Sarcófagos en la Cripta Imperial
Julia Sáez-Angulo
Fotos C. Palomero y R. Sánchez Molero
6/2/22.- Como despedida de Viena nos apuntamos a la misa de once en la céntrica iglesia de los Agustinos, donde se casó la popular y mediática Sissi Emperatriz. Todos los domingos en esta iglesia se celebra, de modo abierto, una “misa de autor”, permítanme que la llame así, pues allí se interpreta la misa de Mozart, Haydn, Adlgasser, Kodály, Widor, Eberlin u otros compositores que han dedicado su genio creativo a la música para la Eucaristía.
En esta ocasión, era el coro de la iglesia el que interpretaba los cantos de la misa con voces bien empastadas y en el banco de atrás, un joven barítono los acompañaba, ante nuestro asombro por la buena voz con que lo hacía. Al final de la misa lo felicitamos.
Como la misa era en alemán, durante la homilía pensaba en lo feliz que estaría Sissi Emperatriz el día de su boda con el emperador Francisco José y los avatares que se le fueron presentado a lo largo de su vida. Una mujer muy libre en una Corte muy dura y disciplinada. La existencia siempre es sorpresiva.
En esa iglesia agustina se guardan los corazones de los emperadores y emperatrices de Austria en canopos cerrados, dentro de la llamada Cripta de los Corazones, diminuta, a modo santuario. Solo se muestra de vez en cuando y, ahora, está muy cerrada por la pandemia, pero, ante mi ruego, tuvieron la gentileza de mostrarla en privado. Una visión y experiencia singular, ciertamente.
Casi al lado está la célebre Cripta Imperial de Viena, más conocida por la Cripta de los Capuchinos, esa que se resiste a visitar mi anfitriona Mayte, porque no le van los cementerios ni los muertos Ella es un tanto andaluza. Fue desde 1633 el principal lugar de sepultura para los Habsburgo austríacos, es decir, para los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico de la casa de Habsburgo y sus descendientes. Un total de 149 de los Habsburgo, de los cuales 12 fueron emperadores y 19 emperatrices y reinas
Impresionantes sarcófagos en bronce de los Habsburgo que reinaron y gobernaron el Imperio durante 640 años, hasta 2018. Sarcófagos que envuelven ataúdes de plomo. Una sucesión de esculturas mortuorias, donde el Toisón de Oro, las coronas, los escudos, el águila bicéfala, almohadones, borlones y calaveras (auténticas vanitas desdentadas), que hablan del memento mori y del sic gloriae transit.
El sarcófago doble de María Teresa y su esposo, el emperador Francisco I Esteban de Lorena, es obra de Balthasar Ferdinand Molls. Y junto a los monumentales sarcófagos de los grandes Emperadores, se encuentra algunos sepulcros pequeños o diminutos de niños o bebés, que traían a la memoria los diminutos sarcófagos el Pabellón de Infantes de la cámara mortuoria de la cripta -el pudridero (tremenda palabra) en el monasterio de El Escorial, donde se puede leer Transierunt omnia illa usque umbra (Pasaron como sombras).
Curioso el panteón del emperador Maximiliano de México (1832-1867) en el que pueden verse diversos objetos típicos y característicos de aquel país americano, entre los que figura un gran sombrero mexicano. El último sarcófago de emperador fue el de Francisco José en 1916 y su esposa Sissi, junto a su hijo Rodolfo muerto en Mayerling. No está allí enterrado el ultimo emperador, Carlos, fallecido en Madeira, sí lo está su esposa la emperatriz Zita, a petición del archiduque Andreas Salvador (hoy Decano del Toisón de Oro de Austria) al rey Juan Carlos, para que lo solicitara al presidente austriaco Bruno Kreysky en su visita a España en 1983.
En 2011 Otto Habsburgo, hijo mayor de Carlos, último emperador, y Zita, príncipe heredero y político en Europa, junto a su esposa Regina encontraron también su último descanso en la Cripta de los Capuchinos.
El escritor austriaco Philip Roth escribió en su día una importante novela titulada precisamente La Cripta de los Capuchinos, sobre el tiempo convulso antes de la caída del Imperio Austro-Húngaro.
Por la tarde, para despejar tanto llanto mortuorio, nos fuimos a recorrer los enormes jardines del palacio de Schönbrunn a la afueras de Viena. El paisaje invernal de los árboles despojados de hojas tiene belleza feraz.
* Mañana será la Crónica Vienesa XII y última.
10 comentarios:
La iglesia de San Pedro tiene una interesante trayectoria. Esta situado en lo que fue un lote de tierra que formó un muro de defensa. En esta pequeña curva de la recta línea de defensa se colgaron venerables de toda índole.
Al no encajar en ninguna prescripción de las organizaciones eclesiásticas la corona se decidió de ocuparse de este extraño lugar de inicios romanos.
Esta circunstancia ofreció un estatus desahogado comparado con los hambrientos sirvientes de Dios.
La iglesia tuvo siempre un techado sin goteras ya que el imperio lo protegía. Sus instalaciones se llenaron de donaciones y una que otra señora se decidió de salirse de los rumores de las semejantes con un confortable retiro espiritual prolongado.
Al estar sus enseres bajo la correcta vigilancia de la exacta y precisa corona las existencias de linos u otras enseres útiles no mermaron o se desgastan como en muchas otras iglesias.
(Compare la diferencia de Dioscesis a Diocesis como artefactos religiosos han sido tratados en la separación reciente en España entre Estado e Iglesia. Sólo las Órdenes de clausura quedan como tesoros religioso artístico.)
De esta misma manera se tiene que entender que una iglesia en Viena pudo guardar tantísimas obras importantes. Mencionarse se puede la gran biblioteca de libros escritos en la lengua de la corte culta, el francés. Al no poderse leer en la lengua vernácula pronto se rodeó de muchas leyendas de los vieneses.
A.
Que bonito reportaje de Julia , hablando de la Iglesia de los Agustinianos , me ha encantado , Julia narra que da gusto ! . Gracias Mayte y feliz regreso
Un placer como siempre que me envías las Crónicas Vienesas
Qué buen reportaje y magníficas fotos
Magnífico reportaje, gracias por compartirlo.
Gracias Mayte. Me ha gustado el artículo de tu amiga.
Debo compartir contigo un sentimiento. Es que efectivamente, las personas que somos vitalistas, nos da “ cierto Yuyu “ la Tanato cultura”. Yo entiendo que es historia y que por esa puerta hemos de pasar todos, pero, lo que te digo, “ me da cierto yuyu”.
Gracias Maite por la lección de Historia sobre la familia Habsburgo austríaca .Por mi lado tengo a mi santo tocayo en un sencillo sarcófago en la iglesia de los Capuchinos de Granada y según las crónicas , por lo visto está incorrupto con sus luengas barbas y su hábito incólume.No tengo ninguna ascendencia con los Leoppldos austriacos que también tienen su Heilicer Leopoldo .El mío es más modesto nacido en un pueblecito de la sierra malagueña.Disfruta de esa maravillosa ciudad y cuida tu salud aquí parece ser que la pandemia está cediendo.Un abrazo.
Todo maravilloso e interesante. Estás Crónicas Vienesas van a dar mucho de sí.
en un congreso de medicina , visitamos la cripta Imperial , me quedé impresionada de los sarcófagos tan artísticos que había , siempre recordaré aquella visita , que gran parte del grupo no quiso ver …( había muchas Maytes ) ja ! ja !! ja !!! a la salida , enfrente estaba la tienda más espectacular de abrigos LODEN , donde Toño me compró uno maravilloso , entonces no existían en España esas prendas tan preciosas … estoy recorriendo Viena de tu mano y pluma …
Gracias por tu dedicación. Un placer recibir siempre este tipo de informaciones.
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