Teresina Jordá y Pepita Cervera (2010)
L. M. A.
23.10.16 .- Madrid.- Con
motivo de la Semana Grande en el Centro Asturiano de Madrid se ha presentado Mediterránea. La espiral de la vida, un
diario poético de Teresina Jordá, quien al final del acto interpretó al piano.
Intervinieron en la presentación: Andrés Menéndez, vicepresidente del Centro
Asturiano, la poeta Soledad Martínez y la escritora Julia Sáez-Angulo.
Leyeron
fragmentos del libro: Marta Arbas, M. Ángeles Fernández Jordán, Teresa Canelo,
Feli Moreno, Ana Ballesteros, Susana Zotés, Mercedes Castaño e Isabel Bettina
Caparrós. Finalmente actuaron la
soprano Pilar Maroto, Alberto Joya, Carlos Enrique Velasco y David Jordá al
piano.
Julia
Sáez Angulo dijo en la presentación: “ Hoy
es el día europeo de la música y vamos a celebrarlo con la presentación de un
libro de Teresina Jordá, que habla de aquella y de dos grandes compositores e
intérpretes: Enrique Granados y Pepita Cervera.
Teresina
Jordá es una artista que aúna en sí las artes más sublimes: Música y la
Escritura, con la poesía por medio. Los griegos las consideraban artes
superiores respecto a las otras. Compositora musical, intérprete de piano,
poeta… Teresina ofrece ahora el compendio/libro La Espiral de la Vida III . Mediterráneas, una publicación que da
cuenta de lo antedicho, además de unos dibujos realizados en color por ella
misma. Como adivinarán por el título, este es el tercer volumen, que sigue a
dos anteriores.
Teresina
Jordá es en todo momento y manifestación, una creadora de música, armonías y
ritmos, porque de estos componentes está hecho el arte. Ella dirige el Instituto
Internacional de Música Cervera-Jordá.
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Teresina Jordá
Homenaje a Enrique Granados
La
compositora es también mujer generosa, que ha querido ofrecer un homenaje al
músico Enrique Granados en la conmemoración del centenario de su muerte, que
tuvo lugar en el Canal de la Mancha en 1916, cuando el Sussex, el barco en el que viajaba, fue torpedeado por la armada
alemana. Estamos en tiempo de la I guerra mundial de 1914 a 1919, más conocida
en Europa como la “gran guerra”. Granados había nacido en 1867; murió por tanto
a los 52 años según mis cálculos. Un compositor ciertamente prolífico.
Enrique
Granados nació en Lérida como la propia Teresina Jordá y su madre Pepita
Cervera, que fue nada menos que la discípula de Frank Marshall, a su vez
discípulo dilecto de Enrique Granados. Una conjunción de leridanos o
ilerdenses, que hemos tenido la fortuna de disfrutar en Madrid, porque, para
nuestra suerte como hoy se demuestra, en
esta Villa y Corte se afincaron Pepita y Teresina con sus hijos.
Pepita
Cervera –madre como he dicho de Teresita Jordá- fue condiscípula de Alicia de Larrocha,
de Rosa Sabater y de los hermanos Padrós –uno compositor y otro intérprete.
Estos cinco nombres de la música española constituyeron una particular “edad de
oro” del momento. Y por ello, cuando
Pepita Cervera murió, Víctor Ullate escribió precisamente de esto: Ha fallecido,
dijo, un gran icono de la música en España. La última de esos cinco grandes condiscípulos
afortunados, que bebieron la música de Enrique Granados, a través de otro
grande como Frank Marshall.
Ella,
Pepita Cervera fue en palabras de Julia Sanz Gadea, autora de la biografía
Pepita Cervera. Anécdotas y vivencias”: mujer excepcional, que con gran
talento, trabajo titánico, forma ya parte por derecho propio de la historia de
la música contemporánea”. Digamos que está en todo diccionario biográfico
musical que se precie. Ella fue una profesional con sensibilidad y maestría,
con seguridad y perfeccionismo, gran investigadora, docente exigente y
comprensiva al mismo tiempo, al que han seguido más de tres mil alumnos con
destinos de concertistas, críticos musicales, docentes…
Granados fue el gran compositor de “Goyescas”,
una suite pianística de gran éxito, en la que se basó la ópera humorística del
mismo nombre. Su obra se sitúa en el romanticismo del siglo XIX y principios
del XX, en la saga de Schumann, Schubert o Chopin. La Diputación de Lérida ha
colaborado en la publicación de este compendio/libro La Espiral de la Vida III. Mediterránea , que hoy presentamos. Un compendio/libro
que abarca dos partes o conceptos: “Del alma de los tiempos” y “De la verdad
del ser”.
Teresina
Jordá no olvida homenajear también a su madre y maestra, la gran pianista
Pepita Cervera, de la que se celebra el 90 aniversario de su nacimiento; ella nació
en 1925 y falleció en 2010. De Pepita Cervera, pedagoga, musicóloga,
concertista y compositora, Teresina Jordá aprendió todo o prácticamente todo;
con su progenitora actuó en piano a dúo en más de dos mil recitales por
auditorios de todo el mundo, por más de cien países, según el recuento llevado
a cabo. La tarea de ambas ha sido y sigue siendo ingente en nuestro país.
El libro
de Teresina concita por tanto, una conmemoración,
la de la muerte de Granados, y una celebración,
la del nacimiento de Pepita Cervera. Se conmemoran las muertes y se celebran
los nacimientos.
La
compositora y pianista Teresina Jordá tiene la fortuna de tener dos hijos que
le siguen en el campo de la música: David Jordá, compositor e intérprete de
piano, y Verónica Jordá, igualmente intérprete. La música es el caldo de
cultivo de la familia Jordá Cervera, la música como arte poderoso y arrebatador
hacia lo sublime. Lo llevan en el ADN.
En el
libro La Espiral de la Vida III.
Mediterránea encontramos poesía, y prosa
poética que nos envuelve y traslada. El libro se abre con dos semblanzas de
Pepita Cervera y de la autora. Lleva una introducción de amigos, entre ellos de
la actriz Verónica Forqué o del pintor y profesor Alejandro Aguilar Soria.
Tiene opiniones impresionistas de algunos de sus oyentes, como por ejemplo de
la escritora Julia Navarro.
Teresina Jordá encontró un texto inédito de
Pepita Cervera sobre Enrique Granados al ordenar los papeles de su progenitora,
justo este año que es el centenario del compositor de Goyescas.
Teresina
podría hablar todo sobre su madre, parafraseando la película de Almodovar y más
y más del gran Enrique Granados, porque
ha vivido y crecido en el humus de su música junto a la discípula dilecta, la
que fue su madre y maestra.
Al igual
que Pepita, Teresina es también compositora, intérprete de piano, investigadora
de la música de tecla del s. XVIII o de Occitania, el país de la Langue d´Oc,
vecino a Cataluña.
“La
música en el espacio sideral” se dice en una de las páginas de la publicación.
La música siempre eleva, desde luego la de Teresina Jordá, lo logra con certeza.
El libro tiene una parte de diario, de contemplación de la belleza, de los
lugares, de impresión de sensaciones, de manifestación de sentimientos, de
exposición de admiraciones y elogios a los genios que la precedieron en el
campo de la música, donde ella se desenvuelve con brillantez. Hay reflexiones
filosóficas como la de la “quimera espacio/tiempo”, que les recomiendo especialmente.
La forma
poética toma no sólo la forma de la musicalidad de repeticiones, aliteraciones
y ritmos, sino también de la visualidad en la colocación de los versos, en su
ocupación del espacio en la página. El compendio/libro respira optimismo y
esperanza, en sintonía con el carácter de su autora. Es una declaración de amor
a su “música amada”-
Los
dibujos ilustran con trazos de lápices de distintos colores; traen a la memora
los de Federico García Lorca o de Rafael Alberti. Son de curiosa plasticidad y
singular ingenio. Yo me voy a permitir pedirle alguno para los fondos de la
Biblioteca Nacional, ese gran tesoro de dibujos en España, junto al Museo del Prado
y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El
Mediterráneo, mare nostrum de Roma, mar
de cultura está presente en los repliegues de Espiral de la Vida III . Un compendio/libro de un centenar de
páginas que termina –no podía ser menos- con pentagramas, con composiciones
musicales de David Jordá, de quien vamos a disfrutar su música. Un libro, que
vale la pena adquirir para disfrutar de su contenido poético y musical, de sus
gozosos dibujos.
Teresina Jordá
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