lunes, 25 de noviembre de 2024

PANCHO ORTUÑO, pintor de la abstracción a la figuración, tras el encuentro con la naturaleza

Pancho Ortuño, pintor

Pancho Ortuño y su esposa Charo Mirat


Julia Sáez-Angulo

25/11/24 .- Trujillo (Cáceres).- Ha trabajado mucho y siempre, de una u otra manera  para el arte. De Madrid, en los años 70, exponiendo en la galería Juana Mordó, viajó a Trujillo (Cáceres), en los 80, donde se instaló en una casona con escudo, junto a su mujer, la pintora Charo Mirat y tres hijos. Pancho Ortuño (Granada, 1954) se topó de lleno con la naturaleza amplia y abierta de Extremadura y, como le sucediera a Frank Auerbach, dejó la abstracción y volvió a la figuración, principalmente de paisaje, actividad que compaginó con la restauración monumental. “Se acabó lo de tirar un lienzo al suelo y liarme a brochazos. Necesitaba hacer otra cosa”, explica el pintor.

Juana Mordó, que vino por Trujillo, comprendió y respetó siempre mi decisión de pasarme de la abstracción a la figuración. Ella siguió sosteniéndome con sueldo y materiales, como acostumbraba. Después de ella, fue cuando las cosas cambiaron.”

Para llegar al estudio de pintura de Pancho Ortuño, se pasa por una galería de retratos, entre ellos, los de sus tres hijos, ya situados en distintas ciudades del planeta, cuadros pintados en su mayoría por Charo Mirat, la esposa de Pancho, que nos acompaña también en el recorrido.

    Ortuño siempre tuvo más de un centenar de cuadros en danza y ahora hemos hecho un recorrido juntos por el taller. Sobre la gran mesa un gran cuadro del XIX, una buena copia de la Danae de Tiziano, para restaurar “sin re-entelar, porque ello eliminaría información al cuadro”, me explica y recuerda que hace años se podía entrar libremente en el taller de restauración del Museo del Prado, donde trabajaban las hermanas Dávila, grandes maestras en el oficio. “Junto a ellas vi cómo se restauraba “La Coronación de la Virgen” de Velázquez y, para mí, fue como un latigazo verlo tan cerca en un caballete”.

    Pancho Ortuño calcula dedicar al menos un par de meses en la restauración de la Danae, “un encargo de amigo”.

Enseguida pasamos a ver su pintura donde dominan cuadros grandes, medianos y pequeños sobre el paisaje de los alrededores de Trujillo, que siempre ha fascinado a Ortuño. Un paisaje amplio y despejado. El pintor tiene una casa cercana a Trujillo, con amplio jardín en Los Lagares, y a ella va a trabajar con frecuencia. Allí disfruta con la “abstracción” de captar el paso de una nube o atrapar la luz que va matizando progresivamente el paisaje de rocas, árboles y arbustos que lo rodean. 

No faltan las marinas, “de cuando viajo a los lugares costeros donde residen mis hijos”, comenta.

El retrato es también otro capítulo en el haber pintor y contemplo un espléndido retrato de su padre, con aire goyesco o el gran formato del retrato de James Ferguson, CEO de General Food, norteamericano que compró un palacio en Trujillo y lo hizo decorar por el célebre Duarte Pinto Coello -buen amigo de Pancho-, que a su vez tenía otro palacio en la misma ciudad extremeña. Lo de comprar palacios en Trujillo es una constante. Ahora se vende el de Piedras Albas en la plaza Mayor, que lo compró una inglesa.

-Poco antes de terminar el retrato, Ferguson murió y hablé con su última esposa para hablarle del encargo, pero ella alegó que no tenía sitio para el gran retrato en su casa de Nueva York, así que tuve que quedarme con él, explica el pintor.

        Sale el retrato del poeta Leopoldo María Panero (1948-2014), amigo de Pancho, el del filósofo Roger Scruton, dos autorretratos...

A Ortuño le gusta pintar pequeñas cabezas femeninas “muchas veces imaginarias, porque no es fácil contar con modelos reales que posen. No tienen paciencia”. 

“Ahora ando metido en una serie de los cuatro evangelistas para la parroquia de san Martín, en Trujillo”, explica el autor y me va mostrando distintos bocetos del proyecto. “Ha cambiado el párroco de la iglesia y no sé cómo van a ir las cosas”, añade.

Hablar con Pancho Ortuño de arte y pintura es un ir y venir del pasado al presente con recuerdos de colegas y citas de distintos historiadores o autores. Se detiene con admiración en el controvertido filósofo británico Roger Scruton (1944 - 2020) y su libro “El valor universal de la belleza” como algo que afecta a todas las culturas y civilizaciones. Belleza en lo artístico o lo natural. Scruton fue catedrático de estética en el Birkbeck College de la Universidad de Londres. El debate sobre la belleza no tiene fin.

Le pido a Pancho Ortuño que escriba una comunicación para el congreso “Arte y fragilidad”, que va a celebrar la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, los días 28 y 29 de noviembre de este año 2024, y me promete que, si saca tiempo, lo hará. Eso espero. Él trabaja mucho por la noche, y de seguro que encontrará el momento de hacerlo.

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/2017/05/pancho-ortuno-arte-contemporaneo-y.html

Entrevista en el taller del pintor

Leopoldo María Panero. Retrato por Pancho Ortuño
James Ferguson. Retrato por Pancho Ortuño
Retrato del padre, por Pancho Ortuño

Autorretrato de Pancho Ortuño

Autorretrato de Pancho Ortuño
"Charo Mirat dormida", por Pancho Ortuño

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Julia por el estupendo reportaje de Pancho Ortuño.
Excelente artista, se comprueba en éstos retratos.
Enhorabuena a ambos. Águeda de la Pisa