Rosalía Goy Goy
Julia Sáez-Angulo
01/7/19
.- Madrid .- Rosalía Goy cumple cien años en la colonia de La Guindalera, donde
ha vivido más de 40 años, en un chalet, donde ha cultivado su pequeño jardín,
porque le gustan las plantas y sembrar bulbos o semillas, para encontrar en
primavera el color de las flores. Es una mujer cortés, cuidada y siempre bien
acicalada, dice que ha pedido algo de memoria y de oído, eso es todo.
Lo de que le haga una entrevista no le hace
del todo feliz. “Yo soy una mujer sencilla y sin importancia”, insiste, “pero
Ud. va a cumplir cien años el 5 de julio y eso es noticia”, le replico. Al fin, accede.
Rosalía Goy Goy (Madrid, 1919) -apellido de origen vasco- dice
que el único secreto para vivir tantos años podría estar en que, ella lleva una
vida sana, sencilla y discreta, viviendo y dejando vivir. Ahora da un buen
paseo todos los días para estirar las piernas, junto a su hija Rosa, que llegó
desde Lisboa para cuidarla.
Hija de padres joyeros y relojeros
que residían en un chalet de la calle Alfonso XII, tenían una pequeña tienda en
la calle Concepción Jerónima, no lejos de la Puerta del Sol. “Mi padre hacía
las piezas a mano”, explica. Sus tíos maternos tenían tres chalets que estrenaron en
la colonia de la Guindalera en 1928. Uno de los tíos se fue a América durante
la guerra civil y vendió la casa. Ella heredó el chalet de su tía Julia, en el
que vive hoy muy a gusto.
Rosalía se casó con Uwaldo Goy Díaz,
un primo carnal suyo de Lugo, porque sus padres –también primos carnales entre
ellos- la enviaron junto a sus hermanas a casa de un tío lucense en tiempos de
la Guerra Civil de 1936 -39. “Allí se podía comer bien, sin las dificultades
que tenía Madrid para que entraran alimentos”, explica. Su marido era apoderado
del Ayuntamiento de Lugo y, por ello, Rosalía residió unos cuantos años en la
ciudad gallega de las murallas romanas. La dama centenaria ha tenido dos hijos
y una hija: Antonio, José Luis y María Rosa, tiene tres nietas guapas –Rosa María,
Laura y Marta- y un bisnieto, Bruno. Los dos hijos son catedráticos de Geología
ya jubilados.
Nuestra dama centenaria estudió en
el Instituto Escuela en la calle Serrano 103, que en su tiempo era muy avanzado
y en él se estudiaban todas las disciplinas imaginables, además de numerosos
deportes, que ella practicó en varios campos. Rosalía recuerda al maestro
Benedito en la asignatura de Música. Después se preparó profesionalmente para
matrona, porque le encantaban los niños y confiesa que ha trabajado mucho y muy
a gusto, primero en Lugo y después en el Hospital Clínico de la Ciudad
Universitaria madrileña. Cuando podía, iba al cine.
Rosalía Goy cumple cien años y está
con buen aspecto y buena cabeza. Da gracias a Dios por ello. Insiste en que es
una persona sencilla y que no merece entrevista alguna, pero no todos cumplen
cien años.
Los vecinos ya han comenzado a felicitarla,
antes de irse de vacaciones, entre ellos el párroco emérito, Padre Cruz Goñi, de la
iglesia vecina Nuestra Señora del Dolor, Padres Capuchinos Amigonianos, que le ha regalado una medalla.
Rosalía Goy
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