Toledo 20 de enero de 2024
Rogelio Sánchez Molero
Fotos Carmen Palomero y Teresa Santa María
Allá por el año 256 d.e.c. nació en la actual Narbona, Sebastianus, quien, con el tiempo y el amparo de los emperadores Diocleciano y Maximiano, llegó a alcanzar el grado de centurión de los ejércitos romanos. No obstante Sebastián, que profesaba la fe cristiana, predicaba entre sus compañeros y visitaba y consolaba a los cristianos presos. Como fuera descubierto, Maximiano lo condenó a muerte. Sebastián fue atado a un poste y asaeteado. Pero no murió. Y recuperado de sus heridas regresó a Roma para denunciar la persecución de los cristianos. Nuevamente apresado, fue azotado hasta morir y su cuerpo fue arrojado a un lodazal. De allí fue recogido por los cristianos y depositado en una catacumba de Via Apia que actualmente lleva su nombre. Corría el año 288 cuando Sebastián fue torturado hasta la muerte.
Bajo la advocación de este santo se ampara la Cofradía Internacional de Investigadores de Toledo. Cada año, conmemoran este patronazgo en su sede canónica, la Iglesia de San Sebastián, ubicada en el antiguo barrio de los curtidores de Toledo. El sábado 20 de enero, más de una treintena de cofrades, portando nuestras medallas, revestidos de veste gola y birrete y otros tantos acompañantes, nos dimos cita para la conmemoración.
El acto se inició con unas palabras del Prioste, don Santiago Sánchez-Mariscal Lozano. Glosó una breve reseña histórica del templo y sobre la figura del santo patrón. A continuación, el cofrade y consiliario, Dr. D. Francisco María Fernández Jiménez, ofició la misa “pro defunctis” en recuerdo de nuestra fundadora, Dª. Esperanza Pedraza y de todos los cofrades fallecidos; pronunció una entrañable homilía apelando al espíritu cofrade que nos debe guiar en nuestro actuar. La misa fue acompañada de los cantos litúrgicos interpretados por Carmen Palomero y Rogelio Sánchez Molero.
Después de la misa, el joven cofrade Francisco Javier González Navarro, al violonchelo barroco, y Violeta Casado, tañendo la guitarra barroca española, nos deleitaron con un magnífico concierto con obras de Geminiani, Barrière y Boccherini.
Tras disfrutar la música, se repartieron las tradicionales “caridades” (molletes elaborados por las monjas Comendadores de Santiago) entre todos los asistentes. Y degustamos un caldo de carne y migas manchegas de pastor bajo el agradable sol de la mañana sabatina y al amor de animadas conversaciones.
Nuestro próximo evento nos convocará el miércoles 29 de mayo (víspera del jueves de Corpus Christi) en el solemne acto de investidura de nuevos cofrades en el Real Monasterio de San Juan de los Reyes. Y a principios del mismo mes de mayo tendrá lugar la XVIII jornada de reflexión teológica
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