Litofanías, colección
espléndida en San Lorenzo de El Escorial y el Museo del Romanticismo
Julia Sáez-Angulo
Es una colección espléndida de litofanías –también llamadas
porcelanas de Berlín-, la segunda del mundo en importancia y número, coleccionada
en su día por Pedro Martínez Garcimartín y expuestas en la galería de arte de
san Lorenzo de El Escorial en la céntrica calle Floridablanca. Se pensó en
hacer un museo institucional con esta colección, pero no cuajó. El Museo Nacional
del Romanticismo en Madrid adquirió recientemente una parte de la colección
para sus fondos.
El resto de las litofanías quedan en exposición y venta en la
Galería de arte en la calle Floridablanca de san Lorenzo. De las 180 litofanías
que coleccionó Garcimartín, su heredero Antonio Guisado logró ampliarla hasta
400 ejemplares. El nuevo coleccionista investigó ampliamente sobre las
litofanías.
“La colección más importante del mundo se exhibe en el Museo
de Toledo (Ohio) en los Estados Unidos de América”, recuerda Sonia Guisado
Vázquez, autora del catálogo Las
litofanías de San Lorenzo de El Escorial, que habla sobre la citada
colección.
Los precios de las litofanías restantes de la colección oscilan
entre trescientos y más de mil euros. Una rareza que bien vale la pena
adquirir, pues estas piezas de porcelana pura de caolín con varias cochuras en
horno hasta llegar a 1350 grados, se hicieron en la capital de Alemania y
dejaron de fabricarse.
“El Museo del Romanticismo se llevó una representación de las
piezas, ya que algunas estaban repetidas”, explica Isabel Guisado, hija del coleccionista y directora de la Galería Floridablanca, quien lamenta que
no se haya llevado a cabo el pequeño museo con las 400 piezas en la ciudad de San Lorenzo de El Escorial,
que era el lugar donde se ha custodiado la colección durante años.
La palabra litofanía no viene en el diccionario de la Real
Academia de la Lengua, porque se estima que es un término propio y específico
del circuito del arte, pero litofanía significa, con arreglo a la etimología
griega “piedra de luz “. En suma, las porcelanas con diversos trabajos en relieve
para crear luces y sombres, vienen a ser pantallas acompañadas de luz, que se coloca
detrás. Las litofanías tienen forma de cuadro o de lámparas en general.
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