MONASTERIO DE S. JUAN DE LAS ABADESAS |
En la
catalana región del Ripollés (Girona), a escasos kilómetros del monasterio de Santa Maria de Ripoll, se
encuentra el pequeño pueblo de S. Juan de las Abadesas, atravesado de este a
oeste por el río Ter y rodeado de altas montañas.
En él está
el monasterio de S. Juan de las
Abadesas, que da nombre al pueblo. En origen
paralelo femenino al de Ripoll,
fundado también por el conde Wifredo el Belloso.
Este conde, en su esfuerzo por repoblar las tierras
ganadas a los musulmanes, creó el
monasterio de S. Juan de las Abadesas, en torno al cual se instaló la gente que
vivía por el valle.
En el lugar existía ya desde poco antes, el año 880, una iglesia
dedicada a San Juan Bautista, el conde Wifredo fundó un monasterio femenino para ser habitado por una comunidad femenina de la orden
benedictina.
Enma (898-942), una de las hijas del conde, fue la primera abadesa. Una lápida en lado izquierdo de la monumental cabecera, colocada en el pasado
siglo XX, recuerda este hecho.
El monasterio
fue inaugurado en 887 por el arzobispo de Vic.
La abadesa Enma amplió los territorios que dependían
del monasterio.
Hasta el año 1017 hubo 4 abadesas más en este
monasterio. En ese año las monjas fueron expulsadas.
Bernardo I, apodado Tallaferro, conde de Besalú entre los años 998-1020, año de su muerte, consiguió anexionarse los territorios que dependían de la
abadía. En el año 1017 consiguió del
Papa Benedicto VIII que la comunidad femenina fuera
sustituida por una congregación de canónigos regulares
agustinos.
Ignoramos los motivos que adujo, sin embargo al darse a conocer la leyenda del conde Arnau, el mito más grande de la Literatura catalana, en opinión de Josep Pla, el fantasioso Víctor Balaguer, autor en 1860 de Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón, introdujo el episodio de la abadesa Adelaida seducida por el conde, falseando muy probablemente la verdad pero completando la leyenda (1).
Ignoramos los motivos que adujo, sin embargo al darse a conocer la leyenda del conde Arnau, el mito más grande de la Literatura catalana, en opinión de Josep Pla, el fantasioso Víctor Balaguer, autor en 1860 de Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón, introdujo el episodio de la abadesa Adelaida seducida por el conde, falseando muy probablemente la verdad pero completando la leyenda (1).
El conde Arnau es el más conocido de los
espíritus o almas en pena de
Cataluña. Ha tenido recorrido
literario, especialmente en la Renaixença catalana.
Bernardo I deseaba, además, un obispado en Besalú,
que consiguió finalmente de Benedicto VIII.
Unió a los territorios del obispado los de la abadía de S. Juan de las
Abadesas.
Wifredo, hijo de Bernardo Tallaferro, fue el primer obispo. Pero el obispado de Besalú duró poco.
.La
construcción de iglesia actual iglesia
fue impulsada por el abad Ponç de Monells (1149-1193).
Fue consagrada en el año 1150. Consta
de una sola nave, una cabecera monumental y un ancho
transepto. Es una estructura de origen francés.
Una escultura del siglo
XX conmemora al abad Ponç de Monells.
CLAUSTRO GÓTICO CATALÁN |
El
monasterio tenía primitivamente dos claustros
románicos, al norte y al sur de la nave del templo, uno de ellos
(destruido por un terremoto el 2 de febrero de 1428) fue sustituido por el precioso
claustro gótico catalán que hoy podemos admirar.
En 1592
todas la canónicas agustinianas pasaron a ser colegiatas, gobernadas por
arciprestes designados por la Santa Sede.
A mediados del siglo XIX se extinguió la colegiata y asumió la
función de parroquia que
hasta entonces había ejercido la iglesia de Sant Pol. La copia del retablo que estuvo en S. Pol ha sido inaugurada en S. Juan de las Abadesas el 3 de junio de este 2017.
RETABLO DE S. POL |
Gran importancia tiene el grupo escultórico
que preside el ábside central, llamado El Santo Misterio. Se trata de un Descendimiento de Jesús de la cruz, obra de
1251, formado por siete excelentes figuras.
RETABLO DE LA VIRGEN BLANCA |
También hay que destacar el magnífico retablo de Santa María la Blanca (la Virgen
Blanca), obra del siglo XIV.
PALACIO DE
LA ABADÍA
CLAUSTRO DEL PALACIO DEL ABAD |
Al lado del monasterio se conserva el palacio de la Abadía, residencia de los abades, obra de entre los siglos XII-XV.
Se conserva
el claustro gótico, en muchos de los capiteles de las columnas se ve el escudo
del abad Arnau de Villalba, que hizo ampliar el palacio.
Con evidente anacronismo histórico el poeta Joan Maragall, que veraneaba en este hermoso pueblecito, hizo a este palacio escenario del
mito del conde Arnau.
En el interior acoge el Centro de Interpretación del
mito del conde Arnau, al que hemos hecho referencia anteriormente. Intenta dar
las claves del origen y evolución de este mito en el floklore, la literatura,
la música y la historia.
También hay
una exposición permanente que, con maquetas, ofrece una un recorrido por las iglesias románicas de
la región del Ripollés de los siglos XII, XII y XIII.
Nota 1. Josep Pla, Guia de Cataluña, Ediciones Destino, Barcelona, 1971.
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