DOLORES GALLARDO LÓPEZ
El napolitano Eduardo Filippo (1900-1984) fue un hombre de teatro integral: escritor, director, actor y productor.
Como autor de comedias es considerado sucesor de la Comedia italiana del Arte, pero en realidad pone la tradición “patas arriba” y sobrepasa ampliamente el costumbrismo. Sus textos están en la frontera que separa lo cómico del drama. Sus obras muestran una visión costumbrista del Nápoles que él vivió y, en cierta medida, podrían ser comparadas con las que escribió Jardiel Poncela.
Conocida y muy repetida cuando de él se habla es su famosa expresión: “Si en una obra hay dos, cinco, ocho personajes, el noveno para mí es el público. Es a lo que doy mayor importancia, porque es él, en definitiva, quien debe darme las verdaderas respuestas a mis interrogantes.”
Fue y sigue siendo toda una institución en Italia, especialmente en Nápoles, pero en España como autor no es demasiado conocido para el gran público, como actor mucho menos.
Quizás su obra más conocida sea Filomena Marturano dado que hace unos años la llevó por toda la geografía española Concha Velasco. Más recientemente, en este mismo año 2010, el teatro La Abadía de Madrid -que celebra sus 15 años de existencia- ha programado desde el 3 de febrero al 21 de marzo El arte de la comedia. El propio De Filippo encarnó magistralmente el personaje de Oreste Campese, director de de una modesta compañía de cómicos, en una producción de la obra realizada para la RAI italiana.
Con derecho a fantasma
Actualmente el Centro Dramático Nacional, el teatro María Guerrero, presenta Con derecho a fantasma, una divertida y ácida comedia.
Fue estrenada en Roma en 1946. En España la estrenó Fernando Fernán Gómez en los años 60.
La acción transcurre Nápoles, después de la segunda la Segunda Mundial.
El protagonista, Pasquale, que ha fracasado múltiples veces y carece de trabajo, con su esposa María se traslada al piso principal de un caserón del que se dice que está habitado por fantasmas.
Dado que el dueño no puede alquilarlo, acuerda con Pascuale no cobrarle alquiler a condición de que abriendo las ventanas, pasando ratos en los balcones y sacudiendo diariamente las alfombras haga ver al vecindario que allí no pasa nada anormal.
La supuesta presencia de fantasmas viene bien al portero de la casa para robar tranquilamente lo que quiere y para que Alfredo, el amante de María, la mujer de Pascuale, entre y salga cuando quiere…
¿Y Pascuale?. A veces parece un alma cándida que cree que lo que sucede alrededor es producto de los fantasmas –incluso encontrar cantidades de dinero que solucionan muy bien su vida y que son depositadas por el amante de su esposa- en tanto que otras parece consciente de lo que ocurre pero lo acepta porque le viene bien y porque no quiere perder a su esposa: De Filippo juega magistralmente con la ambigüedad.
Excelente interpretación coral de una compañía –La Perla 29, productora teatral de Oriol Broggi- integrada por actores napolitanos y españoles, en la que destacan el italiano Tony Laudadio como Pascuale y Manuel Dueso como Raffaele y Xabier Boada como Alfredo.
La dirección corre cargo de Oriol Broggi, Premio Butaca del año 2006.
Los premios Butaca son concedidos por la Asociación Premios Butaca y la Diputación de Barcelona. Pretenden consolidarse como los principales premios teatrales de Cataluña. La XVI edición se fallará el próximo día 30 de noviembre en Barcelona.
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