El Archivo
General de Simancas en Valladolid inaugurará el próximo 18 de julio la
exposición “En busca del sol naciente: las embajadas Tensho (1582-1588) y
Keicho (1613-1617)”, organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte.
Más de medio
centenar de documentos, grabados y objetos conforman esta exposición que será
acompañada por la primera muestra en nuestro país de caligrafía japonesa de la escuela
del maestro Tarumoto, organizada por la asociación Japónica de Valladolid en colaboración con el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte y el Ayuntamiento de Valladolid. Tras la
inauguración de ambas exposiciones, a las 21 horas, el Patio del Archivo
acogerá un concierto de Taiko (tambor japonés) y Koto (arpa tradicional). La
entrada es libre hasta completar el aforo.
Estas actividades
forman parte de los actos programados con motivo de la conmemoración del 400
aniversario de la embajada del samurai Tsunenaga Hasekura a España, conocida
como misión Keichō, y considerada
la primera embajada oficial de Japón a un país occidental.
Recoge documentos
recientemente declarados Memoria del Mundo de la Unesco
Buena
parte de los documentos que forman la exposición han sido recientemente
incluidos en el Registro de la Memoria
del Mundo de la UNESCO. Coincidiendo con el 400 aniversario de la misión
Keichō, todo el patrimonio material y documental de la embajada que se ha
conservado tanto en Japón como en España ha recibido tal consideración. En el
caso de España, han sido incluidos en el registro los documentos relacionados
con la embajada que se custodian en los archivos General de Simancas y General
de Indias.
Registro de las relaciones
entre dos mundos
La
misión Keichō, al igual que la misión Tenshō, que le precedió en unos años y de
la que también se hace eco la exposición, se enmarca en el contexto de las
relaciones entre dos mundos que se encontraron en los inicios de la Edad
Moderna: el del archipiélago nipón, desgajado en territorios feudales en
permanente estado de guerra, sobre los
que el poder del emperador era meramente simbólico pero que caminaba,
inexorable, hacia el shogunato; y el del expansionismo ultramarino de las
monarquías de España y Portugal, que, unidas bajo la Monarquía Hispánica,
propagarán por Oriente, de la mano del comercio, su cultura y su religión.
La misión
Tenshō, protagonizada por cuatro nobles
adolescentes japoneses que durante seis años viajarán por Portugal y España
hasta Roma, es obra de los jesuitas portugueses, pioneros en la evangelización
de Japón, y constituye un testimonio fiel de la presencia lusa en el Extremo
Oriente, en lo que constituye una de las principales señas de identidad lusa:
el Estado da India. Esta embajada no
solo reflejará un conglomerado de estrategias político-religiosas, sino que
fue, ante todo, algo para ver y ser visto, el
despliegue de un gran escenario teatral en territorio europeo,
inmortalizado en cartas, libros, grabados y obras de arte que hablan de actitudes,
comportamientos y miradas culturales.
La
misión Keichō, por su parte, fue promovida por Date Masamune, señor del reino
de Voxú, un extenso territorio situado en la parte nororiental de Japón, que
quiso aprovechar las bazas que el cristianismo y el comercio podían significar
en sus aspiraciones políticas, con la presencia hispana en Filipinas y Nueva
España como telón de fondo. Utilizando como mediador al franciscano Luís Sotelo
y como embajador al samurái Tsunenaga
Hasekura, fraguó el envío de una embajada al rey y al papa para firmar un acuerdo de
comercio directo entre el reino de Voxú y Nueva España y alimentar su prestigio
ante la cristiandad de Japón.
Frente
a la embajada Tenshō, protagonizada por cuatro jóvenes cultos y ya
evangelizados, la embajada Keichō será la embajada de un samurai, ajeno a la
cultura europea, camino del bautismo, para defender los intereses de su señor.
La
inmensa comitiva integrada por más de ciento cincuenta personas entre personal
de servicio, soldados, marineros y comerciantes salió del puerto de Tsukinoura,
en Voxú, el 28 de octubre de 1613 con destino a Acapulco. Sólo los
protagonistas y treinta japoneses más se dirigieron a España. Sevilla, Madrid y
Roma fueron sus hitos hasta su regreso en 1617.
Volvieron
con las manos vacías, puesto que Japón ya era territorio hostil y la Monarquía
Hispánica no obtenía con sus pretensiones beneficio alguno.
La
exposición, compuesta por 55 piezas, entre documentos, grabados y objetos,
podrá contemplarse en el Archivo General de Simancas hasta finales del mes de
diciembre, en horario, de lunes a domingo, de 10:00 a 14:00 hrs. y de 17:00 a
19:00 hrs. Se pueden concertar visitas guiadas en el teléfono 902 500 493.
Primera exposición de
caligrafía del maestro Tarumoto en España
Juson
Tarumoto (Nagoya, prefectura de Aichi, 1937)
es uno de los más importantes maestros calígrafos japoneses
contemporáneos. Discípulo del maestro Aoyama, es uno de los directores gerentes
de la prestigiosa galería nacional Nitten, además de presidente de la
Federación de Caligrafía Japonesa y de la escuela de caligrafía “Kensin”, y
maestro de honor de la Universidad Chuukyou.
La muestra se compone de más de 40 obras del maestro, en las que
destacan la fuerza
y el vigor de sus trazos, de movimientos rápidos y seguros, que consiguen
composiciones llenas de armonía. Con profundas raíces en la escritura china
antigua, estas obras, en las que se hacen patentes todas las características de
la escuela Gyutōkai, reflejan el espíritu del
Japón más tradicional.
Esta
es la primera vez que se puede contemplar en nuestro país obras del maestro
Tarumoto, y la segunda en Europa. Esta exposición podrá verse en el Archivo
General de Simancas hasta mediados del próximo mes de septiembre.
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