miércoles, 14 de diciembre de 2022

"Pecados Capitales", una colección de "vicio" por siete autores diferentes

PPC ha presentado en Madrid la nueva colección "Pecados Capitales". Investigadores de diferentes disciplinas actualizan en nueve ensayos prácticos y creativos cómo seducen hoy la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza, la maledicencia y la tristeza.

“La magnitud de su maldad moral se acentúa cuando, a causa de la última pandemia, la especie humana ha estado en real peligro de extinción”, alerta el filósofo Javier Gomá, prologuista de los volúmenes.

Preentacióm de los "Pecados Capitales


L.M.A.

Madrid, 14 de diciembre de 2022.- La editorial PPC lanza su nueva colección "Pecados Capitales". Compuesta por nueve volúmenes planteados en un tono divulgativo y riguroso a la vez, se presentan como ensayos creativos en fondo y forma que abordan con una mirada actual la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza, la maledicencia y la tristeza.

Investigadores de diferentes disciplinas se adentran en el misterio que rodea los antivalores que enunció el papa Gregorio Magno hace quince siglos y que la Iglesia católica continúa presentando como “vicios” en el Catecismo. “Todos los pecados capitales se encierran, al final, en uno: el de actuar contra la especie humana”, expone el filósofo Javier Gomá, que prologa la colección, convencido de que “la magnitud de su maldad moral se acentúa cuando, a causa de la última pandemia que acabamos de padecer, la especie ha estado en real peligro de extinción”. 

Para el director editorial de PPC, Javier Navarro, estos nueve libros “buscan provocar en el lector una reflexión que le lleve a salir de su zona de confort para comprender el mundo de hoy, generar un cambio personal, pero también para comprometerse con la realidad en la que nos movemos”. “Para ello, cada uno de los autores, desde su impronta personal, aporta una mirada poliédrica, propositiva y práctica de estos vicios humanos comunes a todos”, afirma.  

LOS AUTORES Y SUS PECADOS 

El catedrático de Ética Miguel García-Baró se adentra en la avaricia partiendo de la idea de que “no es simplemente el deseo de posesiones, bienes, dinero, honras”. “Tener 20 000 millones de euros no quiere ya decir que seamos avariciosos: dependerá de si sabemos usarlos para el bien de muchos, puesto que, aunque nos propongamos dilapidar en solo nosotros mismos una cantidad así de dinero, no alcanzaremos el objetivo por más larga y disipadamente que vivamos”, apunta. 

La académica de la Real Academia de la Historia Marifé Santiago Bolaños se enfrenta a la envidia con el preaviso de que quien la ejerce “se ve juzgado siempre, y señalado”. “Sus relaciones sociales aparejan, por eso mismo, un permanente estado de alerta y una reacción automática violenta –reprimirla no impide que se note– ante cualquier sospecha emanada de su incapacidad para enfrentarse a sí mismo”, advierte.

El crítico literario Rafael Narbona bucea en las consecuencias de la ira. “Su expresión más radical es la violencia”, apunta el escritor, que habla sobre cómo es “gestada en el laboratorio de las ideologías”. “La ira solo genera devastación; la compasión y el perdón, lejos de destruir, son los cimientos de todas las obras dignas de perdurar”, subraya.

El arquitecto Álvaro Galmés parte de la gula para denunciar el actual “exceso de consumo, en cuanto al equilibrio, no del propio individuo, sino al equilibrio exterior”. “Es un hecho que los recursos del planeta son limitados y que, aunque una pequeña parte de él tenga la capacidad económica para explotarlo hasta la extenuación, la responsabilidad del ciudadano moderno tiene que prevalecer sobre su poder”, señala.   

La periodista Cristina Sánchez Aguilar se pregunta por la lujuria, para sentenciar que “no es una mera liberación de tabúes o una ruptura con el "moralismo cristiano". "Deja víctimas: adictos a la pornografía; niños que, a edades muy tempranas, pierden su virginidad y se acostumbran a prácticas sexuales salvajes; víctimas de trata vejadas para satisfacer la demanda desmedida de sexo…”, alerta.

La directora del Área de Cultura del Centro Sefarad-Israel, Esther Bendahan, redescubre la maledicencia desde su raíz hebrea que evoca a la “lengua venenosa”. “El pecado, la desconexión que es la maledicencia, la lengua venenosa, el ser transmisor de un rumor, nos corresponde a cada uno, y también a nuestros líderes”, expone.

La catedrática de Lengua y Literatura Española Asunción Escribano se sumerge en la pereza desde “la fragilidad de nuestra especie, de nuestra limitación como seres creados a partir de un soplo sobre la materia más fácil de quebrar”. Para Escribano, “el perezoso se aísla y dinamita una especie de acuerdo tácito con su mundo por el que se espera de él que contribuya a empujar la historia, al menos ese trozo pequeño que está al alcance de su espacio y de su tiempo”. 

El fraile capuchino Víctor Herrero aborda la tristeza desde su cotidianidad personal: “Lo contrario de la tristeza es la realidad. Lo dice Simone Weil y así lo creo. Creo que en la realidad está la dicha. Lo he visto en la sonrisa de mi madre antes de morir”. 

El jesuita Xavier Quinzá se detiene en el espejo de la vanidad “que falsea lo que somos y le imprime una dinámica de perversión del don recibido de la vida” de la mano del orgullo y la soberbia.  "Nos recuerda la enorme fragilidad de nuestra vida, que nos empuja a cultivar la humildad, como el deseo de verdad, que tanto ama Dios”, añade el teólogo.

PPC, sello religioso de SM, se hace presente en la sociedad desde el diálogo, al tiempo que quiere ser expresión de diálogo abierto con el mundo a través de libros y publicaciones apostando por la cultura del encuentro desde el humanismo cristiano. Presente en España y América Latina, PPC publica ensayos, itinerarios de catequesis, y revistas –como Vida Nueva y Religión y Escuela- dirigidas a niños, jóvenes y adultos.

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