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Julia Sáez-Angulo
FOTOS: Nöis
16/06/18.- MADRID .- Un total de 38
retratos del pintor italiano renacentista Lorenzo Lotto se muestras en el Museo
del Prado hasta el 30 de septiembre de 2018. La exposición, que ha sido
comisariada por el director del museo Miguel Falomir y Enrico María de Pozzolo,
de la Universidad de Verona, ha sido organizada por la primera pinacoteca
española y la National Gallery de Londres. Se trata del trabajo de 50 años de
un autor cada vez más prestigiado por la crítica y la historiografía.
Lorenzo Lotto (Venecia, 1480 –
Loreto, 1557) fue junto a Tiziano un
gran retratista de la Italia renacentista, si bien no tuvo la fortuna de
acceder a las Cortes reales y nobles como el segundo, pero su retrato fue el
primero que encaró el carácter psicológico del representado, así como la
presencia de objetos simbólicos o alusivos, que se han expuesto igualmente en
la muestra, junto a las pinturas para evocar con más verismo el momento social.
A Lotto no se le conoce autorretrato
alguno, si bien se cree que su efigie está presente entre los pobres de la pala
pictórica de iglesia, representado en rojo, que se muestra al público en esa
exposición. “Es plausible pensar que así sea”, señala el director del Museo del
Prado, por cuanto el personaje se corona de laurel, haciendo alusión a su
nombre Laurentino y porque esa rama de laurel se encadena con la firma en el
cuadro. Además se viste de rojo y se sabe que en aquel momento, el pintor había
adquirido un paño de ese color.
No hay que olvidar que el retrato
tiene tres aspectos clave: la persona
representada, el entorno espacio-temporal y la identidad del artista que lo
pinta. En el caso de Lotto, las tres consideraciones se manifiestan con
claridad. “Todo retrato es un relato”, asegura el comisario Falomir. “Lotto
hurga en la psique del personaje representado”, añadió.
Entre los objetos pintados y
representados figuran. alfombras, esculturas clásicas, ballestas y sello de
testamento.
Miguel Falomir ya había realizado
una exposición sobre el Retrato en el Renacimiento, en la que estudiaba las
distintas tipologías de retratos europeos durante 200 años. Los de Lorenzo
Lotto gustaron especialmente. Tiziano pintó los retratos de los héroes
triunfadores del siglo XVI de Europa, mientras que Lotto lo hizo de personajes
de cierta burguesía, así como de judíos y pobres. Su retrato entra en los ojos
y descubre la melancolía de los jóvenes y caballeros que representa, incluido
en las obras religiosas.
Lorenzo Lotto se educó en Venecia
con el mito de Antonio de Messina, en medio de la cultura clásica y profunda
del Renacimiento. De él, un hombre religioso, de gran sensibilidad, tenemos un libro de contabilidad, que junto
al de Bassano son los únicos de que se disponen del Renacimiento y dan luz
sobre la forma de trabajar y contabilizar en aquel momento.
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