« Sur le dandisme d´aujourdui »
Del maniquí en el escaparate a la estrella mediática
Centro Gallego de Arte Contemporáneo
Santiago de Compostela.
Del 15 de enero al 21 de marzo
Comisariado RMS La Asociación
Julia Sáez-Angulo
El diccionario de la R.A.E. define la palabra dandi como “hombre que se distingue por su extremada elegancia y buen tono”, el CGAC de Santiago de Compostela presenta una curiosa exposición sobre el dandismo a través de tres figuras históricas que lo encarnaron como nadie: Georges Bryan Brummell (1778-1840), Charles Baudelaire (1821-1867) y Oscar Wilde (1854-1900). Objetos, vestimentas, papeles, escritos, mobiliario... todo ilustra sobre el arte de vivir del dandi en el siglo XIX, por excelencia en este modo de entender la vida. Una exposición singular y curiosa.
Los organizadores de la muestra recueredan que “el Antiguo Régimen ha caído a golpe de guillotina, la igualdad seestablece como principio, la industralización modifica usos y costumbres, además de imponer a una nueva clase social, las ciudades se iluminan por la noche y las avenidas se ensanchan para convertirse en escenarios de una nueva vida.
A mediados del siglo diecinueve la sociedad europea se abre paso hacia la modernidad enarbolando la idea de progreso como estandarte.
Solo unos pocos, hasta cierto punto nostálgicos, algo decadentes y bastante melancólicos se resisten a su avance. El dandi, figura heroica que resiste los envites de la modernidad con los nudos de su corbata y bibliotecas llenas con los mejores títulos de todas las épocas de todos los países, enfrenta a la homogeneidad, la distinción; a la masa, el yo más absoluto.
La definición más común de dandismo solo hace referencia al buen gusto, como mucho sumado a una cierta excentricidad precursora de nuevos estilos. Pero los dandis del siglo diecinueve fueron mucho más y han sobrevivido hasta nuestros días a través del mito, convertidos en personajes de novela y en motivos de tratados y ensayos, y también a través de ciertas estrategias que fueron asumidas con las vanguardias y perceptibles en la obra de muchos artistas contemporáneos.
La narración de la exposición se articula a través de tres figurasparadigmáticas para resaltar las aportaciones de cada una de ellas —George Bryan Brummell, Charles Baudelaire y Oscar Wilde— a esta peculiar genealogía del dandismo. La medida actitud del dandi brummelliano es la necesaria afirmación del yo como única verdad demostrable, lo que convierte el resto en una realidad construida, maleable al gusto de aquél dispuesto a hacerlo”.
Del maniquí en el escaparate a la estrella mediática
Centro Gallego de Arte Contemporáneo
Santiago de Compostela.
Del 15 de enero al 21 de marzo
Comisariado RMS La Asociación
Julia Sáez-Angulo
El diccionario de la R.A.E. define la palabra dandi como “hombre que se distingue por su extremada elegancia y buen tono”, el CGAC de Santiago de Compostela presenta una curiosa exposición sobre el dandismo a través de tres figuras históricas que lo encarnaron como nadie: Georges Bryan Brummell (1778-1840), Charles Baudelaire (1821-1867) y Oscar Wilde (1854-1900). Objetos, vestimentas, papeles, escritos, mobiliario... todo ilustra sobre el arte de vivir del dandi en el siglo XIX, por excelencia en este modo de entender la vida. Una exposición singular y curiosa.
Los organizadores de la muestra recueredan que “el Antiguo Régimen ha caído a golpe de guillotina, la igualdad seestablece como principio, la industralización modifica usos y costumbres, además de imponer a una nueva clase social, las ciudades se iluminan por la noche y las avenidas se ensanchan para convertirse en escenarios de una nueva vida.
A mediados del siglo diecinueve la sociedad europea se abre paso hacia la modernidad enarbolando la idea de progreso como estandarte.
Solo unos pocos, hasta cierto punto nostálgicos, algo decadentes y bastante melancólicos se resisten a su avance. El dandi, figura heroica que resiste los envites de la modernidad con los nudos de su corbata y bibliotecas llenas con los mejores títulos de todas las épocas de todos los países, enfrenta a la homogeneidad, la distinción; a la masa, el yo más absoluto.
La definición más común de dandismo solo hace referencia al buen gusto, como mucho sumado a una cierta excentricidad precursora de nuevos estilos. Pero los dandis del siglo diecinueve fueron mucho más y han sobrevivido hasta nuestros días a través del mito, convertidos en personajes de novela y en motivos de tratados y ensayos, y también a través de ciertas estrategias que fueron asumidas con las vanguardias y perceptibles en la obra de muchos artistas contemporáneos.
La narración de la exposición se articula a través de tres figurasparadigmáticas para resaltar las aportaciones de cada una de ellas —George Bryan Brummell, Charles Baudelaire y Oscar Wilde— a esta peculiar genealogía del dandismo. La medida actitud del dandi brummelliano es la necesaria afirmación del yo como única verdad demostrable, lo que convierte el resto en una realidad construida, maleable al gusto de aquél dispuesto a hacerlo”.
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