Obituario. GONZALO CAO, UN PINTOR AL MARGEN

             

Gonzalo Cao, pintor (1957-2024)

Tomás Paredes

    21.02.2024.- Madrid .-  El pasado 18 de enero, a la edad de 67 años, fallecía en Cuenca el pintor Gonzalo Cao, profesor de Bellas Artes en LUCM, que tuvo en la galería de Rafael Pérez Hernando su espacio de contacto con el público. Anárquico y mollar, libertario, conquistó un lenguaje pictoricista que aúna la pulpa de la pintura y las caliptras de la sensibilidad, generando una sutil emoción.

    Gonzalo Rodríguez Cao, Estribela (Pontevedra) 1956, se forma en el manejo técnico de la fotografía, cuyos trabajos expuso en su primera individual en Madrid, Galería Redor Canon, 1980, derivando más tarde hacia la pintura comprometida con el color. Desde 1984 residió en Nueva York, formando parte de varios proyectos y muestras colectivas en Pelhalm Art Center, Jon Gerstad Gallery y Sixtosix Gallery. 

    Regresa a España y, en marzo de 1988, realiza su primera muestra individual de pintura con Antonio Machón, Madrid. Fondos cósmicos para formas aerodinámicas, con unas estructuras humanizadas de un poderoso impacto espacial y cromático; capas finas de pintura y papel hasta conseguir una epidermis acharolada de intensas cromías. Aquí le conocí y de esa exhibición escribiría en El Punto de las Artes.

    Profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha, Facultad de Cuenca, desde 1989, impartirá clases de Fotografía y Pintura, además de ser responsable durante unos años de la sala de exposiciones de la Facultad. Desde 1991 expone, en solitario, en Cuenca; Sala Estrujenbank, Galería Valle Quintana, hasta que comienza a trabajar con Rafael Pérez Hernando, en Madrid, mostrando en diciembre de 2005 sus famosos “Monguis”.

    Los “monguis” son una serie de personajes idealizados donde las figuras geométricas consiguen una figuración empática, cuajada de primitivismo y esencialidad que con la fuerza del color y la austeridad de las líneas logran un evidente impacto. Tienen gracia y guasa, y una limpieza que enamora. No es una pintura para niños, sino unos seres, entre ingenuos y bohemios, entre pillos y ajenos, que enriquecen y justifican la pintura. Tienen gracia y guasa

Junto con Miguel Ángel Barba, Pablo Valle y Juanmi, forman el llamado “Nuevo Grupo de Cuenca”, caracterizado por una pintura visceral y entusiasta, espontánea, repleta de ironía y sentido plástico, haciendo del disparate, de la “nota falsa”, una interpretación gustosa, que determina sus composiciones. Obra que pudimos contemplar en 2008 en la galería Rafael Pérez Hernando.

Gonzalo Cao fue profesor de la Universidad en Cuenca hasta 2014 cuando, no se entiende por qué, no se le renovó su contrato, lo que produjo una serie de repetidas protestas de alumnos y colegas, que se plasmó en un libro 24 años pa ná. El siguió ligado a Cuenca y dejando constancia, en exposiciones e intervenciones, de los reflejos de su mundo no outsiders, pero si apartado de modas y modos al uso.

Además de intervenir en numerosas colectivas, como la comisariada por Quico Rivas en Buades, “El retractor”, en 2000, es autor de varios libros, entre ellos, Cuenca-Madrid, crónica de seis días de viaje a pie entre ambas capitales con edición manufacturada. 

Menciono en varias ocasiones el nombre de Rafael Pérez Hernando, galerista que acaba de publicar Las higueras necesitan compañía, Pre-Textos, porque él fue un valedor incansable de Cao y porque presentó, con montajes exquisitos, el mundo más genuino de un pintor al margen, montado en la cometa de sus sueños y volando como un pájaro cuya única posesión era el nido de la pintura y la poesía que se cobijaba en el aire que le rodeaba.