Ignacio del Río pinta
una serie sobre Ciclistas y prepara sus Memorias
Ignacio del Río
Julia Sáez- Angulo
Nuestra cita es en Casa Mingo para disfrutar de una buena
sidra asturiana y queso de Cabrales, junto a la ermita de san Antonio de la
Florida, de donde llegan los buenos efluvios de los frescos de Francisco de Goya
y Lucientes. Del Río confiesa que trabaja mucho y de modo intenso: “A veces
hago retratos en una sesión de dos horas sin pestañear, dejándome ir de la mano
sola como si yo no supiera pintar”. Una
mano que sigue las órdenes de su cerebro artístico.
Recuerda a sus amigos Eduardo y Esteban Vicente, dos pintores hermanos de muy distinto lenguaje. Ignacio del Río fue mas amigo de Eduardo y lamenta su muerte "ocho días muerto solo en su casa hasta que el tufo denunció la situación", explica.
Recuerda a sus amigos Eduardo y Esteban Vicente, dos pintores hermanos de muy distinto lenguaje. Ignacio del Río fue mas amigo de Eduardo y lamenta su muerte "ocho días muerto solo en su casa hasta que el tufo denunció la situación", explica.
Modelos ocasionales y singulares
Le
gusta elegir modelos, si no marginales, al menos poco convencionales que le
llaman la atención en el bar, la calle o el café. Ha retratado a “El Notario”,
un personaje que recorre las calles de Burgos con su abrigo oscuro o “La Percha”,
una mujer esbelta que viste con ciertos toques de extravagancia. En otra
ocasión invitó a posar a un hombre obeso que ocupa toda la superficie de un
gran formato. El pintor burgalés tiene
dotes de convicción para que los personajes posen para él de manera altruista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario