07/10/18
.- MADRID .- Es la primera exposición en España sobre Lina Bo Bardi
(1914-1992), arquitecta, museógrafa, diseñadora, escritora y activista cultural
de origen
italiano que llegó a Brasil en 1946 y articuló de manera fascinante la
modernidad, la tradición y la cultura popular de su país de elección.
La
exposición reúne 348 obras – dibujos, pinturas, fotografías, objetos, esculturas,
documentos y piezas de artesanía– no solo de Lina Bo Bardi sino
también de artistas internacionales como Max Bill, Alexander Calder
o Saul Steinberg, de artistas brasileños como Cícero Dias, Lygia Pape,
Lygia Clark o Hélio Oiticica y de artistas populares y no eruditos, así
como arte indígena.
Con
esta exposición se completa una panorámica del Brasil del siglo XX
iniciada
cuando en 2009 la Fundación dedicó otra exposición a Tarsila do
Amaral
(1886-1973), que presentaba no solo a la emblemática artista del
modernismo
brasileño sino, a través de ella, el Brasil de los años veinte y
treinta
del siglo pasado.
La
exposición, comisariada por Mara Sánchez Llorens, Manuel Fontán
del
Junco y María Toledo, se complementa con una mesa redonda
(“La
exposición explicada”) y sendos ciclos de conferencias (“Pioneras de
la
arquitectura”) y conciertos (“Tropicália. Ritmos de Brasil”), así como
una
serie de propuestas didácticas alrededor de La Gran Vaca mecánica,
obra
de Bo Bardi reconstruida por la Fundación a partir de sus planos
originales.
En
el año 2009 la Fundación Juan March inauguró una serie de exposiciones
dedicadas a Latinoamérica –convertida entretanto en parte de su línea de
programación– con una dedicada a Tarsila do Amaral. Aquella muestra quiso
presentar no solo a la emblemática
artista del modernismo brasileño, sino, a través de ella, el Brasil de los años
veinte y treinta del siglo pasado.
Ahora,
casi diez años después, aquel deseo de relatar la realidad cultural y las artes
de
un país a través de una de sus protagonistas vuelve a hacerse real de la mano
de
otra
mujer y de otra exposición: Lina Bo Bardi: tupí or not tupí. Brasil, 1946-1992.
La
Fundación Juan March inaugura el 5 de octubre (hasta el 13 de enero de 2009)
la
primera exposición celebrada en España dedicada a la sugestiva figura de Lina
Bo
Bardi (1914-1992), quien, formada como arquitecta en la Italia de los años
treinta,
fue protagonista destacada de la renovación de las artes en Brasil, trabajando
como
arquitecta, museógrafa, diseñadora, escritora y activista cultural,
aunando
el arte de vanguardia y el arte popular.
La
exposición ha contado con la estrecha colaboración y el apoyo del Instituto
Bardi/Casa
de Vidrio.
Lina
Bo Bardi, tupí or not tupí
La
italiana Lina Bo Bardi (Roma, 1914-São Paulo, 1992), formada como arquitecta
en
la Italia de los años treinta, llegó a Brasil en 1946 junto a su marido, el
crítico
y
coleccionista de arte Pietro Maria Bardi, y se entusiasmó pronto con su país
de
acogida. Con un dinamismo multifacético –como arquitecta, museógrafa,
diseñadora,
escritora
y activista cultural– hizo rotar muy productivamente el eje
de
las complejas relaciones entre la modernidad y la tradición, la creación de
vanguardia
y las costumbres populares, la individualidad del artista moderno y
el
trabajo colectivo del pueblo.
Es
esta una de las primeras exposiciones sobre Lina Bo Bardi que no se limita a
su
faceta de arquitecta. Lleva por subtítulo parte del eslogan (“Tupí or not tupí.
That
is the question”) del Manifiesto antropófago, escrito en 1928 por Oswald de
Andrade
e ilustrado por Tarsila, todo un ejemplo de apropiación “caníbal” de la
famosa
cita shakesperiana. Y es que si la “antropofagia” brasileña de los años
veinte
–quizá la revolución estético-ideológica más original de las vanguardias
latinoamericanas–
pretendió la asimilación y el replanteamiento de la cultura
europea,
la europea Lina Bo Bardi encarnó durante toda su vida en el país que
eligió
una suerte de antropofagia a la inversa: también el Viejo Mundo, del que
ella
procedía, debía ser transformado por el Nuevo Mundo, en el que vivía, para
dar
paso a una “aristocracia del pueblo”, mezcla del europeo, el indio, el negro y
el
nativo del nordeste del país, cargada de sueños para un futuro mejor.
Una
exposición coral
La
exposición reúne 348 obras entre dibujos, pinturas, fotografías, objetos,
esculturas,
documentos
y piezas de artesanía (muchas de ellas nunca vistas fuera
de
su país de origen), que invitan a descubrir las analogías de la obra de Lina
Bo
Bardi con la antropofagia de los años veinte y el tropicalismo de los años
sesenta.
Asimismo, ofrece una aproximación inédita a su figura y descubre su
concepción
y su práctica museográfica, su interés por el teatro y el circo, por lo
participativo,
lo colectivo y lo popular así como la universalidad y la obvia actualidad
de
muchas de las realidades a las que aplicó su talento.
En
la exposición, las obras de Lina Bo Bardi conviven y conversan con obras de
artistas
europeos que más influyeron en el Brasil de la época, como La unidad
tripartita,
de Max Bill (Gran Premio de escultura de la Bienal de São Paulo, 1951);
también
con obras de arte indígena (plumaria, cerámicas), con obras de arte popular
(utensilios,
herramientas, abanicos) y obras de artistas brasileños coetáneos
como
Cícero Dias, Lygia Pape; Lygia Clark, Hélio Oiticica, Roberto Burle
Marx
o Macaparana. .
Durante
la exposición también se proyectarán, en sesión continua, una selección
de
materiales audiovisuales que muestran testimonios recogidos por la
Fundación
de personas que trataron a Lina, como Caetano Veloso, unos documentales
del
arquitecto chileno Felipe de Ferrari y un conjunto de fotografías de
José
Manuel Ballester (Premio Nacional de Fotografía 2010). Para la exposición,
la
Fundación Juan March ha realizado el encargo a José Manuel Ballester de
fotografiar
tres
proyectos arquitectónicos de Lina Bo Bardi, expuestos en distintos
espacios
de la Fundación.
Las
obras de la muestra proceden de 20 coleccionistas particulares y de 28
instituciones,
como
el Instituto Bardi, el Museu de Arte de São Paulo (MASP), la Pinacoteca
do
Estado de São Paulo, el Museu de Arte Contemporãnea da Universidad
de
São Paulo (MAC-USP), el Museu Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro y el
Museu
de Arte do Rio (MAR), entre otras.
La
Gran Vaca Mecánica
Para
esta exposición, la Fundación Juan March ha reconstruido la Gran Vaca Mecánica,
diseñada
por Lina Bo Bardi en 1988 para el Museo de Arte de São Paulo
(MASP)
—fundado por la propia Lina en 1947—. La Gran Vaca Mecánica es un
contenedor
expositivo, un objeto temporal museístico que se expone a sí mismo
y
expone los objetos que para ella son la esencia del ser humano: la artesanía.
Fue
concebida mediante planos precisos para ser formada en chapa de hierro,
con
el color limitado a la cabeza, los cuernos y las ubres, (bermellón, dorado y
azul
arara respectivamente) y un cuerpo que pudiera compartimentarse e incorporar
elementos
tecnológicos, como una radio, antenas, un motor térmico y un
circuito
eléctrico que garantizase su funcionamiento. La propuesta de Lina era
que
la vaca incentivara la participación de los usuarios dándoles la bienvenida al
MASP,
exhibiendo objetos populares recolectados por ella misma en Salvador de
Bahía
y conformando así un espacio lúdico o playground. Realizada por primera
vez
en Venecia con motivo de la exposición Lina Bo Bardi, arquitecto (2003).
La
Gran Vaca Mecánica se ha realizado con la colaboración de la Bienal “Miradas
de
Mujeres”. Tras su creación la Fundación Juan March realizó una acción urbana
el
pasado 28 de junio para trasladar la Gran Vaca Mecánica a la Fundación desde
el
taller donde se reconstruyó, con paradas en la Casa do Brasil y la Embajada
de
Brasil en Madrid. Aquí se puede ver un vídeo de la acción.
El
catálogo
El
catálogo pretende convertirse en una fuente de referencia sobre la artista, y
contiene
veinte ensayos de los principales especialistas en Lina Bo Bardi y en el
Brasil
del momento, además de una antología de textos de Lina Bo Bardi y sobre
Lina
Bo Bardi. También incluye una entrevista, celebrada en SESC Pompéia, de
los
tres comisarios de la exposición (Mara Sánchez Llorens, Manuel Fontán del
Junco
y María Toledo) a Marcelo Ferraz, Marcelo Suzuki, André Vainer, Giancarlo
Latorraca
y Victor Nosek, los cinco principales colaboradores de Lina durante los
años
80 y 90.
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