Dibujos/Pintura 2000-2010
Sala de la FJC, Rambla 10 de Barcelona
Del 7 de octubre al 6 de noviembre de 2010
L.M.A.
06.10.10 .- Barcelona .- Occidente narra con Plinio el nacimiento del dibujo y la pintura, el día en que una muchacha corintia, hija del alfarero Butades de Sición, dibujó el perfil de su enamorado en el muro de su casa, siguiendo los rasgos que proyectaba la sombra a la luz de una vela. El tema ha sido llevado a los cuadros con asiduidad, alternando el título de “nacimiento del dibujo” o “nacimiento de la pintura”. Resulta curioso que uno y otra se fundan en esta fábula, que si no es cierta está bien contada por el autor latino.
Rosa Yagüe (Barcelona, 1947) nos presenta una serie de obras de cierto tamaño, en los que la idea del dibujo y la pintura se funden sin solución de continuidad. Hay trazo y hay color; hay línea y hay valores pictóricos; hay grafito y lápices de colores, junto a texturas de oro y plata, de piedras o espejos; hay trazos y sombras; hay tinta china a pluma de ave y pigmentos cromáticos que encienden la forma sobre el soporte... Hay blancos, negros, amarillos, ocres... que distribuyen en la geometría del soporte con ritmos matemáticos.
¿Dibujo?, ¿pintura?... Yo diría que Dibujos/pintura o Pinturas/dibujo, porque los géneros se mezclan y funden en la obra de esta artista versátil y proteica, que no se atiene a un solo material sino que los conjunta con armonía en piezas sorprendentes y sabias. Dibujos únicos como caligrafías de autor; pinturas especiales en las que el concepto se impone a la par que la forma.
Dibujante, pintora, grabadora, ceramista, instalacionista... para Rosa Yagüe no caben los límites en el arte sino la hibridación y fecundidad. En esta muestra, la autora se ha centrado en los dibujos/pinturas para ofrecer una serie singular en la que ha trabajado con ahínco, con la maestría de quien indaga y se deja sorprender por la forma y el color que nacen de sus manos hasta decir ¡Eureka!, para afirmar junto a Picasso: “Yo no busco, encuentro”.
Mujeres de la Historia, la Mitología y la Literatura
Y en su indagación e investigación casi automática, Rosa Yagüe se ha encontrado con rostros enigmáticos a los que ha reconocido de inmediato y les ha puesto nombre, porque sabe, como señala la Kábala, que la tarea de poner nombres corresponde al último acto del creador.
En la obra de Yagüe leemos títulos como “Zenobia de Palmira”, la reina sometida por Aureliano cuando entró con sus tropas en Siria; a “Ifigenia”, la hija de Agamenón y Clitemnestra; Minerva, Terpsicore…; Mujeres relevantes de la historia, la mitología o la literatura; mujeres víctimas de su propio destino, reivindicadas en estos dibujos/pinturas.
Títulos, nombres, figuras, personajes... que aparecen como fantasmas liberados de su leyenda para cobrar protagonismo plástico. Como decía el pintor Henner: frente al lenguaje escrito, que sólo nos ofrece el concepto “casa”, el dibujo o la pintura nos entregan la visión retiniana concreta y cercana de una “casa”.
Para Rosa Yagüe pintar, dibujar... son claves en su vida, por eso ha querido titular la exposición “Trípticoteando, después de la marea”. Ahora es tiempo de esta serie de cuadros con visiones, formas y sugerencias muy particulares, rebosantes de maestría, de plenitud en su fecunda carrera de artista.
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