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Julia
Sáez-Angulo
Fotos Peter
Wall
04/04/18 .- MADRID .-El pintor Antonio López estuvo comunicativo y
provocador en un coloquio que tuvo lugar en el madrileño Taller del Prado,
lugar desde el que está pintando un cuadro sobre la Gran Vía. El artista fue
presentado por el director del Taller, el también pintor Francisco Molina.
“El
buen pintar figurativo contiene la abstracción, sabe colocar adecuadamente el
color y las formas. Hablar de abstracción en la pintura es una redundancia. Es
la propia pintura. La abstracción es un contenedor de sentimientos y formas,
algo que ya estaba en la pintura desde siempre”. ”, dijo Antonio López García (Tomelloso.
Ciudad Real, 1936), premio Velázquez 2006, quien recordó a la VEGAP cuando
tenía su sede en lo que hoy está el Taller del Prado. Dijo que nunca había
tenido dificultades para estar en un sitio, cuando quería pintar desde él y así
lo había hecho en Vallecas y en la Gran Vía.
No se
considera un pintor de Madrid, aunque haya pintado la ciudad en distintos
puntos. “Yo pinto lo que está cerca de mí, mi casa, mis cosas, la vida misma,
lo que tiene importancia para mí, como hacía Vermeer, que pintaba su casa y su
cercanía”. “El pintor ya no está secuestrado por el encargo y no tiene por qué
pintar dioses o imágenes sagradas”, añadió.
El
pintor de Tomelloso recordó su llegada a Madrid a una pensión, cuando tenía 13
años, para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, animado por
su tío, su admirado pintor Antonio López Torres (1902-1987), que tiene un museo
en Tomelloso. “La pintura del Museo del Prado, tan oscura, me parecía una
pesadez. Me interesaban más los últimos pintores, sobre todo Picasso y lo que
más me interesó fue el arte griego al que entendía mejor que a Goya. Lo descubrí
en el Museo de Reproducciones Artísticas”, dijo el artista, y señaló que en la
docencia debiera de empezarse siempre por mostrar lo que hacen los pintores últimos,
los más relevantes, y no repetir la Venus de Milo. “Tío me gusta más lo que
usted hace”, le dijo a López Torres después de visitar el Prado, cuando contaba
con 13 años.
Recordó
también que estuvo cuatro años dibujando y pintando en la Escuela de San
Fernando. Señaló que “se puede aprender a dibujar en uno o dos años, pero “la
pintura es sobre todo pintura y eso es algo muy personal”. Señaló la pintura
como emoción color y formas, algo que él sabe muy bien calibrar en los demás pintores
y no tanto en su propia obra.
Reconoció
que en el Museo Reina Sofía están expuestos él y otro pintor más, como pintores
figurativos actuales, “porque cada época tiene su propia tendencia y ahora la
figuración no lo es”. “La figuración realista tiene su propio lenguaje y a
muchos les cuesta pintarla, como a De Chirico, después de tanta metafísica en
sus cuadros. Cuando quiso volver a la figuración realista le costó mucho. Buena
parte de los cuadros metafísicos que se mostraron en su exposición de Chirico en
la Caixa de Madrid, eran flojos”.
“Cuando
veo la figuración de nuestra época me parece nueva en su libertad”, dijo y
señaló los ejemplos de Bacon, Balthus, Hopper, Peter White, Richard Estes, Giacometti
en sus retratos… “Me parece asombrosa la riqueza de lenguajes dentro de la
figuración…”, enfatizó. A partir de una pregunta del público, Antonio López
dijo: “No me preocupa nada lo que va a pasar en el arte dentro de 50 años.
Tenemos arte de sobra, lo que hay que hacer es disfrutar de la vida”.
El
orden está en la vida y la mente de cada cual, más que en el estudio, declaró
en otro momento. También dijo que había comprado pintura abstracta, “porque
conozco su recorrido y me gusta la abstracción, que también puede seguirse en
la figuración. Hay abstracción en la obra de Velázquez, no así en la de Murillo,
por eso me interesa más el primero…”
El
artista manchego señaló que hoy no se enseñaba la pintura en las Escuelas y por
ello habían surgido numerosas Academias, desde las que se impone un estilo.
“Los
artistas figurativos no hemos tenido mucho mimo de la sociedad, aunque nos
hayan dado algunos premios”, subrayó. Los pintores constituimos unas cuatro
“familias” y en la propia te aplauden, pero no así en las otras y hay que andarse
con cuidado. “Hay gente que me quiere, aunque no entienda de pintura, porque
soy para ella un símbolo”.
“Me gusta
ser un pintor que lo hace todo”
Sobre
Marcel Duchamp dijo que era “un artista zángano, persona de cultura e
inteligencia, pero un zángano. Era nada frente a Paul Klee, que sí era un gran
pintor. Y hay algunos que siguen a Duchamp y que son igual de zánganos que él”.
Antonio López dijo que le gustaba mucho ver y leer libros de grandes artistas.
“A mí
–a diferencia de Pérez Villalta, pintor muy creativo que le gustaría ser como
un arquitecto, proyectar y que lo hagan otros- me gusta ser un pintor que lo hace todo, desde
la preparación de los lienzos hasta el bastidor y la firma, pasando por la
escala o su cambio, disfruto y gozo en todas las etapas de la ejecución del
cuadro.
“Todo
lo que tiene que ver con la pintura me parece intemporal. La figuración de
nuestra época, de los siglos XX y XXI es un lenguaje precioso, intemporal. El
día en que se haga una exposición con todo su recorrido, la gente se va a caer
de espaldas, porque cada uno (vlvió a
citar los pintores anteriores) tiene su propio lenguaje” “Me parece maravillosa
la aventura de pintar, las dudas, los arrepentimientos... como a Velázquez.
“Alicia
Koplowitz acaba de hacer una donación de un retrato pintado por Federico
Madrazo al Museo del Prado que es una pintura horrible, de mal gusto. Un cuadro
falso. Los pintores franceses como Ingres o Manet fueron más valientes que
Madrazo”, dijo el artista manchego.
Sobre
el asunto de saber terminado un cuadro, señaló que sus cuadros con personas
siempre le parecen inacabados, incluido el del retrato a dos Reyes, pero “tuve
que entregarlo porque estaba pagado y se estaba enrareciendo el ambiente”.
Sorolla, “un
pintor abusivo”
Sobre
Sorolla se extendió ampliamente para decir que “su forma de acercarse a la
pintura es muy diferente a la mía. Hay algo de abusivo en Sorolla, sobre todo
de cara a sus colegas del momento. Se inicio en la escuela de Fortuny, pero no
permaneció en ella. Los intelectuales como Valle Inclán preferían a otros.
Sorolla es un pintor abstracto magnífico. Murió demasiado pronto porque se mató
a trabajar, se agotó y se “suicidó” a los 57 años. Querían, él o su mujer,
hacerse muy ricos. Fue un gran artista. Tiene un mérito enorme por trabajar
esos grandes formatos para la Hispanish Society. Fue un héroe”
Antonio
López dijo que siempre ha vendido y ganado dinero, incluso a los 13 años con un
dibujo que hizo en el Museo de Reproducciones Artísticas y que vendió a unos
ingleses. “Todo el dinero lo daba a mis padres, porque ellos tenían que pagar
mi sustento”.
“No
hay una pintura si no tiene espectador. No hay pintura sin público. Picasso se
fue a París en busca de conocimiento y de público”- Finalmente Antonio López terminó
diciendo que “España es un país my difícil para los artistas”.
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