Manuel
Jabois y Henrique Alvarellos llevan la emoción
de ser padres a sendos libros
Manuel Jabois
Julia
Sáez-Angulo
Dos escritores, Manuel Jabois y Henrique Alvarellos ha escritos
sendos libros sobre la zozobra y el placer de ser padres en sendos libros.
Jabois en el titulado Manu. Diario de un
embarazo (Editorial Pepitas de Calabaza, 2013) y Alvarellos en el titulado Diario dun pai acabado de nacer
(Edicións Xerais de Galicia, 2008).
Resulta curiosa la coincidencia de estos dos autores gallegos
en un tema que, por pudor, no siempre los hombres suelen afrontar y ambos en
forma de diario.
Manuel Jabois Sueiro (Sansenxo, Pontevedra, 1978),
periodista del diario El Mundo ha
presentado recientemente su libro en Tipos Infames, una librería de la zona madrileña
de Malasaña, donde Elvira Lindo hizo de madrina al comentar Manu. Diario de un embarazo. El humor y
el distanciamiento de todas sus páginas llevan a las tres últimas en las que el
autor ya refleja su ternura, emoción y casi entusiasmo por ser padre.
El
temor a reflejar los sentimientos o más bien a caer en el ternurismo o el
sentimentalismo pareciera que le hace contenerse en esa honda satisfacción de
ser padre, de entrar en esa extraña y antigua y exultante cadena de la vida, al
tiempo que muere su abuelo.
Javois
se confesó lector de Camba, de Millás, de Alvite, Espada, Gistau… en los que humor e
ironía son componentes esenciales.
Henrique Alvarellos
Henrique
Alvarellos Casas (Lugo, 1968), licenciado en Filología Hispánica es escritor,
periodista y dirige la editorial Alvarellos, una de las más antiguas de Galicia
en la que trabajaba su padre y trasladó a Santiago de Compostela.
Escrito
en gallego, Diario dun pai acabado de
nacer es un libro que comienza en el mismo instante en que conoce que iba a
ser padre. Empiezan así los días salteados en que recoge anécdotas,
inquietudes, zozobras, risas, preocupaciones, esperanzas… Páginas iniciáticas
de un padre que registra lo más granado de la contemplación de su hijo, Pablo,
hasta los cinco años en 111 páginas. Curiosamente el autor también sufre la pérdida del padre en este tiempo.
Emocionantes
las anotaciones de la ceremonia del bautismo de Pablo, en las que también se leyó un poema de
Pablo Neruda, homónimo del niño:
Esta vez dejadme/ ser feliz,/ Nada ha pasado a
nadie,/ no estoy en parte alguna,/ sucede solamente que soy feliz/ por los cuatro
costados / del corazón, andando,/ durmiendo o escribiendo./ Qué voy a hacerle,
soy/ feliz (…)
Nada
como este poema de Neruda para reflejar el placer de ambos escritores en sus respectivos
libros el hecho de ser padres.
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