jueves, 26 de julio de 2018

La Fundación Focus convoca una nueva edición de su Premio Internacional de Pintura



  • La temática de la obra y la técnica pictórica empleada serán libres. 
  • El premio está dotado con 12.000 euros.

  • Las inscripciones podrán ser presentadas hasta el 23 de septiembre de 2018.




L.M.A.

26 de julio de 2018.- La Fundación Focus ha convocado una nueva edición de su ya tradicional Premio Internacional de Pintura, al que puede optar cualquier artista, mayor de 18 años, que no haya obtenido premio o accésit en convocatorias precedentes. El plazo para presentar las inscripciones finaliza el 23 de septiembre de 2018.

Tanto la temática de la obra como la técnica pictórica elegida por el autor son libres. Cada artista podrá presentar una única obra, que deberá ser original y que no haya sido presentada a otros certámenes, ni a convocatorias anteriores de este Premio. Las dimensiones de la misma serán como máximo 200 x 200 centímetros y, como mínimo, 73 x 60 centímetros.

El plazo de inscripción ya está abierto. Quienes deseen participar podrán hacerlo rellenando el formulario web que aparece en la siguiente página; enviando dicho formulario por correo certificado con acuse de recibo; o entregándolo personalmente en el domicilio de la Fundación Focus (Hospital de los Venerables, Plaza de los Venerables, 8 41004, Sevilla).

El Jurado realizará una preselección de las obras presentadas y notificará su decisión a los autores de las mismas, quienes deberán presentar sus obras de acuerdo a lo indicado en las bases.

Tras la finalización el concurso se publicará un catálogo digital en la web de la Fundación con las obras de los finalistas. Asimismo, la obra ganadora se expondrá en el Hospital de Los Venerables, sede de la Fundación Focus.

De larga tradición y reconocido prestigio, el Premio Internacional de Pintura Focus, que viene celebrándose desde 1983, está dotado con 12.000 €. En la pasada edición, resultó ganadora la jiennense Ángeles Agrela, gracias a su obra Afrodita en procesión. El jurado estuvo presidido por la directora general de la Fundación Focus, Anabel Morillo León, e integrado por Juan Bosco Díaz-Urmeneta, Juan Carrete Parrondo, Juan Fernández Lacomba, Carmen Laffón, Manuel Sánchez Arcenegui y Juan Suárez Ávila.

Este premio internacional refuerza el compromiso de la Fundación por el arte contemporáneo y con las inquietudes y afanes de sus creadores, contribuyendo a generar un intercambio de experiencias artísticas más allá de nuestras fronteras. Además, el Premio Internacional de Pintura Focus supone una experiencia única al estar abierto a artistas reconocidos y a jóvenes valores.

Las bases completas de la convocatoria están disponibles en la página web.
Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (Focus)
La Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (Focus) nació en el año 1982 como resultado de la labor cultural iniciada en 1972 por Abengoa con la edición de las obras Temas Sevillanos e Iconografía de Sevilla. En esa misma época se fue creando un fondo de documentos, libros y grabados sobre el Reino de Sevilla o de autores sevillanos.
Esta labor cultural inspirada e impulsada por Abengoa derivó en el apoyo a una serie de actividades que redundaran en beneficio de la sociedad. De ese convencimiento nació la Fundación Focus a comienzos de la década de los 80.
1991 constituyó un año clave para la historia más reciente de la entidad, al trasladar su sede al Hospital de los Venerables Sacerdotes –monumento del siglo XVII propiedad del Arzobispado de Sevilla- e inaugurarse su excepcional órgano barroco. A partir de entonces, la institución ha organizado 34 exposiciones de artes plásticas que han sido visitadas por más de un millón de personas y cuenta una programación de música de órgano de referencia internacional.
Desde el año 2007, con motivo de la adquisición del lienzo Santa Rufina de Velázquez por Focus, el Hospital de los Venerables alberga el Centro de Investigación Diego Velázquez, punto de referencia para el estudio y difusión del Barroco y la etapa sevillana del pintor universal. La atención a este momento crucial del Siglo de Oro se completa con el legado del profesor Alfonso E. Pérez Sánchez, que la Fundación recibió en 2011. Constituido por su biblioteca, fototeca, archivo y colección de obras de arte, su catalogación está permitiendo crear una Biblioteca especializada en el arte y la cultura del barroco. Todo este patrimonio se difunde a través de Focus Educa, un área educativa, mediante la que se divulga y se acerca la cultura a la sociedad.
En 2016, para conmemorar los 25 años de la Fundación Focus en el Hospital de los Venerables, y coincidiendo con el IV centenario del nacimiento de Bartolomé E. Murillo, el Hospital de Los Venerables acogió la muestra Velázquez. Murillo. Sevilla (2016-2017), Este fenómeno cultural de primer nivel se consagró además como la exposición más visitada de la historia de la Fundación, superando las 120.000 visitas. El marco musical de esta exposición lo puso el ciclo de conciertos de órgano Tributo a Murillo: homenaje a un pintor universal, celebrados en la iglesia de Los Venerables.

miércoles, 25 de julio de 2018

RETRATOS: Víctor Morales Lezcano, profesor emérito de Historia de la UNED


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Víctor Morales Lezcano, profesor emérito de la UNED


Julia Sáez-Angulo



            25/07/18 .- MADRID .-  Lo sabe todo de las relaciones de España con el Magreb, especialmente sobre Marruecos, Túnez y Argelia. No se le escapa un nombre, ni una fecha y, sin saber árabe, capta perfectamente la idiosincrasia de esos países que ha recorrido y explica con amenidad en sus largos textos o parlamentos a todo oyente que le escucha en clases, ateneos o en foros de conferencias universitarias. Público y amigos islámicos no le faltan, tampoco hebreos y cristianos.

            A Víctor Morales Lezcano (Las Palmas de Gran Canaria, 1939) le interesa el mundo árabe e islámico en general, por eso también se ha adentrado en el área de Irán y Turquía. Su libro más reciente ha sido La segunda cuestión de Oriente (Editorial Cátedra, 2016), donde analizaba los resultados reales de la llamada primavera árabe. Colaborador habitual de la Revista de Occidente, ha publicado numerosos artículos sobre el Magreb, Irán, Turquía, Oriente Medio… y ha dirigido diversos cursos, entre ellos encuentros hispano-marroquíes como el de Beni Gorfet, cerca de Larache, en 2015, donde brilló su ponencia “Recordando a Mohammed Ibn Azzuz Hakim”.

            El profesor Víctor Morales Lezcano (Las Palmas de Gran Canarias, 1939) cita con conocimiento profundo a sus islas Canarias, situadas en África, con amor y proyecta su canariedad en Madrid junto a otros paisanos de Universidad y origen como Matías Díaz Padrón. Dice que ha heredado su firme nariz de los Lezcano, oriundos del país vasco, pero su arraigo está en la tierra isleña, lo que hace visitarla todos los años, al menos dos veces, y siempre en vacaciones de Navidad, cuando imparte alguna conferencia o presenta el último de sus libros en su patria chica.

            Siendo joven en Oxford corrió con varios libros ante don Salvador de Madariaga para que se los firmara como autor. Hoy, al deshacer y donar su nutrida biblioteca especializada a la Universidad a Distancia, Víctor apartó algunos ejemplares de ella para los amigos. Yo fui la afortunada de un libro firmado por don Salvador.  Hay un tiempo para todo que dice el Eclesiastés.

            Conversador incansable, tertuliano ágil y culto, su verbo se calienta y entusiasma como en un debate encendido, en el que solo cabe escucharle para aprender mucho o discrepar en menor medida. Buen amigo y buen humor hacen de él un hombre atractivo, amén de su curiosidad universal ante la Historia, toda ella engranada como un barco a la deriva.

            “La Historia es amoral” le gusta repetir y se lo hemos oído con frecuencia los que estamos cerca de él y le queremos. Caballero con sus colegas presentes y pasados, dio una oportuna conferencia sobre la desaparecida historiadora Isabel de Madariaga en el Ateneo de Madrid, que bien debiera haber tenido lugar en la Real Academia de la Historia. Era mujer.

            Hoy, convaleciente temporal en un posoperatorio, el profesor emérito lee el libro  El miedo y la libertad. Como nos cambió la Segunda Guerra Mundial, de Keit Lowe, que le obsequió un amigo. Lo está disfrutando de veras.




RETRATOS: María López de Castro, conservadora y restauradora de arte


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 Recibiendo la Medalla de Oro del Foro Europa. 2015





Julia Sáez-Angulo


            25/07/18 .- MADRID .- Pasea su gentil y estilizada figura por el circuito artístico de exposiciones, galerías, museos y conferencias sobre arte y atrae, entre otras, la mirada de la cámara de Peter Wall. María López de Castro,  conservadora y restauradora de Bienes Culturales y especialista en Pintura por el Instituto per l’Arte  e il Restauro Palazzo Spinelli de Florencia y la Escuela de Restauración de Madrid. Lleva más de dos décadas desarrollando su labor. 

            Para ella la principal tarea es respetar la lectura histórica de la pieza que tiene entre manos. A la restauradora no le cabe creatividad alguna en ese campo y momento, sino la fidelidad al autor de origen, repite María López de Castro (Madrid, 1976) con empeño, casi como un mantra que se le quedó grabado en el taller de su aprendizaje.

            Cuenta que, pese a sus elevadas calificaciones académicas, arrastra una cierta dislalia –nadie lo diría-, que ella venció y sigue venciendo con tesón y empeño. Su paso por Italia, particularmente sus diez años en Florencia le hacen querer y admirar la patria de la gran pintura.

            Sabe de arte con mayúsculas, porque lo estudió a fondo y sigue haciendo cursos para documentarse y disfrutar más y más, el último el del profesor Jesús Luca de Tena sobre arte contemporáneo. La formación permanente es para ella un mandamiento general.

            Tiene tal ansia y apetito de aprender que camina con un cuaderno entre sus manos tomando notas de aquello que ve, que  oye y le parece digno de ser registrado. Tiene un cerro de estos cuadernos que a veces repasa porque encierran enseñanzas de grandes maestros. No son un diario, pero casi, el “querido diario” lo escribió hasta los 21 años.

            Ha restaurado principalmente obras de la gran pintura de los siglos XVI y XVII de colecciones públicas y privadas, pero también ha abordado con ganas y entusiasmo la buena pintura del XIX e incluso frescos de basílicas y catedrales. Muestra con orgullo las fotografías de algunas piezas que entraron en la UVI de su taller y la magnificencia con la que salieron curadas sin añadir un ápice de cosecha propia.

            A María López de Castro le gusta su profesión y la disfruta, si bien se ve obligada con frecuencia a dejar Madrid y viajar a otras ciudades para ejercerla. Es la lucha por la vida, que diría Pio Baroja. Recientemente estuvo en algunos conventos de Burgos.

            A veces le encargan la venta de algunas obras de arte cercanas a las que restaura y pone de inmediato en contacto a sus dueños con los anticuarios, marchantes o subastas, en este circuito variado y variopinto del arte.

            El yoga le ayuda a mantenerse en forma y lo brinda generosa a los amigos que vamos a hacer un curso amistoso y reducido de petit comité cuando pase el verano. Hemos pensado en el parque del Retiro al aire libre, pero también contamos con otros jardines para hacerlo. Arte y naturaleza se dan la mano a través de esta mujer inteligente y pizpireta, que elogia al prójimo, cuando la sabiduría está en ella misma.

María, ala dcha, junto a Julia Sáez-Angulo y el profesor Luca de Tena. 2018. (Foto Peter Wall)

martes, 24 de julio de 2018

Alejandro Aguilar Soria: “Autorretrato”, exposición de pintura (1998-1918) en la Casa de Vacas del Retiro madrileño


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Julia Sáez-Angulo
Fotos: Peter Wall



            25/07/18 ,- MADRID .- El pintor Alejandro Aguilar Soria muestra “Autorretrato”, exposición de pintura (1998-1918) en la Casa de Vacas del parque del Retiro madrileño, que permanecerá abierta hasta el próximo 15 de agosto. También presentó el hermoso libro Cuaderno de óleo, en homenaje del pintor a su alumnos, a los 30 años de ejercer la docencia artística. Estudio Larso, el lugar de su enseñanza, figura como rótulo en la contraportada.

            “Artistas olvidados” es el titulo de uno de los poéticos objetos collage a los que Alejandro Aguilar Soria (Madrid, 1962) es tan buen aficionado, como lo demostró en su serie Mujeres nobles, inspirada en personajes femeninos de la historia de la gran pintura. El pintor declara que, además de estos dos conjuntos de collage, presentados en Casa de Vacas, tiene intención de exponerlos en un ámbito más recoleto e íntimo, menos habitual, como pueda ser una librería. De hecho los papeles, las páginas y los libros diminutos forman parte de estos objetos poéticos y/o artísticos, pues son lo mismo según Horacio.

Alejandro, Julia y María

Hacia el cuadro de la Movida Madrileña

            La exposición de Casa de Vacas comienza con un serie de fotos/dibujos/pinturas en blanco y negro de gran seducción. “Nunca los había expuesto anteriormente”, dice el artista. Papel fotográfico como soporte y pigmentos sucesivos, desde el barniz al óleo y viceversa, nos ofrece, entre otras piezas, un políptico con autorretratos de diversas maneras y estilos, desde el postcubista al surrealista. La presencia, el yo y el ego, así como el acto de pintar, están presentes de modo consciente en esta muestra, que llega incluso al final a enmarcar un pequeño autorretrato en el que se agranda el marco y e lpaspartús.

            Dos cuadros de dos pintores: un autorretrato de 1934, de su abuelo Francisco Soria Aedo (1998 -1065) y un violín de su madre, la pintora Fernanda Soria Moreno (Madrid, 1932), que estuvo presente la tarde de la inauguración de la muestra. Ambos pintores, premiados respectivamente en la Exposición Internacional de Barcelona y con el Premio Nacional de Pintura, dan cuenta de donde viene el pedigrí de Alejandro.

            Expresionismo surrealista, con toques de ilustración chagalliana, con cromatismo encendido, a veces violento, con ironía en las imágenes y también en algunos títulos, la obra de Soria Aedo tiene fuerza y es apreciada por los coleccionistas, algunos de los cuales han cedido sus obras para esta exposición que tiene mucho de retrospectiva. En ella domina el gran formato con piezas de más de dos metros, dos tondos y un oval, amén de una especie de instalación final a base de distintos cuadros de diferente tamaño, que hablan de la biografía del artista y juegan con primeros temores y con humor sobre sus viajes y trayectoria.

            A Alejandro Aguilar Soria no le molesta el sentido de ilustración de algunos de sus cuadros, cuando se le comenta. “Estoy convencido que el mayor ingenio artístico de nuestros días se esconde en la ilustración y la publicidad”, declara.

            Hay un gran cuadro en la pared central del gran espacio de la Casa de Vacas, sobre la Movida Madrileña de los 80, aunque está firmado en los 90. Toda una evocación y recuerdo de unos años locos que duraron hasta la crisis del petróleo en 1991. Los visitantes se apresuran a posar junto a este cuadro que toma la madrileña plaza de Cibeles como geografía y fondo de una escena explosiva. 

      Entre los asistentes en el día de mi visita a la exposición: la restauradora de arte María López de Castro, la profesora de dibujo, Alicia Ruiz de Velasco, el pintor del Cura y el fotógrafo Peter Wall.

            “No hay color feo sino entorno inadecuado” dice Aguilar Soria en una de las citas de su libro Cuaderno de óleo, que vale la pena leer y conservar en su edición preciosista de pastas duras y a modo de libreta con anillas.