por Julia Sáez-Angulo
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3I/08/17.- El Congreso de los Estados Unidos
tiene dos lobbies registrados: el judío y el árabe. Dos fuertes grupos de
presión, de los que conviene saber su opinión e intereses y para ello fueron acercados
estos lobbies junto al Legislativo norteamericano.
El
Sionismo surgido a finales del XIX
tuvo como objetivo crear el Estado independiente de Israel en territorio
palestino y lo logró. De los Protocolos de los Sabios de Sión, publicados en
1902 en Rusia, se dijo que tenían una conjura con un plan de dominio mundial y
otros afirman que fue un libelo antisemita para justificar los progroms del zar.
El
Islamismo –llevar la Sharia al
Estado-, también movimiento internacional solapado tiene como objetivo
conquistar Europa, velis nolis, con
todos los medios a su alcance, utilizando, por un lado las leyes que generosa e
ingenuamente Europa ofrece a los musulmanes llegados de fuera emigrantes o
refugiados da igual-, apoyados de vez en cuando por la fuerza del terror yihadista,
que sí “mete miedo”, pese a que se diga no
tinc por. Así, unos agitan las ramas y otros recogen las nueces; siempre ha
sido así con los terroristas.
(Del Club Bildelberg, los planes capitalistas y el comunismo internacional hablaremos otro día)
Houari Boumedienne,
el que fuera presidente de Argelia, dijo en la ONU en 1974: “Un día millones de
hombres abandonarán el Hemisferio Sur para irrumpir en el Hemisferio Norte. Y
no lo harán precisamente como amigos, porque comparecerán para conquistarlo. Y
lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres
el que nos dé la victoria”. Gadafi, el que fuera presidente de Libia, también
repitió esas palabras del proyecto Boumedienne en diversas ocasiones.
A
Europa llegan oleadas de musulmanes, comunidad que se resiste a integrarse y
pretende con frecuencia imponer sus costumbres y cultura en los lugares donde
se instala. La predicción de Boumedienne y Gadafi está cumpliendo esta
predicción a rajatabla, conocida y comentada soto voce entre los dirigentes islámicos. Oleadas de emigrantes y
refugiados, tanto da, que conocen bien el aserto de Boumedienne y de Gadafi, vienen
a Europa porque aquí se vive mejor, pero llegan con punta de lanza para
destruir a la larga su cultura de derechos humanos y libertades, sobre todo de
las féminas.
Los
europeos no podemos ser ingenuos ante esas internacionales con proyectos de dominio
y exclusión. Somos griegos en el exilio –al decir de Borges- y tenemos que haber
aprendido de Homero al relatarnos la historia del caballo de Troya o de la parábola
de la buena y la mala semilla. No podemos chuparnos el dedo, no podemos ir con
un lirio en la mano o poniendo velas y flores en las tumbas, sin todavía poner
bolardos en las Ramblas, porque algunos irresponsables aún se creen intocables.
Hay
que verlas venir, mostrar firmeza y exigencia, cuando en una manifestación de
recuerdo a las víctimas salen pancartas diciendo “No a la Islamofobia” en de
rechazo a los terroristas. Los dedos no deben hacerse huéspedes, pero sí estar
alerta y tomar medidas buscando políticos más sagaces, más valientes, menos
políticamente correctos, más estadistas y menos cortoplacistas. Políticos que sepan
de prospectiva de futuro y no solo de estrategias para lograr el palacio de la
Moncloa.
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2 comentarios:
Extraordinario articulo tenemos que dejar de ser papanatas y llamar a las cosas por su nombre y desde luego empezar a defendernos de estos misoginos, no entiendo porque estan tan calladas las féminas, son las que más van a perder.
Te felicito por tu artículo Julia: valor y destreza y oportuno a la hora de decir la verdad y poner las ideas claras y en orden.
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