martes, 13 de junio de 2017

SAN JUAN DE LAS ABADESAS



MONASTERIO  DE S. JUAN DE LAS ABADESAS
M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ

En la  catalana región del Ripollés (Girona), a  escasos kilómetros del monasterio de Santa Maria de Ripoll, se encuentra el pequeño pueblo de S. Juan de las Abadesas, atravesado de este a oeste por el río Ter y rodeado de altas montañas.

En él  está el monasterio  de S. Juan de las Abadesas, que  da nombre al pueblo.  En origen  paralelo femenino al de Ripoll,  fundado también por el conde Wifredo el Belloso.

Este conde, en su esfuerzo por repoblar las tierras ganadas a los musulmanes, creó  el monasterio de S. Juan de las Abadesas, en torno al cual se instaló la gente que vivía por el valle.

En el lugar existía ya desde  poco antes, el año 880, una iglesia dedicada a San Juan Bautista, el conde Wifredo  fundó un monasterio femenino para ser habitado por una comunidad femenina de la orden benedictina.

 Enma (898-942), una de las hijas del conde, fue la primera abadesa. Una lápida en  lado izquierdo de la  monumental cabecera, colocada en el pasado siglo XX, recuerda este hecho.

  El monasterio fue inaugurado en 887 por el arzobispo de Vic.

La abadesa Enma amplió los territorios que dependían del monasterio.

Hasta el año 1017 hubo 4 abadesas más en este monasterio. En ese año las monjas fueron expulsadas.

  Bernardo I, apodado Tallaferro, conde de Besalú entre los años 998-1020, año de su muerte, consiguió anexionarse los territorios que dependían de la abadía.  En el año 1017 consiguió del Papa Benedicto VIII que la comunidad femenina fuera  sustituida por  una  congregación de canónigos regulares agustinos. 

Ignoramos los motivos que adujo, sin embargo al darse  a conocer  la leyenda del conde Arnau, el mito más grande de la Literatura catalana, en opinión de Josep Pla, el fantasioso Víctor Balaguer, autor en 1860 de Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón,  introdujo el episodio de la abadesa Adelaida seducida por el conde, falseando muy probablemente la verdad pero completando la leyenda (1).

El conde Arnau es el más conocido de los  espíritus o almas en pena  de Cataluña. Ha tenido  recorrido literario, especialmente en la Renaixença catalana.

Bernardo I deseaba, además, un obispado en Besalú, que consiguió finalmente de Benedicto VIII.  Unió a los territorios del obispado los de la abadía de S. Juan de las Abadesas.

Wifredo, hijo de Bernardo Tallaferro, fue el primer obispo. Pero el obispado de Besalú duró poco.
  .La construcción de  iglesia actual iglesia fue impulsada por el abad   Ponç de Monells  (1149-1193). Fue consagrada en el año 1150.  Consta de una sola nave, una cabecera monumental y un ancho transepto.  Es una estructura de origen francés.

 Una escultura del siglo XX  conmemora al abad Ponç de Monells.



CLAUSTRO GÓTICO CATALÁN
El monasterio tenía primitivamente dos claustros  románicos, al norte y al sur de la nave del templo, uno de ellos (destruido por un terremoto el 2 de febrero de 1428) fue sustituido por el precioso claustro gótico catalán que hoy podemos admirar. 

 En 1592 todas la canónicas agustinianas pasaron a ser colegiatas, gobernadas por arciprestes designados por la Santa Sede.

 A mediados del siglo XIX  se extinguió la colegiata y asumió la función de parroquia que
RETABLO DE  S. POL
hasta entonces había ejercido la iglesia de Sant Pol.  La copia del retablo que estuvo en S. Pol  ha sido inaugurada  en S. Juan de las Abadesas el 3 de junio de este 2017.
 
EL DESCENDIMIENTO
Gran importancia tiene el grupo escultórico que preside el ábside central, llamado El Santo Misterio. Se trata de un  Descendimiento de Jesús de la cruz, obra de 1251, formado por siete excelentes figuras.

RETABLO DE LA VIRGEN BLANCA
También hay que destacar el  magnífico retablo de Santa María  la  Blanca (la Virgen Blanca), obra  del siglo XIV.


En 1886 Jacinto Verdaguer immortalizó a Bernardo Tallaferro, como padre de Gentil, en el poema Canigóuno de los poemas clave de la Renaixença catalana.  En él describe los Pirineos catalanes y la montaña Canigó.   Un año después fue traducido al castellano. 



  
    PALACIO DE LA ABADÍA

CLAUSTRO DEL PALACIO DEL ABAD
    Al lado del monasterio se conserva el palacio de la Abadía, residencia de los abades, obra de entre los siglos XII-XV.

  Se conserva el claustro gótico, en muchos de los capiteles de las columnas se ve el escudo del abad Arnau de Villalba, que hizo ampliar el palacio.

  Con evidente anacronismo histórico el poeta Joan Maragall, que veraneaba en este hermoso pueblecito, hizo a este palacio escenario del mito del conde Arnau.

En el interior acoge el Centro de Interpretación del mito del conde Arnau, al que hemos hecho referencia anteriormente. Intenta dar las claves del origen y evolución de este mito en el floklore, la literatura, la música y la historia.

 También hay una exposición permanente que, con maquetas, ofrece una  un recorrido por las iglesias románicas de la región del Ripollés de los siglos XII, XII y XIII.


Nota 1. Josep Pla, Guia de Cataluña, Ediciones Destino, Barcelona, 1971.

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