Julia
Sáez-Angulo
29.07.15.- Madrid.- Jardines,
parques, flores y floreros, bodegones de frutas, ciudades y marinas, constituyen
el repertorio icónico de la exposición de pintura de Carmen Feijóo, en la sala
de exposiciones del Club Santiago en Madrid. Doce obras de grande y mediano
formato, que reflejan el último trabajo pictórico de la autora, donde se
aprecia una pincelada más suelta y abierta que abre la figura a una mayor
abstracción.
Carmen
Feijóo (Valladolid, 1939), pintora residente en Madrid desde hace unos lustros, hace
y deshace con inteligencia las formas representadas, para dotarlas de una mejor
reverberación de la luz. No hay que
olvidar que la pintura es el arte que atrapa la luz por excelencia.
De
siempre, la autora ha tenido predilección por el mundo de la floresta, del
jardín como nostalgia del paraíso, de la espesura frondosa como misterio del
dios Pan y de las ninfas, de las flores como plasmación del color y del ingenio
en la Naturaleza.
Excelente
retratista, en esta ocasión Feijóo ha aparcado este género pictórico, para
concentrarse en el verdor tierno de los sauces sobre el agua, en la espesura de
un boscaje con una fuga de luz, en el remanso de un recodo que invita al
descanso, en el racimo de uvas doradas y radiantes en medio de las ramas… Verdes,
azules y blancos, colores fríos que se encienden al toque de los rojos de las
rosas, los nenúfares o las margaritas.
Contemplando
la pintura de esta artista vallisoletana, de prolongada trayectoria en Madrid,
viene a la memoria la belleza del paisajismo del XVIII, la sabia tradición de
Watteau…
Paisaje de Carmen Feijóo
La
pintura de Carmen Feijóo es figurativa y abierta a cierta abstracción al mismo
tiempo. La autora modula el óleo con maestría, no en balde su dedicación
puntual a la docencia en su estudio, le lleva a plantearse continua resolución
de problemas que la Pintura plantea como arte y como enigma.
Curioso
el paisaje de la ciudad de Toledo, escalonado al modo de Cezanne, para culminar
con las torres del alcázar carolingio y la catedral de la ciudad imperial. Otro
singular cuadro, esta vez con una gran marina resuelta en tonos rojizos,
quiebra igualmente el mundo de Flora que domina la exposición.
La
pintora ha hecho un guiño y concesión al Club Santiago, donde ya expuso, en
2008, una muestra con visiones del Camino de Santiago. En la actual exposición
vemos un cuadro con el Pórtico de la Gloria y otro con la entrada al citado
Club, donde aparecen dos cruces de Santiago Apóstol en rojo muy “sonoro”.
La
exposición permanecerá abierta en julio y agosto de 2015. Feijóo prepara otra
exposición para el espacio del BMV de Valladolid en 2016.
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