-->
Real
Jardín Botánico - Madrid
Maica NÖIS
30 de diciembre de 2018- Pasear
en una bella mañana de un invierno soleado
por el Jardín Botánico y , siendo el último domingo del año ya es una
placer, al que hoy le unimos la
emocionante exposición que se podrá contemplar hasta el próximo día 6 de Enero de 2019 en la sala de
exposiciones en el núcleo arquitectónico
del Pabellón acristalado Villanueva del
Real . Bajo el título de "VIvarium"
estamos asistiendo a una apasionada historia de amor materno filiar. Miquel
Barceló durante más de dos décadas ha estado trabajando con su madre Francisca
Artigues en una inmensa labor de arte.
Francisca Artigues, que en la actualidad tiene 92 años, quien desde su juventud pintaba
al oleo y la acuarela e investigó en la pintura abstracta, no dejando de bordar
con la técnica de ganchillo (punt mallorquí) como hacía ya su madre y otras
mujeres de la familia en su Felanitx-Mallorca .Abandona sus aficiones pictóricas
cuando su hijo Miquel Barceló empieza a
mostrar sus dotes artísticas. Pero no así su práctica de bordar. Y es en esta
práctica después de bordar con motivos de mar un mantel en azules para la mesa
de las reuniones familiares de domingo cuando Miquel que ama profundamente su entorno y sus viajes
e influenciado por la obra de Joan Miró, ejecuta
sus primera obras con temas animalistas asentado en el expresionismo abstracto
norteamericano y el arte conceptual.
Resultado de este hilo conductor de cientos de horas de trabajo, y que ya tuvo su primera exhibición pública
en 2014 en la ciudad suiza de Sankt Gallen., es poder contemplar 13 bordados
de gran formato de Francisca Artigues
cortinas, manteles y colchas - todos objetos de utilidad en la práctica
de la vida familiar y el gran tapiz
"Vivarium" que da título a la exposición. Que siempre fue concebido
como un tapiz de grandísimo formato puesto que mide cuatro metros y medios de
largo por dos y medio de ancho. Cuya
realización requirió tres años de intenso trabajo. Hasta el último fechado en 2018 "Pop,8 potes, 3 cors".
En ellos toda la
representación de los dibujos que su hijo le pintaba en el lino artesanal y que
ha ido trabajando sobre bastidor en ganchillo con sus madejas de hilo de color.
Aparecen una ingente cantidad pulpos, peces espada, hachas, cuchillos, manos
........ Como Miquel ha explicitado
"Es como un contenedor de cosas
vivas. Todo está vivo, se trasforma, crece, como si fuese una planta de patatas que salen todas de allí. Dragones,
nenúfares y extraterrestres, incluso
objetos, una cosa en crecimiento constante". Francisca asiente "Siempre fue divertido y diferente, pero duro" Y de nuevo
Barceló la refrenda "Cada uno de
estos bordados tenía una función y todos eran para alguien. Para una mesa concreta
o una cama concreta. Ni siquiera pensamos que eran obras de arte, pero creo que
está bien enseñarlos con esta humildad, sin más pretensiones"
La sala acoge una
treintena de acuarelas y dibujos de Barceló sobre todo con motivos de
animales destacando los tres retratos de
su madre al principio de la sala.
Acompaña a la
exposición un desarrollo editorial en un libro
de 50 f0tografias que recoge todo el proceso de trabajo y que lleva a la contemplación de la
vida familiar y el taller del artista de
Jean Marie de Moral y con un texto introductorio de Colm Tóïbin que establece
esta inter-relación "En la versión que su hijo tiene del mundo, ella ve su
propia sombra, como si sus ojos y sus propias manos y su cuerpo y la mente que
la acompaña en la vida se hubieran salido de ella, se hubieran exiliado de ella
a otro reino en el que, con inmensa seguridad y una impresionante amplitud de
miras, ambos producen imágenes y trabajan con pintura y arcilla o simplemente
sueñan, con lo que podría ser la existencia".
Esta exposición, de
la que se sale con una dulce y tierna
sonrisa, lo que sí refrenda no es solo
el esfuerzo en una pasión común sino la
reflexión ante la exaltación de los más
importantes valores que constituyen la vida de los seres humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario