Julia Sáez-Angulo
“Carmen no es una tragedia de amor con una mujer que muere,
sino el drama de un hombre, que no sabe que hacer con una mujer libre y la mata”,
ha dicho Ana Zamora directora de escena de la zarzuela de Eduardo de Bray,
que se va a estrenar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el próximo 10 de
octubre y permanecerá en escena hasta el 31 del mismo mes.
La
afirmación de Zamora exige una nueva lectura de la novela de Próspero Merimée más acorde con el feminicidio -palabra nacida en México- real que sufren las mujeres y va contra el célebre epigrama del alejandrino y amargado Paladas: "Toda mujer
tiene dos momentos buenos; uno en el tálamo y otro al morir”. No se trata de demonizar a la mujer seductora o satánica como hasta ahora, sino al hombre incapaz de contener su violencia.
El personaje navarro de "Don José", en la ópera y la zarzuela, mata a Carmen porque no la entiende, no la domina.
La
zarzuela en cuatro actos, a partir de la ópera-cómica de Luovic Halévy y Henri
Mailhac, está basada en la novela de Próspero Merimée publicada en 1845. La dirección
musical es de la chino/italiana Yi-Chen Lin.
Paralelamente
a la zarzuela, tiene lugar una exposición de pinturas, grabados y partituras titulada
“Carmen en las colecciones españolas”,
muestra que se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza durante los meses de
octubre y noviembre de 2014.
Mientras
la versión de la zarzuela aparca el costumbrismo andalucista de Carmen, la exposición recurre a los
cuadros del XIX y principios del XX, donde la mujer con mantilla, toreros,
chulapos y bandidos ofrecen un decorado al uso. Hay obras de Picasso, Gonzalo
Bilbao –con sus célebres “Las cigarreras de la fábrica” (1910); “Julia” de
Ramón Casas, Domínguez Becquer y otros.
Los eventos cuentan con patrocinio de la firma Ferrero Roché.
Los eventos cuentan con patrocinio de la firma Ferrero Roché.
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