Mayte Spínola
Julia Sáez-Angulo
En un enclave cacereño digno de ensueño, la isla de Valdecañas, donde se ha creado un bello resort de hoteles, club y casas residenciales dentro al gran pantano, destaca el Hotel Club de Golf, donde cada tres meses exponen distintos artistas del Grupo por Arte y Cultura que lidera Mayte Spínola. El Grupo lo integran dos centenares de nombres.
En este trimestre se pueden ver las obras destacables del venezolano Noel Vanososte, dentro de su serie denominada “Monjes”; las interesantes fotografías con luz interior de Jaime López Ibor; los soberbios cuadros de collage textil de Álvaro Torroba; los espléndidos matéricos de Damián Retamar; un singular dibujo del arquitecto Fernando Garrido, titulado “Santa Prisca de Tasco”; otro de Juan Gómez-Acebo; las pinturas sobre aluminio Dibón de Hilario Ranera; las delicadas composiciones de varios cuadros entre figuración y abstracción de Gardenia Mayo.
La muestra continúa con los bodegones figurativos de Rocío Báez como el denominado “Mis golosinas”; la “Amazona” al óleo de Solange da Costa; paisajes monumentales de Aracely Alarcón; una inquietante “Niña con pájaro” de María Robles; abstracciones gestuales de Concepción Fernández Marcos; una pintura con motivos precolombinos y otras obras de Manuela Picó; diversas piezas de Marta Aguas; Gracita Torrentegui, Grachya Barreiros; Terry Mollinedo; Peñuca de la Serna; José María Orgaz, algo naïf; Ignacio Dorao Orduña; Margarita Norris; Myriam Álvarez; Marta de Arespacochaga; Paloma Porrero de Chávarri; Blanca Ulibarri…
La obra gestual y cósmica de Mayte Spínola está presente en diversos ámbitos del Hotel Club de Golf como el vestíbulo, el comedor o la cafetería. Además de la obra reciente de Spínola, pueden verse dos piezas curiosas realizadas por la pintora en los años 70.
La restauración del Club Social de Valdepeñas corre a cargo de la abuela gourmet, Yoyi Nicolás Correa. Migas extremeñas con huevos es la especialidad de la zona recreada por la restauradora.
Después de ver pintura, un paseo por el cuidado paisajismo de Javier Ibáñez, para envolver y articular toda las casas y hoteles proyectados por el arquitecto Miguel Ángel Gea con la espléndida ingeniería del ingeniero de Caminos José María Gea, que concibió la idea del resort en la isla de Villacañas.
Encinas, olivos centenarios, pinos, eucaliptos y plumeros dominan la flora del espacio. El gran complejo urbanístico de la Isla de Valdecacañas, a hora y media de Madrid por autopista, se llevó a cabo en tres años y en los trabajos intervinieron más de un millar de operarios.
La marquetería, verandas de madera, piedras y rocalla son autóctonas de Extremadura, en un deseo de salvaguardar la ecología ambiental. Las montañas de Gredos al norte y la sierra de Guadalupe al sur, rodean la hoya de la Isla de Valdecañas, dotándola de un especial microclima.
La Isla de Villacañas es hoy es referente de proyecto y obra bien hecha, un paraíso en la provincia de Cáceres, construido por Ferrovial y comercializado por Vertical Real Estate. La inauguración tuvo lugar tuvo lugar en 2011. El Gordo es el pueblo cacereño más cercano, que cuenta con el palacio de Peñaranda.
Más información
www.golfvaldecanas.es
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