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Retratode Ambrosio Spínola (colección madrileña)
Julia Sáez-Angulo
30/12/18 .- MADRID .- Dos retratos
del general Ambrosio de Spínola y su hija de Polixena Spínola, marquesa de
Leganés, pintados por Van Dyck, han sido objeto de descubrimiento y estudio por
el profesor de la Universidad Complutense Matías Díaz Padrón, historiador del
Arte y conservador de pintura flamenca en el Museo del Prado. El investigador ha
publicado recientemente un libro sobre Anton Van Dyck, otro sobre Jordaens y tiene
en espera inminente de edición, otro libro sobre Rubens, por el Instituto Moll,
Centro de Investigación de Pintura Flamenca, dirigido Díaz Padrón.
Un coleccionista madrileño de origen
vasco, llamó al profesor Díaz Padrón para confirmar la autoría del cuadro de Juan
Carreño de Miranda, que se vendía en una galería de París. Había que saber si
era auténtico. El profesor vio la pintura y la descatalogó como Carreño para
atribuirla a Van Dyck, por su estilo. En su investigación al respecto localizó
una réplica del cuadro por el taller del pintor y un dibujo preparatorio.
“No fue difícil rectificar la
atribución en 1923, cuando figuraba en la Exposición
de Arte Antiguo Español en el palacio Charpentier de París. Una réplica
prácticamente exacta está hoy en la colección Hebsacker de überlingen expuesta en Zurich en 1974 como pieza del
taller de Van Dyck. En ambas figuras, el general está retratado de pie con
bastón de mando, banda roja ceñida en el brazo izquierdo y mano apoyada en el
pomo de la espada con gesto y símbolos propios de los capitanes generales del
ejército español del siglo XVII. En su pecho pende el Toisón de Oro, distinción
que Felipe III le otorgó en 1605. El fondo se cierra con una columna de fuste
estriado y un amplio cortinaje con espacio abierto al exterior: es una teatral
ornamentación típica de los retratos de aparato de la nobleza del Barroco
internacional. El retratado domina el primer plano con la mirada fija y
arrogante frente al espectador. Es un retrato de poderío y exaltación de las
glorias militares que protagoniza Spínola en aquel siglo de dominio español”.
“España nunca agradeció el esfuerzo
personal de este general, cuyos méritos no fueron suficientemente comprendidos
en vida, al chocar frontalmente con el Conde Duque de Olivares en su política
belicista”, explica el profesor en otro momento, al tiempo en que se detiene a
resaltar los colores y brillos de la
pintura. Díaz Padrón habla también del descubrimiento del dibujo preparatorio
de esta pintura, encontrado en el Museo Atger de Montpelier, “alentador para la
identificación del retrato” de A. Spínola pintado por Van Dyck, “quien “redujo
el tamaño del bastón de mando que es más largo en el dibujo y corrigió la
posición del pie izquierdo”.
Segundo retrato, armado hasta la cadera
Más adelante, el mismo coleccionista
le habló al profesor de otro cuadro, localizado en Ginebra para que fuera a
inspeccionarlo. La obra estaba en una casa amplia y elegante junto al lago, de
un descendiente de un armero de Carlos V, que había adquirido la pintura
recientemente. Díaz Padrón investigó y localizó la pintura citada en el
testamento del marqués de Leganés; se trataba de un retrato del general Ambrosio de Spínola.
“Toda la grandeza del general está
impresa en este retrato, con la moderada contención de la etiqueta impuesta por
los Austrias que Van Dick acata”, señala Díaz Padrón. “La noble imagen de
Spínola es reflejo de lo que se lee en cartas de Rubens: (Spínola) es el ser más sagaz y perspicaz que he
conocido. No deja adivinar sus intenciones, no es muy comunicativo, más bien
por temor a hablar demasiado que por falta de elocuencia e inteligencia...”
Este cuadro de Ambrosio Spínola es
un óleo sobre lienzo de 197 x 119 cm. “El retratado está aquí armado hasta la
cadera, con banda roja ceñida al brazo izquierdo y la mano apoyada en el pomo
de la espada, típica fórmula de los capitanes del ejército español en paralelo
al otro retrato del personaje con armadura completa. En su pecho pende el
Toisón de Oro distinción que Felipe III le otorgó en 2605. Cierra el fondo una
columna estriada detrás, de un amplio cortinaje rojo intenso: ornamentación
teatral de los retratos de aparato del barroco internacional”, describe Díaz Padrón en su libro Van Dyck en España, publicado por la
editorial Prensa ibérica.
El general Spínola fue el más
prestigioso de su tiempo. Brilló en la tregua de las negociaciones de los Doce
años. Felipe IV reconoció sus servicios y los premió con el marquesado de los
Balbases en 1621.
En suma: “Van Dyck inmortalizó al
general en sucesivas ocasiones. En los retratos de cuerpo entero siguió dos
modalidades: una con armadura completa y otra donde figura medio armado hasta
la cadera. Preparó el retrato en un espléndido dibujo, hoy en el Museo Atger de
Montpelier, que permite observar las modificaciones aplicadas en la mesilla, el
pie izquierdo, el bastón de mando y el cortinaje más ampuloso en el dibujo.
“En la Scottish National Gallery en
Edimburgo existe una repetición en la que figura de tres cuartos de altura con
taburete y casco. Otra de taller y formato oval en el Sterling and Francis
Valark Arte Institute de Williamstown. Massachussets. Una grisalla atribuida a
Lucas Worsterman, sirvió al grabado que difundió la imagen del general. Otro
grabado con guirnalda y cartel firman Peter Soutman y Jacob Loyis. Este modelo
coincide con un dibujo recientemente catalogado con atribución a Soutman. Un
copia en papel pegado a tabla conocemos por una antigua fotografía”, concluye
Díaz Padrón..
Retratos de Polixena Spínola
El museo del Prado cuenta con el
retrato de Polixena Spínola (1600 – 1639), marquesa de Leganés, un óleo de 204
x 130 cm, retratada de cuerpo entero, sentada en una silla de brazos sobre la
que reposan las manos lánguidamente. La sombra y oscura indumentaria permiten
resaltar el rostro y las manos, acentuando el porte señorial y elegante, típico
del periodo italiano del pintor Anton Van Dyck (Amberes, 1519 – Londres, 1641)
(...), explica el profesor Díaz Padrón. Beroqui propone la fecha de 1621 para
la ejecución de este retrato del Prado, año de la llegada de Van Dyck a Italia,
pues en 1622, doña Polixena Spínola está ya de dama de compañía de la Infanta
Isabel.
Algunas atribuciones anteriores en
diversos inventarios la calificaban como Retrato
de señora de negro sentada. Entre las réplicas y copias de esta pintura se
conserva la del Museo Columbus de Ohio, de taller y adquirida a principios del
siglo XX, con probable procedencia en el coleccionismo hispano.
La marquesa de Leganés fue la hija
mayor de Ambrosio Spínola. Nació en Génova en 1600 donde permaneció hasta 1622,
fecha en que viajó a Madrid. Desposada con don Diego de Mexía en 1628, tuvo dos
hijos. Murió en 1639.
Otro retrato de Polixena Spínola
figura en el Museo de Ohio.
En la National Gallery of Art de Washington, figura un óleo de 109 x 97 cm, con amplio vestido blanco de grandes lazos en las mangas y sobrepuesto obscuro sobre el mismo, broche con cadena en el pecho y abanico en la mano izquierda, que sse identificó en su día como otro retrato de Polixena Spñinola, pero hoy se cuestiona la identidad. Su procedencia en distintas colecciones europeas lo avalan como cuadro de buena trayectoria.
En la National Gallery of Art de Washington, figura un óleo de 109 x 97 cm, con amplio vestido blanco de grandes lazos en las mangas y sobrepuesto obscuro sobre el mismo, broche con cadena en el pecho y abanico en la mano izquierda, que sse identificó en su día como otro retrato de Polixena Spñinola, pero hoy se cuestiona la identidad. Su procedencia en distintas colecciones europeas lo avalan como cuadro de buena trayectoria.
Polixena Spínola (réplica en el Museo de Ohio)
Van Dyck (National Gallery de Washington)
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