“El Rey no abdica”
Jaime Peñafiel
Editorial La Esfera de los Libros, 2ª edición
Madrid, 2011 (277 pags)
Julia Sáez-Angulo
“Un libro que dará que pensar” dice este volumen que ya ha causado polémica desde que salió y ha motivado una segunda edición. Jame Peñafiel sigue con su obsesión por a monarquía como no hubiera otro tema fiera de ella. Ciertamente es un experto, sabe mucho de dinastías y biografías reales, pero tiene obsesiones de filias y fobias que haría bien en limar.
“A un rey sólo debe jubilarle la muerte. Que muera en su cama y se pueda decir: El Rey ha muerto, viva el Rey”. No es urgente reformar la Constitución... ni el Rey está cansado ni el Príncipe impaciente... ¿Abdicar? ¡Nunca! El Rey no abdicará jamás... Ni lo hemos hablado nunca. Se da por sobrentendido”, ha dicho la Reina consorte, Doña Sofía, en sus declaraciones para los libros sobre su vida.
Al Rey lo hemos visto últimamente de operaciones y hospital, con grandes ojeras y moratones bajo los ojos, ciertamente nos preocupa la salud del Rey, porque pese a sus defectos o faltas de distinto tipo, los españoles lo quieren, lo queremos y le debemos algunos servicios clave en el desarrollo de la democracia, después de una larga dictadura.
España necesita un Rey con preparación y prestigio para evitar un presidente de República –pongamos por caso- al que pueda llegar un don Nadie como ha sucedido a la presidencia del Gobierno de España, con un personaje que no tiene peso específico alguno en lo internacional. Un rey se prepara en conocimientos, idiomas, protocolo y finura, algo que falta con frecuencia a nuestros políticos, que careen de la fineza de otros mandatarios, que empiezan por hablar el castellano con donosura como sucede con algunos jefes de estado o de Gobierno en América Latina (ciertamente no Chaves de Venezuela).
Nuestro Rey es hoy por hoy nuestro mejor diplomático y cortocircuita tanto los atrevimientos de los primos” del norte de África y es respetado en otros lugares. No hay más que ver lo bien que habla Hilary Clinton de don Juan Carlos.
Jaime Peñafiel (Granada, 1932) compara la trayectoria del Rey de España con la de sus homólogos –diez monarquías europeas entre reinos, principados y ducados- en edad y situaciones. El relevo dinástico y generacional es un tema más serio de lo que se pueda imaginar, apunta el autor. Las expectativas de vida son cada vez mayores, por lo que, en España, don Juan Carlos (Roma, 1938) puede vivir todavía en la plenitud mental y física diez o quince años. El rey y el autor del libro tienen la misma edad.
Un libro con situaciones comparadas
“El Rey no abdica” se divide en los siguientes apartados: Abdicaciones, Renuncias, Muertes; La mala salud de hierro; El futuro, ¿puede esperar?; Monarquías europeas, y Árboles genealógicos. El libro se acompaña de diversas fotografías en color sobre la familia real.
En el epílogo, Peñafiel recuerda la opinión de diversas personalidades que son contrarias a la abdicación del rey. “El historiador Luís Suárez dijo: “Es preferible que no haya una abdicación para que no exista una convivencia entre dos elementos. Recuerdo lo que pasaba con Don Juan, que uno no sabía a quien tenía que llamar Majestad, si al padre o al hijo”
“Al Rey se le ve cada día más cascado, más cansado, más triste. ¿Más infeliz? La felicidad es desear lo que uno no tiene. Seguramente don Juan Carlos no añora no ser un ciudadano normal para tomar decisiones drásticas que su corona y su Reina se lo impiden: dejar todo y a todos y abdicar”, escribía Miguel Ángel Mellado en “El Mundo”. El libro de Jaime Peñafiel “El rey no abdica” habla de todo esto.
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