Víctor Morales Lezcano
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07-09-18.- MADRID .-Desde hace un mes aproximadamente, la
Universidad Goethe en Frankfurt am Main (Fráncfort del Meno) ha hecho público
el programa de las sesiones que compondrán un congreso de calidad y actualidad prometedoras. Política, religión y sociedad en Oriente
Medio es el título genérico de las sesiones que se desarrollarán entre el 4
y el 6 del próximo mes de octubre en la importante capital financiera y
cultural de Alemania, arriba citada.
La estructura de la convocatoria que nos ocupa
se compone de una serie de seis paneles. Cada panel se articula, a su vez, con
un número de tres a cinco ponentes, con destacadas figuras dentro de un campo
de estudio hoy en alza, como Gilles Kepel (Instituto de Estudios Políticos,
París) Günter Meyer (presidente de la Asociación Europea de Estudios sobre
Oriente Medio) y Erik-Jan Zürcher (Universidad de Leiden), entre otros muchos
participantes.
En rigor, la dimensión que ofrece el programa
de la convocatoria académica de octubre próximo trasciende el espacio
geográfico de Oriente Medio e, incluso, el islamo-céntrico que se muestra
predominante, como era de esperar. En puridad, el solapamiento de fuerzas
profundas que se revelan en la titulación de no pocas ponencias contenidas en
el enunciado genérico de Política,
religión y sociedad en Oriente Medio permite augurar un éxito previsible a la
“congregación orientalista” que tendrá lugar en menos de un mes en Frankfurt am
Main.
Hay una puntualización de oficio que ni quiero
(ni puedo) esquivar impunemente, y es el hecho de que Egipto, Turquía e Irán
constituyen naciones de Oriente Medio que predominan o destacan en ciertos
paneles de la cita orientalista que se avecina.
Modestia aparte interpuesta, el autor de estas cuartillas se
vio motivado no hace mucho a pergeñar un ensayo historiográfico titulado La segunda cuestión de Oriente. Egipto,
Turquía e Irán en la encrucijada (Madrid: Ed. Cátedra, 2016). A través de
sus páginas, se recordaba que, así como Egipto ha sido una sociedad
reiteradamente cortocircuitada en el transcurso del último siglo, Turquía a
partir de 1923, e Irán, desde 1979, respectivamente fueron naciones colocadas
en el núcleo de aquello que las cancillerías de Europa (y, más tarde, de
Estados Unidos) llamaron la cuestión (central) del Oriente musulmán. Ello fue
así en tanto en cuanto Mustapha Kemal Atatürk (1881-1938) y Ruhollah Jomeini
(1902-1989) generaron en Turquía e Irán sendas revoluciones. Ambas naciones
prosiguen su curso en los tiempos revueltos en que vienen desenvolviéndose las
relaciones internacionales desde el despegue del siglo XXI.
Los contactos del autor de
estas líneas con algunos círculos historiográficos turcos (con más intensidad)
e iraníes (más recientemente) lo autorizan a subrayar de nuevo que la
convocatoria académica a la que viene refiriéndose posee un atractivo doble:
aquel que le confiere la colusión entre la perspectiva procedente del pasado y
el descenso a los análisis adecuados que impone la realidad del tiempo presente
en Oriente Medio y latitudes colindantes.
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