Villacastín (Segovia)
Julia Sáez-Angulo
11.02.13 .- MADRID .- Carmen Valero Espinosa y Daniel Quintero fueron los autores del mural
“Don Quijote y los cabreros” en el Hotel San Sebastián de Villacastín
(Segovia). La obra, firmada por ambos artistas en 1970, es el orgullo de los
propietarios, que hicieron el encargo en su día a Carmen Valero, cuya familia
veraneaba habitualmente en Villacastín. Hoy Tomasa García Martín una de los propietarios lo muestra con orgullo a los visitantes.
“Hubo americanos que nos lo quisieron comprar en su día”, dice
con orgullo Tomasa García, una de las propietarias del restaurante San
Sebastián, hoy varado en la antigua carretera general, desde que se abriera la
autopista hacia Madrid y La Coruña. “Fue una catástrofe la autopista para nosotros, obra de
los politicastros”, dice Tomasa sin resignación.
Volviendo al mural, que representa la célebre arenga de Don
Quijote de la Mancha a los cabreros en presencia de Sancho, Carmen Valero Espinosa (Madrid,
1944) recuerda ante la presencia de Tomasa, como se estropeó las manos con el
cemento, tierras y pigmentos que se utilizaron en el mural, conocimientos
adquiridos por la artista en la Escuela Fomento de las Artes, FAE, en la calle Presidente
Carmona de Madrid, donde estudio con colegas como Carmen Lastra e Isabel Gemudio. La farmacéutica de Villacastín, María Ángeles Ferrari,
corrobora la afirmación de aquel trabajo ímprobo de Carmen Valero y Daniel Quintero.
Valero guarda el boceto de Sancho Panza en un gran rollo de papel de estraza, porque Quintero se inspiró en ella para la cara de Sancho
"El encargo de la familia, concretamente de José Antonio
García Martín, un pensador, el mayor de los once hermanos que se hicieron cargo del
establecimiento, fue a Carmen Valero, buena amiga de la familia. La elaboración de la idea se gestó en
numerosas conversaciones entre ambos, debates en la finca de la familia en
plena sierra segoviana, sobre la idea de compartir las cosas en la tierra,
elucubrando sobre la justicia social entre los hombres.
Grabado de Don Quijote y los cabreros
Siguió
la idea de compartir la realización del mural con Daniel Quintero (Málaga,
1944), residente en Madrid y entonces amigo de su hermana María Luisa Valero,
también artista y del que tenía excelentes referencias, a través de las obras
que exponía en el estudio de decoración de Eleuterio Martínez, en la calle
Altamirano de Madrid, donde trabajó María Luisa y frecuentaba el profesor de Bellas
Artes Amadeo Roca.
Valero y Quintero concibieron el mural y se pusieron manos a
la obra. La obra mereció grandes elogios por los numerosos clientes del
restaurante. Carmen Valero añadió en la pared siguiente un gran papiro con el
episodio cervantino escrito en letra artística, alusivo al capítulo de los cabreros. Cuadro que
todavía se conserva en el antiguo restaurante.
Carmen Valero había ya realizado varios murales y vidrieras
en los conventos de santa Joaquina Vedruna en Stratford-upon-Avon y en el Mount
Carmel de Wilbledon (Inglaterra), en colaboración con la artista inglesa Eileen
Graham y María Antonia Badía Santacana durante los años 60.
El padre de los once hermanos García Martín, propietario del Hostal San
Sebastián, terminó sus últimos años en silla de ruedas por una enfermedad neurovegetativa
y fue retratado por Daniel Quintero. El retrato se ha expuesto recientemente en
el palacio de los Serranos en Ávila. Figuraba con el título de su lugar de
nacimiento como “Un hombre de Maello”, pueblo en la provincia abulense.
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