Julia Sáez-Angulo
La
nostalgia del arquitecto por la pintura es una constante en muchos
profesionales. Marta Buenaventura ha sabido compaginar desde muy pronto su
vocación de arquitecta con la llamada por la pintura. Así lo ha puesto de
manifiesto en una exposición retrospectiva de sus últimos quince años de
trabajo, en una muestra presentada en el espacio MEDYR en Madrid, bajo el título
“Encuentro de Palabras y Miradas”.
La
exposición viene a ser una nueva puesta en escena respecto a la primera edición
que tuvo lugar el 28 de mayo de 2015.
El acto
se abrió con un recital de poemas de la propia Marta Buenaventura, leídos por
la actriz Aurora Pastor, en los que la autora hace una declaración de su
trayectoria y programa artístico y vital. La pintora y poeta publicó su primer
libro de poemas a los dieciocho años bajo el título Voz en silencio, que se presentó en la galería del pintor Luis
Caruncho.
Un proyector
de imágenes daba cuenta de los orígenes figurativos en la pintura de Marta
Buenaventura (Madrid, 1956), que acudió a las clases del profesor Manuel Parralo
–presente en la exposición- de la Faculta de Bellas Artes de Madrid.
El
último recorrido de la pintura de Marta Buenaventura es una apuesta por la
abstracción, en la que se perciben los ecos de la pintura americana de los 70, especialmente
la de Marc Rothko.
Entre
las series expuesta por la autora figuran: Ropa
tendida, Trípticos, Colores republicanos, Melancolía, Silencio, Mesas, y Tres
Dimensiones, esta última de instalaciones de piezas de madera ad libitum, sobre soportes metálicos.
Marta
Buenaventura dijo que algunos de sus cuadros se
inspiraron en la exposición Los sentidos,
que comisarió en su día el profesor Matías Díaz Padrón, conservador del Museo del Prado.
Más información
http://www.martabuenaventura.com
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