L.M.A.
La Comunidad de Madrid cumple este año un cuarto de siglo
cuidando del patrimonio histórico de los madrileños en una labor que
comprende desde la recuperación de vestigios arqueológicos y
paleontológicos hasta la rehabilitación de monumentos de todo tipo para el
disfrute de los ciudadanos. Coincidiendo con esta fecha tan señalada, el
director general de Patrimonio Histórico del Gobierno regional, José Luis
Martínez-Almeida, visitó hoy uno de los tesoros más antiguos que se
conservan protegidos por la Comunidad de Madrid: las pinturas rupestres
del Abrigo de Los Aljibes, en La Pedriza.
Durante su visita a las pinturas, que tienen en torno a 4.000 años de
antigüedad (fueron creadas entre las fases finales del Neolítico y las
primeras etapas de la Edad del Bronce), Martínez-Almeida anunció que la
Comunidad estudia diversas alternativas para hacer accesible a todos los
madrileños este tipo de arte primitivo localizado en una veintena de
enclaves de los extremos norte y suroeste de la región.
Las pinturas del Abrigo de Los Aljibes fueron descubiertas en 1989.
Hasta esa fecha no se conocía ningún enclave con arte rupestre
esquemático en la Comunidad de Madrid, por lo que el hallazgo alertó a
los investigadores sobre la posible existencia de otras manifestaciones
rupestres prehistóricas en el territorio madrileño.
El Abrigo de Los Aljibes se encuentra en las estribaciones orientales
de La Pedriza de Manzanares El Real. Se trata de una pequeña oquedad
natural (6 metros de profundidad, 2 metros de anchura máxima, 1,50 de
altura máxima), que posee amplias vistas sobre el valle del río
Manzanares. Las pinturas se ubican en la pared derecha del abrigo,
ocupando un panel vertical de 1,25 metros de ancho por 0,80 de alto.
El contenido artístico de este abrigo se compone de varios signos
geométricos y hasta 25 figuras antropomorfas de tipo esquemático
realizados en color rojo de varios tonos. Los elementos más significativos
son sin duda las citadas figuras antropomorfas, realizadas con trazos
simples, que parecen conformar una escena.
Debido a las escasas dimensiones del abrigo y la fragilidad de las
manifestaciones rupestres, no está abierto al público y se encuentra
cerrado mediante unas rejas de seguridad instaladas por la Comunidad.
Arte rupestre prehistórico en la Comunidad de Madrid
Hasta el año 1989, fecha del descubrimiento del Abrigo de Los Aljibes, el
arte rupestre prehistórico de la Comunidad de Madrid se reducía a un
único yacimiento, la famosa Cueva del Reguerillo, situada en las
formaciones calizas del término de Patones, en la que se encontraron a
principios del siglo XX grabados que han sido atribuidos al Paleolítico
superior. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1944.
Con el paso de los años fueron descubriéndose otros y los hallazgos
más recientes de arte rupestre esquemático han tenido lugar en la banda
de calizas cretácicas que recorre el término de Guadalix de la Sierra, área
donde ya se había señalado anteriormente la presencia de
manifestaciones artísticas postpaleolíticas. En el año 2000 se descubrió la
figura aislada del arroyo Albalá, en 2001 las pinturas de la Cueva del
Quejigal y en 2005 las del Abrigo de los Alcores.
En la actualidad se conocen en la Comunidad de Madrid un total de
19 enclaves con pinturas esquemáticas postpaleolíticas y un único
ejemplo de arte rupestre atribuido al Paleolítico superior, los grabados de
la Cueva del Reguerillo (Patones).
Extremos norte y suroeste de la región madrileña
Se han definido dos grandes núcleos de arte esquemático, situados en las
estribaciones del Sistema Central. El primero, en el extremo norte de la
Comunidad, cuenta con once estaciones localizadas entre Patones y
Guadalix de la Sierra pasando por los municipios de Torremocha del
Jarama, Torrelaguna, y El Vellón, otras tres estaciones situadas en los
ambientes graníticos de la Pedriza de Manzanares El Real y una más en
las proximidades de Buitrago del Lozoya.
El segundo grupo se sitúa en el extremo suroeste de la provincia, en
el valle del Alberche, con las cuatro estaciones de San Martín de
Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, localizadas todas ellas en el ámbito
del Cerro de San Esteban.
Los motivos más frecuentes en las pinturas postpaleolíticas de la
región son las barras, las puntuaciones, los motivos abstractos y
geométricos y las representaciones esquemáticas de figuras humanas y
de animales.
25 años conservando el patrimonio
Estas creaciones artísticas de nuestros antepasados son sólo una muestra
de la enorme riqueza histórico artística que se conserva en la región. Hace
25 años, la Comunidad de Madrid asumió las competencias en materia de
conservación y difusión del patrimonio histórico, etapa que Martínez-
Almeida calificó hoy de “enormemente positiva, ya que durante estos
años, el Gobierno regional ha tomado medidas que han permitido que los
madrileños disfruten del legado de sus antepasados. Se trata de iniciativas
clave como la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid,
10/1998; la creación del 1% Cultural, que destina el 1% del presupuesto
de obras públicas a financiar actuaciones sobre el patrimonio histórico
artístico, y la aprobación del Plan de Yacimientos Visitables, que ha
permitido abrir ya al público nueve de los 26 con los que contamos”.
El 1% cultural ha complementado el esfuerzo presupuestario
realizado por la Comunidad para restaurar desde restos paleontológicos
hasta joyas arquitectónicas de todos los tiempos, incluyendo
infraestructuras civiles (la Plaza de Chinchón, la calzada romana de
Galapagar; la antigua fábrica de Cervezas El Aguila, que alberga la
Biblioteca Regional; el Museo Casa Natal de Cervantes…), recintos
amurallados (Buitrago del Lozoya…), castillos (Manzanares…), iglesias y
conventos (Capilla del Obispo, Convento de las Comendadoras…), etc.
Además de aprobar la Carta Arqueológica de la Comunidad de
Madrid, se ha establecido un control arqueológico y paleontológico sobre
todas las obras que se realizan en zonas en las que se estima que puede
haber restos. Se trata de una medida conocida como arqueología
preventiva que ha permitido dar con hallazgos como la cápsula del tiempo
de Cervantes, los restos paleontológicos prehistóricos de la M-30 y de la
estación de Metro de Carpetana, o los vestigios arqueológicos del Metro
Opera y la estación de Cercanías de Sol, y exponerlos, muchas veces en
el mismo lugar en que se localizaron.
Investigación en marcha
Por supuesto, la Comunidad ha apoyado la investigación en campañas en
diversos yacimientos, entre los que destacan, por mencionar tan solo dos
de ellos, el yacimiento paleontológico de Pinilla del Valle y la ciudad
romana de Complutum, en Alcalá de Henares. todo ello se suma la labor
de investigación y difusión que realiza la Comunidad y, especialmente, el
Museo Arqueológico Regional, cuyas instalaciones, abiertas en 1999, van
a ser ampliadas en los próximos meses para ganar espacio destinado al
público. La Comunidad ha organizado durante estos años múltiples
exposiciones temporales (ahora mismo pueden visitarse la muestra de la
Cápsula del Tiempo de Cervantes en la sede del Gobierno regional, en la
Puerta del Sol, y la exposición Oro y Plata en el Museo Arqueológico
Regional, en Alcalá de Henares).
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