El
tocado perteneció al barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, gran admirador
de las culturas nativas norteamericanas, y fue un regalo de John Lodge,
embajador de Estados Unidos en España entre 1955 y 1961. Está compuesto de
plumas de águila montadas sobre un gorro de piel, con una banda en la frente
decorada con cuentas de vidrio y una larga cola de fieltro rojo adornada con
plumas.
El tocado, que
inicialmente formará parte de la instalación ‘Atrapando sueños. El poder de las
plumas’, se abrirá al público a partir de mañana y se podrá visitar hasta el
próximo 4 de febrero en la Sala Central del Museo Nacional de Antropología. La instalación interactiva (con juegos de pistas para
familias) tiene como protagonistas a dos objetos que se han convertido en un
símbolo de los pueblos originarios de América del Norte: el tocado de plumas y
el atrapasueños. La instalación incluye también un ‘tipi’, la vivienda
con forma de cono inclinado que utilizaban los pueblos nómadas en las grandes
llanuras de Estados Unidos y Canadá
Colección plumaria del
Museo Nacional de Antropología
El
Museo cuenta con una importante colección de plumaria amazónica, pero hasta
ahora no tenía ningún ejemplo procedente de América del Norte. Esta pieza
completa además la sección dedicada a la indumentaria de las llanuras de la
exposición permanente con una prenda icónica masculina, ya que casi todas las
piezas expuestas son ejemplos de indumentaria femenina.
Igualmente
el tocado permitirá ampliar en el discurso museográfico y mostrar que los
tocados son también objetos que representan honor y prestigio para los pueblos
originarios de América del Norte. En la actualidad se ha convertido en un
símbolo de continuidad y resistencia de esas culturas que han resistido al
cambio y los procesos de asimilación.
El tocado de plumas de los
indios americanos
Los
pueblos originarios de las grandes llanuras de América del Norte representan el
arquetipo del indio americano en el imaginario popular. La imagen del indio
montado a caballo con un tocado de plumas de águila es popularizada por la
fotografía, la literatura y el cine en la segunda mitad del siglo XIX. El
tocado de guerra de plumas de águila se convirtió entonces en su icono más
representativo.
Entre
los nativos de las grandes llanuras, llevar un tocado de plumas de águila era
un símbolo masculino de honor y prestigio, que se conseguía mediante las
hazañas militares, por esa razón solo los guerreros más hábiles tenían derecho
a llevarlo. Como la destreza en la guerra era una cualidad necesaria para
alcanzar el liderazgo en un grupo, los jefes solían portar tocados de este
tipo. El tocado de plumas de águila representaba valentía, respeto, orgullo y
éxito.
Muchas
culturas nativas que no utilizaban tradicionalmente tocados de este tipo los
adoptaron en el siglo XX. Actualmente las comunidades indias entregan tocados
de plumas de águila a los soldados nativos al volver de Afganistán o Irak, y a
hombres destacados. El uso de las plumas sigue siendo un componente esencial en
la vida y la religión de las culturas de las llanuras, constituyéndose en un
elemento de continuidad y resistencia.
1 comentario:
Interesante. Gracias
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