pretender hacer arte sino mirar la realidad de modo distinto, subvertido. Movimiento de subversión y revolución. El movimiento, liderado por André Bretón, se deshizo tras la segunda guerra mundial cuando unos se sintieron troskistas, otros estalinistas y otros se desmarcaron de la revolución soviética del 17.
Hay que cambiar la mirada
El Surrealismo, nacido en París, tuvo una expansión internacional muy rápida lo que le llevó a manifestarse en diferentes países como Bélgica, Checoslovaquia y otros. “Ha que cambiar la vida”, decía Rimbaud, a lo que los surrealistas añadieron: “Hay que cambiar la mirada”.
La fotografía y el cine fueron campos donde mejor se aprecia aquel movimiento de subversión a base de acentos lúdicos, irreverentes, azarosos o trascendentes, mucho mejor que en la pintura según declaró el comisario Cheroux. El primer fotomatón apareció en parís en 1921 y con él. Con los ojos cerrados, los surrealistas hicieron collages y quisieron demostrar que había que mirar de otra manera. La relación de la foto y la vida se hace porosa para ellos y de esto da cuenta la exposición dividida en nueve apartados. “Ver es un acto” señaló Paul Nougé.
“La belleza será convulsiva” escribió Bretón y así se aprecia en buena parte de las piezas expuestas. Louis Aragón señaló que “el vicio llamado Surrealismo consiste en el uso desordenado y pasional del estupefaciente imagen”.
Fotografías, imágenes y documentos a tres alturas dan cuenta al espectador de la manifestación plástica del Surrealismo una teoría revolucionaria y subversiva en Manifiesto, que se fue diluyendo paulatinamente hasta quedar en simple referente de la moda y la publicidad en nuestros días. Picasso apenas si se interesó por este movimiento.
La Fundación Mapfre ha dedicado buena parte de sus exposiciones al arte francés.
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