por M. DOLORES GALLARDO LÓPEZ
Fotos: Adriana Zapisek
Fotos: Adriana Zapisek
15.12.19 .- Madrid .- La
Tertulia Ilustrada, que preside M. Eugenia Martínez y dirige Julia Sáez
Angulo, ha cerrado el año 2019 con la interesantísima y documentadísima
intervención de Máximo Stüerckow González, hispano-alemán, que, desde el año
1975 hasta fechas no lejanas ha trabajado como periodista y locutor en los
servicios internacionales de la radio y televisión de la República
Federal de Alemania, la Deutsche Welle, “La Voz de Alemania”.
El resumen de la intervención del Sr. Stüerckow es el siguiente:
Inició
su intervención indicando lo aparentemente
paradójico que resulta que anualmente el día el 3 de octubre se celebre como “Día de
la Unidad Alemana” (la fiesta nacional de Alemania reunificada) y NO el día 9
de noviembre, pese a que el 9 de noviembre de 1989 -hace 30 años- los alemanes
consiguieron ver cumplido su deseo más profundo desde que finalizara la II
Guerra Mundial: ese 9 de noviembre de 1989
cayó el tristemente célebre “Muro
de Berlín” (desde el 13 de agosto de 1961 el muro había dividido herméticamente
a los alemanes en dos estados diferentes) y
se abrió la frontera que separaba
a las dos Alemanias.
Acto seguido hizo breve exposición histórica recordando
las diversas vicisitudes que en Alemania han acaecido en 9 de noviembre.
El 9 de noviembre de 1848 la ejecución, en
Viena, del líder liberal Robert Blum puso punto final a la Revolución de 1848,
cuya meta principal era lograr un Estado Nacional Alemán.
También un 9 de
noviembre, pero de 1918, triunfó la llamada “Revolución de Noviembre”: en
Berlín se proclama la República de Weimar, el emperador Guillermo II abdica y
emigra a Holanda, al exilio.
Cinco años más tarde, en Múnich, tuvo lugar un
golpe de estado -encabezado por el general Ludendorff y Adolfo Hitler- del
NSDAP, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. El también llamado “Putsch
de la Cervecería” fue sofocado por la Reichswehr, el Ejército Imperial.
Adolf Hitler y su lugarteniente Rudolf Hess fueron condenados a cinco años de
cárcel: sólo cumplieron 9 meses. Durante estos meses Hitler dictó su Mein
Kampf, Mi lucha, ideario del partido nazi.
A continuación recordó el tristísimamente célebre 9 de noviembre de 1938, conocido como “La Noche de San Bartolomé” o “La
noche de los cristales rotos”: esa horrible noche las hordas de las milicias
nazis -apoyadas por la pasividad de la policía y otros servicios públicos-
destruyen 1.000 sinagogas, otras 7.000 diversas propiedades judías; asesinaros
a 400 personas, varios cientos resultaron heridas y muchas mujeres violadas.
Después unos 30.000
judíos fueron internados en campos de concentración y, además, las autoridades
del Tercer Reich impusieron a la comunidad judía una multa colectiva, nada
menos que de 1.000 millones de marcos, acusándolos de “responsables de los
actos de violencia”.
El 9 de noviembre de
1938 marcó un antes y un después para los judíos en Alemania. El Sr. Stüerckow
destacó que ese tristísimo 9 de noviembre sirvió a los nazis para tomar el
pulso a la sociedad alemana. Para saber hasta qué punto apoyaba su política
antijudía. El resultado fue evidente: con los alemanes se podía contar…
Sin embargo destacó que
los nazis no eran únicos que rechazaban a los judíos, si bien fueron los únicos
que se atrevieron a poner en marcha la llamada Endloesung, la “Solución
Final”: las deportaciones a los campos de concentración y el exterminio de la
población judía.
La causa nazi tuvo
grandes valedores extranjeros. Entre ellos Henry Ford. No solo está citado por Hitler
en su libro “Mi Lucha”, sino que en 1938 recibió la medalla nazi de “extranjero
distinguido”.
También la General Motors colaboró con el Régimen
Nazi.
Sin los casi 100.000 camiones OPEL-Blitz y
unos 50.000 Ford, los nazis difícilmente hubieran podido transportar sus tropas
al frente ni trasladar a los campos de concentración a miles de judíos, sintis,
romans, socialistas, comunistas o luchadores contra las dictaduras.
Asimismo
la IBM, con sus máquinas Hollerith, fue decisiva para el registro y
posterior localización de la población judía.
Tras enumerar a otras
empresas que también colaboraron, destacó igualmente la participación de la Juedische
Gheto-Polizei (la Policía Judía del Gueto) y la del Juedischer Ordnungsdienst (el
Servicio de Orden Judío), unidades de policía organizadas por los consejos
judíos locales en diversos territorios y puestas a las órdenes del ejército
alemán de ocupación. Unidades similares colaboraron también en los campos de
concentración.
La cooperación de parte de la comunidad judía
en el exterminio provocó una amarga crítica de Hanna Arendt, socióloga y
periodista judía afincada en Nueva York.
Hanna Arendt asistió como corresponsal del
rotativo The New Yorker al juicio, seguido en Israel, contra Adolf
Eichmann, el organizador del transporte de judíos a los campos de
concentración. En el transcurso de las sesiones Arendt llegó a la tremenda conclusión
de que la complejidad de la condición humana y la banalidad del mal -es decir
la sumisión total a la autoridad- había hecho posible el holocausto y que en él
también tuvieron parte de corresponsabilidad un buen número de judíos que no
supieron o no quisieron enfrentarse a las autoridades nazis, pese a que su
proceder violaba los más elementales derechos humanos y la dignidad moral.
Finalmente, el conferenciante se refirió la
reciente visita de la canciller alemana Angela Merkel al campo de concentración
y exterminio de Auschwitz.
En esa visita la Sra. Merkel dijo que, en
nombre del pueblo alemán, se avergonzaba de lo que había ocurrido y habían
protagonizado los alemanes, en muchos
casos contra otros alemanes, ya que -explicó
el conferenciante- no se puede ignorar que miles, incluso millones de los
judíos asesinados, eran alemanes y
tenían sus raíces, desde hacia siglos, en tierra alemana, tierra que habían
defendido en la I guerra mundial, en la cual muchos de ellos obtuvieron
medallas y honores y otros muchos dieron su propia vida.
Una última mención fue
para los que Stüerckow llamó “Nuevos Flautistas de Hamelín”: la AfD, la
Alianza para Alemania, la nueva extrema derecha alemana, propagadora del
antisemitismo y xenofobia que existe hoy día en Alemania. Muchos de sus
dirigentes proceden de los partidos conservadores.
Aunque la extrema derecha es actualmente una
minoría, muchísimos alemanes consideren que hay que estar atentos para que no
vuelva a ocurrir lo sucedido en los años 30 del siglo pasado: cuando los
alemanes de buena fe se dieron cuenta de los peligros del nazismo, era
demasiado tarde.
Hoy, por lo menos de momento -afirmó Stüerckow-
existe la firme decisión en todos los partidos políticos de no coaligarse ni
apoyarse para lograr gobernar en la AfD, la nueva extrema derecha alemana.
Por todo lo
anteriormente expuesto en relación con el 9 de noviembre de 1938, la fecha 9 de
noviembre NO puede ser fiesta nacional en la Alemania reunificada. Por ello se
ha elegido el 3 de octubre como “Día de la Unidad Alemana”, día en el que la
República Democrática Alemana dejó de existir como Estado y se integró en el
ámbito del Grundgesetz, la Ley Fundamental de la República Federal de
Alemania.
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Máximo Stüerckow recomendó a los interesados en el tema del retorno y
posterior juicio, en Alemania, de los responsables nazis, la película
documental El caso Fritz Bauer.
Sobre la expulsión de
los judíos: El viaje de los malditos, también película documental.
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