Julia Sáez-Angulo
Fotos
Adriana Zapisek
25/10/18 .- OCTUBRE .- Ella es la
memoria de su padre Eduardo Barreiros, el que fuera genio y patriarca de la
célebre empresa de automoción Barreiros, formada por un sólido equipo de
hermanos (Eduardo, Mary, Graciliano, Valeriano, Luchy y Celso) que la hicieron
realidad cada uno en su puesto. Todos venían del gran abuelo de Gundiás (Orense),
que comenzó vendiendo cedazos en Canarias y con los ahorros logró a línea de autobuses de los pesares en Orense. Barreiros fue la primera gran empresa de automoción española, que
llegó a instalar su gran fábrica en Villaverde (Madrid), por indicación del
hermano ingeniero Graciliano Barreiros, que estudió en Madrid, convencido de
que había que estar cerca del Gobierno del Estado para que el negocio despegara
de veras.
Mariluz Barreiros Ramos (Ourense,
1952) ha entregado el Premio Fundación Eduardo Barreiros a Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo,
presidente de ALSA, galardón que va por su veinte galardón. El acto tuvo lugar
en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad
Politécnica de Madrid, presidido por el Rector, acompañado de decano de la
Escuela y el director general de Trafico del Gobierno de España. Ladislao
Azcona, comunicador y presidente social de la Universidad de Oviedo hizo la laudatio del galardonado. El premio está
bajo el patrocinio de Ajusa.
A Mariluz se la considera la gran
matriarca del legado de Eduardo Barreiros, del que el hispanista Hugh Thomas
escribió la biografía Barreiros: el motor
de España (Planeta 2007), libro al
que algunos reprochan el olvido del protagonismo del compacto equipo de los
hermanos Barreiros, durante los años 50 y 60 en España. La empresa Barreiros
Diesel creo el Simca 1000, el Dodge Dart y sobre todo los camiones Barreiros y
empleaba en 1963 a 25.000 personas e indirectamente a más de cien mil. Sus productos se
exportaban a 27 países.
Eduardo Barreiros (1919 - 1992)
terminó sus días en Cuba, país de sus sueños para volver a empezar, en el que
fundó los motores Taino en 1990. Murió cuando preparaba una etapa angoleña.
Mayte Spínola, esposa de Graciliano Barreiros, dice de Eduardo que fue un
genio, hecho posible junto al equipo clave de los hermanos. Solo cuando
estuvieron juntos funcionó de veras la empresa Barreiros Diesel, que no tuvo
huelga alguna con la presencia de todos ellos.
Mariluz Barreiros ha sido, desde el
fallecimiento de su padre, la promotora de su memoria, cristalizada en la
Fundación Eduardo Barreiros y el Museo de la automoción con el mismo nombre, que
se ha instalado en la localidad madrileña de Valdemorillo. Mujer bella e
inteligente para mover toda una actividad en pro de su padre, la revela con
honor como una Electra renovada en la actualidad. Elegante con su trajes Chanel
y en verano con sus gafas oscuras como una celebrity,
aunque no buscque la fama, las revistas femeninas la buscan y fotografían
para sus páginas como mujer de pro. Los medios de comunicación industriales, la
enfocan más profesionalmente.
Mariluz , mujer atractiva y con
educación en colegios de élite, elegante y tenaz, se casó con el empresario
Alberto Comenge, del que tuvo a sus hijos Alberto y Cristina, patronos de la
Fundación Barreiros. En 1992 se casó en segundas nupcias con el empresario Jesús
Polanco (1929 – 2007), presidente del Grupo Prisa, que vino a ser el padre de
sus hijos pequeños. Ella sabe distinguir bien el poder de la influencia, dos cosas
diferentes aunque cercanas y se considera “privilegiada en la vida y feliz”. Ha
sido siempre mimada por sus hombres, su padre Eduardo, sus maridos y su hijo.
Tras la muerte de su madre, Dorinda
Ramos, Mariluz Barreiros es propietaria y gestiona las empresas millonarias de
la familia, entre ellas DORMA
SA de inmobiliaria. Hoy es también delegada en Galicia del Grupo pro Arte y
Cultura, PAC, orgulloso de tener su nombre en el Organigrama.
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