L.M.A.
“Estrategia de juego” es la mayor retrospectiva en torno a Alighiero Boetti (Turín 1940-Roma 1994) que se ha organizado hasta el momento y la primera muestra que sobre él se realiza en España. Será a partir del 4 de octubre,
Organizada conjuntamente por el Museo Reina Sofía, la Tate Modern de Londres y el Museum of Modern Art de Nueva York, alrededor de ciento cincuenta obras componen la exposición, que abarcará toda su trayectoria artística, desde 1966 hasta su temprana muerte acaecida en 1994.
Las obras reunidas en la exposición proceden de importantes colecciones internacionales: por un lado, el MoMA ha prestado cinco obras; por otro, hay que destacar también las cesiones de instituciones italianas de primera fila, como por ejemplo la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma y los préstamos del Dallas Museum of Art o el Museum für Moderne Kunst de Frankfurt. Hay varias piezas que se exhiben al público por primera vez, como por ejemplo Senza titolo (“Sin título”, 1969), un gran panel conformado a partir de etiquetas infantiles, y algunos tapices, cruciales para tener una visión completa del trabajo de Boetti.
Con esta antología se pretende destacar la capacidad de Alighiero Boetti para transformar materiales sencillos, seriados, industriales, en una obra de arte, así como la complejidad conceptual, visual y estética de sus trabajos. Tras un largo periodo de estudio y documentación, los comisarios —Lynne Cooke, Christian Rattemeyer y Mark Godfrey—, con el apoyo del Archivio Alighiero Boetti y la Fondazione Alighiero e Boetti, han realizado una cuidada selección de trabajos, prestando especial atención en mostrar al singular creador como una de las figuras más fascinantes e influyentes en el arte de la segunda mitad del siglo XX.
Alighiero Boetti es uno de los artistas más destacados de la corriente del arte povera, que surgió en su Turín natal y cuyo término fue acuñado por el crítico Germano Celant en 1967. Sin embargo, dos años más tarde se desvinculó de ese movimiento con rotundidad, criticando duramente sus excesos. Aun siendo muy reacio a las clasificaciones, se convirtió en un referente original para toda una generación de artistas contemporáneos, italianos e internacionales.
Creador curioso e inclinado a la experimentación, Boetti trabajó con una amplia gama de herramientas, técnicas y materiales: papel, plexiglás, yeso, cristal, aglomerado, madera, tela… Para su sistema de pensamiento y trabajo no constituían únicamente un medio, sino un fin en sí mismos. De este modo explotaba y valoraba las características intrínsecas de cada material y cada uno de sus procesos.
La exposición dará cuenta de toda su trayectoria, desde sus primeras producciones, cercanas al arte povera, hasta el resultado de sus múltiples trabajos colaborativos. Arranca con una muestra de su obra temprana, donde se podrán ver obras como Ping Pong (1966), compuesta de dos cajas que flanquean la puerta de acceso a la sala y se iluminan alternativamente; o Colonna (“Columna”, 1968), realizado con hierro y papel. De su frenética actividad artística en los últimos años de la década de los sesenta también surgió una de sus obras más célebres, Manifesto (1967), serie de carteles impresos que consistían en una lista de dieciséis artistas relacionados con el arte povera. Junto a cada uno de los nombres aparecen unos símbolos que parecen codificar las relaciones entre los miembros del grupo, aunque no existe un código que permita descifrarlos.
Más adelante se hallan expuestas Emme i elle elle e… Millenovecentosettanta (“Mil novecientos setenta”), de 1970, una de las varias piezas de madera lacada que Boetti realizó; incisiones y graffiti de la segunda mitad de los sesenta, como I VEDENTI (“Los Videntes”,1967) o Scrittura graffita (“Escritura esgrafiada”, 1968), realizadas sobre cemento o yeso; y los lavori biro, elaborados con bolígrafo con amigos y conocidos, con títulos como aelleigiaccaeieerreobioetitii (1973) o Mettere al mondo il mondo a Roma nella primavera dell’anno mille novecentosettantotto pensando a tutto tondo (“Traer al mundo el mundo en Roma en la primavera del año mil novecientos setenta y ocho pensando en todo”, 1978).
“El Árbol de las horas”
En una sala dedicada a la idea del tiempo en la obra del artista se podrán ver trabajos tan representativos como el evocador L’Albero delle ore (“El Árbol de las horas”), realizado en 1979 sobre tejido o el Calendario, un trabajo que se prolongó de 1974 a 1994 y se compone de 17 paneles de papel. También se mostrará otro de sus trabajos más representativos dentro de su producción povera, realizado en 1966: Lampada annuale (“Lámpara anual”), que consiste en una bombilla que, colocada en una caja de madera, se enciende únicamente durante once segundos al azar cada año.
Las siguientes salas mostrarán una selección de sus tapices y bordados, entre los que destaca la seminal Territori occupati (“Territorios ocupados”, 1969), que muestra la topografía de Israel y el monte del Sinaí durante la Guerra de los Seis Días de 1967. Este bordado es la primera incursión en una serie de trabajos en los que Boetti utiliza mapas que perfilan zonas en conflicto. Precisamente, podrá verse también una selección de su serie Mappa, realizada entre 1971 y 1994, y sin duda su trabajo más icónico. Se trata de un conjunto de bordados realizados a mano en colaboración con artesanos de Afganistán y Pakistán, países, especialmente el primero, con los que Boetti mantuvo una estrecha relación y a los cuales viajó en repetidas ocasiones. Estos bordados de gran formato — alguno llega prácticamente a los tres metros por seis— reproducen mapamundis en los que la extensión de cada uno de los países está cubierta por su propia bandera. Boetti diría, a propósito de esta serie, que el mapa bordado le parecía “la más alta forma de belleza”.
Debido a su interés por el trabajo colaborativo y no protagónico, también aseveró que, él no había hecho ni elegido “nada” con respecto al resultado final, puesto que las banderas no las había diseñado él, y que lo que emergía del trabajo “es el concepto: el resto es una cuestión de elección”. Sin embargo, Mappa muestra, como expresa Christian Rattemeyer, un extraordinario rango y diversidad en color, formato y, lo que es más importante, geografía política. Es un trabajo “profundamente marcado por el tiempo y la Historia”.
En esta misma línea se exhibirán dos tapices titulados I mille fiumi più lunghi del mondo (“Los mil ríos más largos del mundo”), de grandes dimensiones, que datan de finales de los setenta. En relación con estos tapices se podrán ver una serie de libros editados por Boetti que repasan y clasifican los ríos de la Tierra.
Las siguientes salas dan cuenta de los primeros trabajos realizados por el artista, en especial sus primeros dibujos, y otra de sus más emblemáticas contribuciones: su obra epistolar. Los Viaggi postali (“Viajes postales”), iniciados en 1969, son una serie de cartas que Boetti enviaba a amigos y conocidos utilizando direcciones inventadas, creando así una red conceptual alrededor del mundo que conectaba al artista y a sus allegados, indagando en las posibilidades del sistema postal como medio de creación.
Otra serie destacada de su producción que podrá verse es Tutto (“Todo”), dos tapices de gran formato que Boetti realizó en los últimos años de su vida (1989, 1992–93 y 1994), donde el artista diseñó campos de formas y objetos imbricados, ejecutados con gran profusión de color. Estos trabajos constituyen, en palabras de Rattemeyer, “celebraciones de la inmensa diversidad y diferencia de las cosas sobre la Tierra”, mostrando al artista en su faceta “más jubilosa”.
Aeroplanos
Otros grupos son los Aerei (“Aeroplanos”, realizados entre 1978 y 1989), grandes paneles hechos a bolígrafo o acuarela sobre papel donde pequeños aviones surcan el cielo azul; y I VEDENTI (“Los Videntes”, 1967 y 1972–73) Ordine e disordine (“Orden y desorden”), completado en 1973, es también un trabajo clave en la trayectoria de Boetti. Consiste en un centenar de tapices elaborados con letras de colores que el artista entregaba a bordadoras afganas y pakistaníes para que eligieran su composición final. Esta serie no indica únicamente la predilección del artista por los juegos de palabras, la diferencia, el azar y la probabilidad, sino que subraya que el orden y el desorden son realidades geopolíticas que estructuran el mundo de un modo que puede llegar a tener graves consecuencias.
Las últimas salas recogen los juegos y trabajos manuales; los dos trabajos titulados I VEDENTI (“Los Videntes”), una inscripción hecha sobre una superficie de yeso realizada en 1967 y un tapiz elaborado en 1973 por bordadoras afganas donde cada línea tiene un color de hilo diferente; y los kilims —tapices utilizados como alfombra—, tejidos por hombres en Afganistán y basados en un sistema numérico derivado de los dibujos que realizó el artista a mediados de los setenta.
Biografía del artista
Alighiero Boetti nació en Turín en 1940. Allí se introdujo inicialmente en la corriente del arte povera, asimiló el interés por las instalaciones simples, con materiales sencillos, la relación cambiante entre la elaboración y la presentación de la obra de arte. Poco después cambió radicalmente de estilo de trabajo y, en palabras de Christian Rattemeyer, legó una producción de obra “impredecible, altamente inventiva, lúdica y poética” que va desde el dibujo, la pintura y la escultura, hasta el mail art, prácticas conceptuales, el bordado y el tapiz.
Sus creaciones escapan de cualquier clasificación convencional, buscando una lógica y un desarrollo intrínsecos a su trabajo. Boetti fue un artista inquieto, curioso y prolífico, y abrazó la colaboración y el azar, a las que llamaba “felici coincidenze”, y que frecuentemente colorean su obra.
Boetti se interesó siempre por probar materiales cada vez nuevos, cada vez distintos, y también por viajar a lugares remotos que podían abrirle nuevas posibilidades. En 1971, precisamente viajó por primera vez a Afganistán, país que seguiría visitando intermitentemente hasta 1979, hasta que la invasión soviética imposibilitó la entrada al país.
Además de la curiosidad por los lugares remotos, no es casual que fuera ése el país que eligió para sus viajes: sentía una gran fascinación por un antepasado suyo, Giovan Battista Boetti, que en siglo XVIII se convirtió al Islam en un viaje a Constantinopla. Asimismo, Alighiero Boetti veía la cultura afgana como “resistente” y mantenida a lo largo del tiempo por medio de la elección y el esfuerzo.
Para él, la creación colaboradora y no protagónista tenía una importancia cabal: valoraba y apreciaba trabajar con sus ayudantes y conocidos cercanos, así como artesanos de cualquier lugar del mundo. De este modo desarrolló un sistema de pensamiento creativo que contenía varios principios de dualidad: norma y excepción, lógica e indeterminación, orden y desorden, singularidad y multitud, similitud y diferencia, clasificación y desbordamiento, masculino y femenino, ver y no ver. El propio título de la exposición, Estrategia de Juego, tiene en cuenta estas dualidades: unos y otros cohabitan y se retroalimentan, creando la poesía que define y eleva toda su obra.
Catálogo. La muestra se completará con la producción de un catálogo, en inglés y en castellano, publicado por las tres instituciones implicadas en este proyecto. En él, se incluirán más de 140 imágenes y contará con ensayos de los comisarios —Lynne Cooke, subdirectora del Museo; Mark Godfrey (Tate Modern, Londres); y Christian Rattemeyer (MOMA, Nueva York)—, además de textos de otros autores como Claire Gilman o Jason E. Smith.
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