La noche
toledana
de Lope de Vega en el Teatro Pavón
Reparto (por orden de intervención):
Florencio: Francisco Ortiz
Beltrán: Jonás Alonso
Julio / Alguacil: Guillermo de los Santos
Posadera: Sole Solís
Gerarda: Júlia Barceló
Lucrecia: Elsa González
Celia: Laura Romero
Aurelio / Alguacil: Borja Luna
Lisena: Natalia Huarte
Belarda: Alba Enríquez
El alférez Carrillo: Carlos
Cuevas
El capitán Acevedo: Manuel Moya
Lucindo: Ignacio Jiménez
Riselo: Álvaro de Juan
Fineo / Caballero: José Gómez
Escribano: Samuel Viyuela González
ASESOR DE VERSO
|
Vicente Fuentes
|
ESPACIO SONORO
|
Luis
Miguel Cobo
|
ILUMINACIÓN
|
Luis
Perdiguero
|
VESTUARIO
|
Laura Escribano
|
ESCENOGRAFÍA
|
Rodrigo Zaparaín
|
VERSIÓN
|
Daniel Pérez
|
DIRECCIÓN
|
Carlos Marchena
|
LOPE DE VEGA: BREVE
SEMBLANZA BIOGRÁFICA
Nació
en Madrid, en 1562, en el seno de una familia humilde. En 1579 fue desterrado
por haber escrito unas sátiras contra la que había sido su amante y contra la
familia de esta, Elena Osorio (Zaida
y Filis en sus poemas). Más tarde,
rapta, con su consentimiento, a la que se convertirá en su primera esposa, la Belisa de sus composiciones, Isabel de
Urbina, con la que se instala en Valencia. Allí se fragua la comedia nueva, en
la que confluyen la tradición valenciana y el talento de El Fénix y que culminará en obras como El caballero de Olmedo, Fuenteovejuna, El perro del hortelano,
Peribáñez y el comendador de Ocaña, El amor enamorado, La dama boba, El mejor
alcalde, el rey…
Tras
enviudar, vuelve a casarse con Juana de Guardo, pero mantiene al mismo tiempo
relaciones con la actriz Micaela Luján, su Camila
Lucinda. A partir de 1605 comienza su relación con el duque de Sessa; a
cambio de obtener protección económica, el poeta ha de servirle en sus aventuras
amorosas como tercero. Vivirá en Madrid desde el año 1610. La muerte de su
esposa y de su hijo Carlos Félix le sume en una profunda crisis y Lope,
arrepentido de su propensión “al natural” amor- como él mismo decía- se ordena sacerdote en 1614. Sin embargo, dos
años más tarde se vuelve a enamorar, esta vez de la joven Marta de Nevares (Marcia Leonarda o Amarilis
en sus versos), que morirá pronto, loca y ciega. Las desgracias se suceden en
el seno familiar: Lopito muere sirviendo en el ejército, su hija predilecta, Marcela, profesará en las
Trinitarias, Antonia Clara se fuga con su amante… Estos últimos años, los del ciclo de senectute, hasta su muerte en
1635, son enormemente fructíferos; de su pluma sale la magnífica tragedia El castigo sin venganza y la fresca
comedia Las bizarrías de Belisa.
Lope
de Vega destacó por su vitalismo y simpatía, que contrastaba con un carácter
envidioso y servil. Es obligado hablar de su capacidad creativa, que le llevó a
cultivar todos los géneros literarios, además del teatro, la lírica (Rimas, Rimas sacras, Rimas de Tomé de
Burguillos…), la épica (La hermosura
de Angélica, La Jerusalén Conquistada…), novelas pastoriles como La Arcadia o de aventuras (El peregrino de su patria)… Aunque su
talento no le permitió obtener los favores de la corte, que no veía con buenos
ojos las irregularidades de su vida, el legado de su pluma le ha concedido los
honores que merecía.
----
NOCHE, tú sola
AMORES satisfaces
La noche como aliada de los deseos amorosos,
como ocultación de los impulsos inconfesables, como esperanza de alcanzar lo
inalcanzable mientras los demás duermen. En resumidas cuentas la noche como
realización amorosa-sexual al compartir con otro el juego del amor. Esta obra
de Lope está impregnada de horas nocturnas desde que el sol se pone hasta el
alba. Comienza en un mesón-posada en una ciudad en fiestas y termina a altas
horas de la madrugada en ese mismo lugar, abriendo puertas-sorpresa donde nadie
parece estar con quien creía estar. Y todo por el despecho de una mujer
enamorada que hace y deshace a su gusto para conseguir su objeto de deseo.
Obra plagada de feromonas en un lugar de
paso en el que una serie de personajes jóvenes convergen por diversos motivos.
Unos como huida de sus actos irracionales motivados por los celos, otros como
huida física de la presencia agobiante de quien quiere poseer sin ser
correspondido. Y otros, que pasando por allí, terminan enredados en el juego de
la seducción; y todos a la búsqueda de un ideal amoroso, que parece
inalcanzable, pero en el que pondrán sus esperanzas y anhelos.
Esta obra de Lope tiene todos los
ingredientes recurrentes del amor, desde los más elevados hasta los más
viscerales. Concepto abstracto del que todos tenemos necesidad. Necesidad de
sentirnos deseados, amados, como forma de autoafirmación del yo. Y el que más y
el que menos, de joven y de no tan joven, ha tenido la certeza de que en algún
momento de su vida se quedó prendado de una mirada, de un susurro, de un gesto
inapreciable para los demás pero que queda marcado de por vida en el que lo ha
sentido.
En el mesón-posada en el que transcurre la
acción, el personaje que encadena la mayoría de los conflictos y tramas
fundamentales se llama Lisena; que bajo el disfraz de Inés mueve los hilos de
los hombres y mujeres que pueblan ese microcosmos. Y todo con el fin de que
Florencio vuelva a colocarla en el centro de su corazón. Lisena se hace pasar
por una criada pero no parece una criada. Sus gestos elegantes y su encanto
atraerán a los que por allí pasan con sus pensamientos atrapados en otros
problemas. Casi todos terminarán en el patio de la posada como gatos nocturnos
en celo maullando sonetos a la luna para que les sea propicia. Cita picarona
preparada por Inés-Lisena para ridículo de los hombres:”Qué ciertos vienen al puesto.- No hay ave tonta engañada- como el
hombre, a nuestro cebo”. Aunque sabe que es una victoria a medias porque
allí no está Florencio. Con el fin de reencontrarse con él preparará la traca
final, en su deseo de alejarle de Gerarda, su rival; ya que Florencio se ha
fijado en ésta. Y de paso jugar un poco con todos: “Mala noche han de llevar- que todos han de cambiar- el amor sabrá con
quién”.
El
escribano, convertido en potestad trinitaria (eclesial-judicial-policial), será
el encargado de dar la pincelada de moralidad necesaria para encauzar
socialmente los deseos desbocados, obligándoles a todos a casarse; o por el
contrario, llevándoselos al cuartelillo por “inmorales”. Aparente final feliz
en el que cada uno vuelve a la casilla de salida; aunque nada nos garantice que
el final sea feliz. Pero eso sería otra historia.
Hermosa comedia de enredo en la que el
juego y la carpintería teatral lopesca están todo el tiempo presentes. La gran
maestría de Lope hace que la obra sea un juego permanente a través del
artificio y del ritmo frenético de los acontecimientos vividos por los
personajes.
Obra muy adecuada para un elenco juvenil
como corresponde a la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico en esta nueva
etapa con actores formados en distintas escuelas.
Desde los distintos signos escénicos he
querido potenciar una cierta actualización de la puesta en escena con el fin de
acercar la estética barroca a la contemporaneidad, para que ese carácter
veinteañero que hemos dado a los personajes resulte cercano y reconocible a
jóvenes de hoy en día. Confiamos en que
la frescura y la energía características de los que están empezando, junto a la
experiencia de todos los que hemos participado en este proceso, sirvan para que
esta Noche toledana de Lope sea una
buena noche.
Carlos Marchena
Director del montaje
La versión
La comedia trata del enredo que
ocurre en una posada de Toledo, a la que acuden distintos personajes: unos de
paso, otros en busca de refugio por causa de la Justicia y otros a vivir los
festejos. Lisena, el principal personaje femenino, busca en Toledo a su amor
(Florencio) que ha huido de Granada. Lisena, que en realidad se llama Inés y
que ha cambiado el nombre para guardar su anonimato, se decide a servir en el mesón al que llega Florencio,
pero acompañado de otra dama que acaba de encontrar, Gerarda, a la que hace la
corte. Lisena junto con Beltrán, compañero de Florencio y Lucrecia, amiga de
Gerarda, componen el núcleo de
personajes centrales de la obra. Alrededor de ellos, distintos caballeros
entran y salen de la posada al son que
les toca Lisena-Inés, empeñada en recobrar a su amante y que no dudará en
enredarlos a todos con requiebros y
embustes.
Esta
versión tiene la particularidad de que se hace como encargo para la Joven
Compañía Nacional de Teatro Clásico, compañía que se formó después de una
audición entre jóvenes actores y actrices. Al objeto de intentar que hubiese un
equilibrio entre hombres y mujeres se optó por cambiar personajes masculinos a
femeninos. Así, además de Toribio que pasa a ser Belarda, también el Huésped
(Posadero), pasó a llamarse Posadera y Celio, criado de Lucrecia, Celia.
Los textos
de estos personajes no se han alterado por este cambio, tan solo cuando se ha dado el caso de rimar
el nombre al final del verso, especialmente en el caso de la Posadera.
Solucionado
el tema del elenco, que va al completo conforme al original, con las
alteraciones mencionadas, el trabajo consistió en aligerar el texto de aquellos
anacronismos que podían dificultar su comprensión, sin hacer de ello regla,
dejando expresiones o palabras que aunque no muy usadas, se comprenden con
facilidad en el contexto. También se ha prescindido de las reiteraciones que
habitualmente se dan en estas obras y se han evitado algunas alusiones, por
parecernos reiterativas, en torno al mundo mitológico y, por último, se han
eliminado algunas de las descripciones largas de paisajes, interiores, objetos,
etc.
Una vez arreglada la pieza con los
criterios expuestos, fue necesario ajustar las escenas, conservando los tres
actos originales, a la idea que el director del montaje quería plasmar en
cuanto a las relaciones de los personajes. Para ello se han creado nuevos
parlamentos, muy breves, pero suficientes para que, además de las parejas que
se apuntan en el original, se resalten otras que se dejan ver en la comedia y
que complementan la trama.
Daniel Pérez
Autor de la versión
Tercera promoción de
la Joven Compañía Nacional de Teatro clásico
Esta es la tercera promoción de la
Joven Compañía Nacional deTeatro que nuevamente aborda un Lope para su debut en
la Compañía. La primera promoción se estrenó con Las bizarrías de Belisa
(junio 2007) y continuó con La noche de
San Juan (junio 2008); la segunda promoción con La moza de cántaro (marzo 2010) y Todo es enredos amor (2011); y esta tercera lo hace ahora con La noche toledana (2013).
A la convocatoria de esta edición,
que se mantuvo abierta de octubre a noviembre de 2011, concurrieron más de
cuatrocientos aspirantes (65% mujeres y 35% hombres). Los requisitos para formar parte de la Joven
eran, por una parte, ser menor de 28 años y por otra, ser licenciado por alguna escuela oficial o
tener una experiencia profesional excepcional para su edad.
Dos tribunales formados por tres profesionales
del sector se encargaron de la evolución del proceso de selección, que se
desarrolló en tres fases: en la primera se valoraba en el currículo de cada
aspirante la formación y la experiencia en teatro de texto; en la segunda, a
través de una audición, se representaban textos memorizados de las obras de
Lope de Vega El caballero de Olmedo y La dama boba, considerando en esa fase
las aptitudes de los actores: la forma
de decir el verso, la voz, el cuerpo, el currículo y la actitud; y, finalmente,
en la tercera fase se valoraba la capacidad interpretativa del verso en los
candidatos .
Tras
las tres fases de selección, resultaron elegidos 28 actores que a partir de
entonces tuvieron un periodo de formación de cinco semanas, con un total de 125
horas lectivas, en las que se realizaron talleres de verso impartidos por el
asesor de verso de la CNTC, Vicente Fuentes; de movimiento escénico, a cargo de
Antonio Gil; de canto, dirigido por
Renier; y de interpretación
impartidos por los directores de escena Carlos Marchena y Natalia
Menéndez.
Una vez completado el periodo
formativo, y después de una evaluación individual de los actores por parte de
los profesores y de la directora de la CNTC Helena Pimenta, se seleccionaron
los dieciséis actores y actrices que conforman el elenco de esta edición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario