Julia Sáez-Angulo
Todo está en el teatro del Siglo de Oro
español, tan rico que entraron a saco en él los escritores franceses. Entre el
XVI y el XVII el teatro barroco en España alcanzó cotas de maestría y gracia que
hoy saben poner en escena los nuevos directores como en el caso de “El rey
Perico y la dama tuerta”, una obra grotesca en donde la fealdad de los
personajes se dan cita con el gracejo de unos textos escritos por Diego
Velázquez del Puerto.
La puesta en escena en el Real Coliseo
de Carlos III en San Lorenzo de El Escorial (teatro de cámara o de gabinete
desde 1770) por las agrupaciones del Teatro del Velador, La Cantera de
Producciones y Distrito Teatro, ha sido un acierto de humor y ritmo, lastimado
por algunas ligeras astracanadas de gestos relativos al amor y al sexo
homosexual.
Hay que resignarse: hoy en todas las funciones del teatro
clásico se ponen de manifiesto los gestos y guiños, a veces procaces, al amor
homosexual, no se sabe muy bien si porque a la vieja usanza eso provoca risa, o
por ponerlo de manifiesto como algo común y habitual, aunque sea impensable en
la mente del autor, lo que no deja de ser un retorcimiento inadecuado. (Confío
que cierta mafia no me lleve a la hoguera por decir mi opinión).
Por lo demás la obra esta bien llevada por Juan Dolores
Caballero en adaptación, dramaturgia, espacio escénico y dirección. Los
actores, por orden de aparición: Abel Mora (Chisgarabís), Eduardo Tovar (Don
Gastón), Eva Rubio (Doña estangurria), Gloria Albalate (Doña Escotofia), Juanjo
Macías (Don Tristrás) y Manuel Solano (Rey Perico).
Excelentes, Eva Rubio y Juanjo Macías. Algo histriónico,
Don Gastón.
Curiosamente algunos nombres de esta comedia han pasado al
decir común, como “estangurria” (una
fealdad) o “tristrás” (un individuo muy suyo), si bien no figuran en el
diccionario de la RAE. Sí, el de Chisgarabís, como “chiquilicuatro”.
El Real Coliseo de Carlos III llevará a cabo una interesante
programación de conciertos durante este mes de septiembre durante sábados o
domingos en los que intervienen diversos intérpretes masculinos (ni una sola
intérprete femenina, según destacaría la gino-crítica).
No hay comentarios:
Publicar un comentario