Juan Miguel Domínguez,
poeta místico en “Trovar Leu”
J.M Domínguez"Anunciación" del poeta
Julia Sáez-Angulo
Juan
Miguel Domínguez se manifiesta es un poeta místico en el libro “Trovar Leu”. Cantos apropiados,
publicado por la editorial Huerga y Fierro. Los poemas los ha leído en la tertulia
“A Orillas de Ávila”, dirigida por el poeta José Félix Olalla y presidida por
Agapito Rodríguez Añel.
Juan
Miguel Domínguez Prieto (Madrid, 1963) reside actualmente en Gaudalajara. Está
casado y tiene dos hijas. Licenciado en Filología Románica por la Universidad
Complutense, es miembro del grupo de poesía Gerardo Diego, del Ateneo Insular
Internacional.
El
poeta madrileño es autor de libros como “Iconos del agua viva”, “El silencio de
los poetas” y “Altizaro”. Hombre de cultura y gran fe cristiana, le gusta comentar
el origen o nacimiento de sus poemas, así como la intertextualidad con la
Sagrada Escritura. Poesía interiorista de gran alcance en la que se adivina
prolongados momentos de contemplación, oración y “haber visto”.
El
libro “Trovar Leu”, dedicado a la memoria de su hermano el reverendo Pablo Domínguez,
pretende ser un “cantar leve” al modo
del románico literario en la Provenza, patria del amor cortés, según expuso el
autor.
Uno
de los poemas va dedicado a Isabel Guerra, la monja pintora realista, que ha expuesto
con frecuencia en Madrid --en la desaparecida sala Sokoa--, sus lienzos llenos
de espiritualidad y sencillez.
“Porque
la fruta mansa/ porque la mano y la loza/ visitadas vienen de tu Salvador, Luz
para alumbrar de tu cabello”, dice unos versos referidos a la pintora. Mirra,
áloe, barro, cántaro… son algunas de las palabras que resuenan de los poemas de
Domínguez, quien afirma “areópago es la lengua”.
La
Luz es muy importante para el poeta, la Luz en sentido trascendente, metáforico,
analógico. “Las palabras van de la alabanza a la Luz”, declara J.M Domínguez. “Un
místico no es un iniciado”. “Somos pecadores tocados por la gracia y donde hay
gracia hay alabanza”. “El poeta tañe con su propio vaciamiento o martirio”,
fueron algunas de sus afirmaciones durante el recital de poemas.
“La
poesía es una tentación de silencio que hospeda la palabra”, dijo Domínguez en
otro momento. “Escribir poesía es una forma de ser amado por la belleza.
Recuperar a Dios como suprema Belleza que habla a la belleza del corazón”.
El
poeta se hizo eco del salmo “Cantaré al Señor mientras viva. Tañeré al Señor
mientras exista.
El
poeta señaló que su libro “Trovar leu” respondía a un año de contemplación” y
que “la poesía es el tabú de la intimidad”. “Dios no puede desobedecerse en ser
amor”.
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