martes, 2 de febrero de 2010

Ricky Dávila, Cien fotografías que dibujan la cartografía de la Península





J.S.A.

El Círculo de Bellas Artes (CBA) y la Comunidad de Madrid presentaron la exposición Ibérica del fotógrafo español Ricky Dávila en un acto en el que participaron el propio artista; la directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Isabel Rosell, y el director del CBA, Juan Barja.

Dávila hace tiempo que dejó atrás los estrictos cánones del fotoperiodismo para adentrarse en los caminos de la búsqueda artística y personal con la intención de, al mismo tiempo que documentar la realidad, encontrar una manera de comprenderla y afrontarla, tal y como puede comprobarse en esta muestra que estará en el CBA hasta el 28 de marzo.

Esa realidad puede ser la de un astillero (`Alakrana´, uno de sus últimos libros, que documenta el proceso de construcción de este pesquero luego famoso a raíz de otras cuestiones), la de una ciudad (`Manila´, `Nubes de un cielo que no cambia´, sobre Bogotá) o la de un país. En el caso de Ibérica, estamos ante una muestra compuesta por casi un centenar de fotografías en las que Dávila busca dibujar la cartografía del espacio vital peninsular mediante las líneas maestras que emergen de los retratos de sus protagonistas.

Testigo de una sociedad pujante y en continuo cambio, Ricky Dávila combina descripción y metáfora, intención documental y dimensión artística. Todo ello al servicio de un extenso poema visual conformado por semblanzas que huyen del estereotipo y ahondan en la condición
individual de cada uno de nosotros.

Pese a lo que pueda parecer, los trabajos de Ricky Dávila no buscan lo exótico, sino las respuestas a esas preguntas esenciales, que son las mismas en Manila, Bogotá o Madrid. Como afirma el propio artista “no hay respuestas totales. Lo mejor que se puede hacer es llegar a las preguntas válidas. Y sólo son sobre el amor, la muerte, la amistad y el paso del tiempo. Estamos condenados a esas preguntas”.

Sin duda, la poesía que encierran las fotografías en blanco y negro del fotógrafo vizcaíno es una poesía dura, totalmente desprovista de artificios. Una poesía callejera, sin concesiones al sentimentalismo.

El autor, un licenciado en Biología

Ricky Dávila (Bilbao, 1964) es licenciado en biología pero nunca ejerció esta profesión. Recién terminada la carrera se marchó a estudiar fotografía a Nueva York. A su regreso de Estados Unidos trabajó durante diez años como fotoperiodista para del diario El Sol, la agencia COVER, EGM y El País Semanal. Su trabajo en prensa ha sido reconocido con numerosos galardones: Ortega y Gasset de Periodismo, Fotopress, World, Press Photo, Best American Picture. Tras abandonar el periodismo de actualidad, se convirtió en co-editor de la revista de tendencias y cultura Submersia. Como fotógrafo, reparte su actividad entre el trabajo comercial y sus proyectos de autor.

Los últimos años han sido muy fructíferos para Dávila, que ha expuesto las fotografías de sus libros `Manila´, `Ibérica´ y `Nubes de un cielo que no cambia´ en numerosos países de América Latina y por toda España. En esta década que finaliza, el fotógrafo ha dado a luz otras tres exposiciones: Lux Dubia, No vodka on the Moon, y Ricky Dávila. Fotorreportaje 1990-2000; y otros tres libros: `Alakrana´, `Ricky Dávila´ y `Retratos´.

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