Julia Sáez-Angulo
07/06/18 .- MADRID.- Yo no sé si a
los alumnos de Deusto les enseñan el principio jurídico pacta sunt servanda, que viene del Derecho Romano. Los pactos son
para ser guardados. EL PNV, partido nacionalista vasco, se ha mostrado
ignorante o violador de un principio elemental de convivencia de los seres
humanos que adoptan el Derecho para la convivencia y no la traición del
filibustero para ejercerla. Fiarse de estos socios es, a partir de hoy, de
necio total. Ni siquiera necesitaron un argumento teórico retorcido para
explicar su cambio a la semana de hacer un pacto con el PP, al que han dejado
con la vitola de caballerosidad frente a ellos como felones de la película. En
política no todo vale, aunque esos y otros traidores del PSOE lo crean, pues la
política, dentro de la habilidad ha de conllevar la ética -nullla aestética sine ética- y en este caso sangrante de violar los
pactos no la llevaba ni un átomo. Hasta el New
York Times ha comentado que estos cambalaches de cambios parlamentarios en
España son propios de democracia inmadura. ¿Qué se va a esperar de unos
nacionalistas que van contra la Ley de Leyes que se dieron los españoles a sí
mismos. Soraya Sáenz de Santamaría no ha servido en absoluto para negociar con
independentistas embusteros, mejor que lo deje y ni siquiera se presente a
líder del PP.
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