Nuevos Realismos: 1957 – 1962
Estrategias del objeto, entre readymade y espectáculo
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
c/ Santa Isabel, 52. Madrid
Junio-Julio-Agosto 2010
Julia Sáez-Angulo
Con el “Botellero” de Marcel Duchamp (1914-1960) como punto de arranque de la exposición “Nuevos Realismos: 1957 – 1962. Estrategias del objeto, entre readymade y espectáculo”. La revolución duchampiana fue radical para muchos movimientos que vendrían más tarde, entre otras cosas hizo pasar la estatua tradicional a objeto escultórico. La gran revolución de la escultura en el siglo XX.
Los logros de esta apertura de miras ha sido variopinto. El redymade u objeto encontrado podía pasar a ser obra de arte, bastaba que se cambiara de contexto o de ubicación, de la vida cotidiana a la sala de exposiciones o los museos, o bien contara con la firma del artista.
Todo ello permitía extrapolar piezas prosaicas o cotidianas para llevarlas a una renovada reflexión, de manera que pensamiento y discurso teórico la sustentaran. Los ejemplos van desde los desgarrones de carteles publicitarios en la pared de Raymond Hains y Jacques de la Villeglé a la “merda d´artista” de Piero Manzoni, latas de conserva que no contenían tal excremento después de abrir algunas de ellas.
Los monocromos hicieron su aparición en 1957 con el francés Yves Klein que paulatinamente consagró sus célebres azules, dorados o magentas en sus cuadros. Por su parte Georges Brech reivindicó el azar, la actualidad y la vida contemporánea como clave de nuevo arte contemporáneo.
La actual exposición de “Realismos” aspira a la revisión y análisis minucioso de aquel momento histórico. Una manera de ver y estudiar la deriva del arte más reciente. Aquellos realismo fueron un “arte experimental” que supusieron una vuelta de tuerca en los planteamientos plásticos de los creadores de la mitad del XX.
En Italia, Guy Debord, Piero Simondo y Mohamed Dahou fundaron la Internacional Situacionista en Italia, que jugaba con los mismos parámetros de monocromías o naturalismo de los materiales base.
La experiencia de "lo real" es una pluralidad de nombres
El término “Nouveau Réalisme” fue bautizado, una vez más, por un crítico, en este caso Pierre Restany. “Somos consciente de que la experiencia de “lo real”, en toda su intangibilidad, es tan plural como lo son las propuestas de George Brecht, Christo, François Dufrêne, Piero Manzoni, Öyvind Fahlst¨rom, Raymond Hains, Yves Klein, Mimmo Rotella, Daniel Spoerri, Jean Tnguely y Allan Kaprow”, dice Borja-Villel, director del Reina Sofía en el prefacio.
Contemplar estas piezas al cabo del tiempo, nombres que llenan en abundancia los espacios de las colecciones permanentes del parisino Centro Georges Pompidou, es toda una experiencia que no deja de producir cierta perplejidad y sonrisa. Se acabó con la solemnidad del arte para pasar de una u otra forma a algo más discursivo y conceptual. Duchamp fue el padre y generó hijos bellos e interesantes como el propio Kleim, pero también generó una legión de bastardos y piezas espúreas que han llevado al artefacto más que al objeto artístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario